Esta semana, el presidente Gustavo Petro se encuentra en España, donde será recibido por el rey Felipe VI y su esposa, la reina Letizia Ortiz. El evento, que se realizará esta noche (una cena de gala a las 8:30 p.m., hora España -1:30 p.m., hora Colombia-), exige un protocolo, y como etiqueta principal, usar el tradicional frac: chaqueta negra o azul oscura, que por delante llega a la cintura y por detrás lleva dos faldones caídos. La camisa debe ser frac blanca, pechera dura, muy almidonada, cuello subido y puño de doble ojal para colocar los gemelos; chaleco de frac ajustado, cruzado o recto, con una fila larga de botones, puede ser negro, azul muy oscuro o blanco.
Ceñidos al protocolo de la realeza, el evento pide a los asistentes al evento usar el tradicional frac, pero el presidente colombiano ha dicho que no cumplirá con dicho código de vestuario. La razón, de acuerdo con el mandatario, es “porque este tipo de vestimenta representa y tiene que ver con las élites y la antidemocracia”. Además, aludió “que no se sentiría cómodo usándolo, pues nunca lo ha hecho”.
Según Yuly Giraldo, capacitadora internacional de consultores de imagen, “probablemente lo que está buscando Petro es enviar un mensaje político para aceptar gentilmente los actos a su nombre”. A su juicio, “también está comunicando que no está de acuerdo con la Monarquía y este tipo de sistemas que ha rechazado de manera abierta”.
Para ella, no cumplir con el código de vestimenta puede ser considerado una falta de respeto con el anfitrión, pero al tener un trasfondo político, la percepción que da puede ser distinta, aun así, expresa que al menos debería usar corbata para mostrar respeto.
Una opinión similar tiene el periodista y relacionista público vallecaucano Jorge Dusterdieck, quien considera que el presidente Petro fue muy claro con el mensaje que envió, “él dijo: ‘yo nunca me he puesto un frac, es un símbolo que no me gusta, tiene que ver con élites, con antidemocracia’, es un mensaje que él mismo deja en claro cuando afirmó, antes de su llegada a España, que el pueblo colombiano luchó para librarse del yugo español, y que ahora somos una nación independiente”.
Además, Dusterdieck explica que no se trata solo de vestir el frac, sino de hacerlo de la manera correcta y con las intenciones adecuadas, como ocurrió con el expresidente, “Álvaro Uribe, quien usó un frac durante un encuentro con los reyes de España, que no cumplía con los estándares adecuados y fue criticado en la prensa nacional y extranjera”.
La historia del frac
Esta vestimenta tiene su origen en el siglo XVIII y toma fuerza con la revolución francesa, siendo reconocido como una prenda muy afín a la casaca. Es usada por hombres de alta sociedad, para eventos de etiqueta.
Como característica principal está que en la parte trasera va hasta las rodillas y en la parte delantera el corte es hasta la cadera.
Los colores indicados son negro o azul oscuro.
En la actualidad es considerado el traje más formal que puede usar un hombre en celebraciones nocturnas, como óperas, cenas de Estado y entrega de los premios Nobel.
Dato curioso
No es la primera vez que un colombiano decide no usar frac en un evento de gala, también el Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, cuando recibió el galardón, se negó al traje predilecto y optó por el “liquiliqui”, traje formal tradicional del Caribe.
Por su parte, el diseñador colombiano Juan Carlos Giraldo considera que el presidente de la nación no a irrespetado los protocolos de vestimenta; sin embargo, en su rol como mandatario sí es necesario que se respeten las líneas de vestimenta, “él está en todo su derecho de rehusarse a utilizar un frac, puesto que se encuentra en un evento privado. Pero, si una persona común y corriente cuando lo invitan a una fiesta respeta los códigos de vestuario, lo mínimo que debe hacer un presidente es respetar y honrar la invitación que le ha extendido una casa presidencial, un gobierno. Si no quiere respetarlo, lo correcto era declinar la invitación”.
Según Juan Carlos Uribe, experto en temas de imagen, “el protocolo es una norma y como tal uno debe ceñirse a ella. Cuando la etiqueta dice corbata negra es esmoquin, y el presidente debe ir vestido de esa forma tratándose de una cena con la monarquía. Uno no puede llegar y menos a un evento con el Rey de España vestido como un mamarracho de liquiliqui o como a él le provoque”.
Verónica Alcocer, quien siempre le apuesta por diseños colombianos, en su llegada a España, lució un look en crepe de lana 100 %; en un tono crema hueso en su totalidad, adornado con apliques artesanales hechos por Diana Chirimia y sus hermanas, Indígenas de la tribu Embera Katío, originarias de la zona pacífica del Valle del Cauca, específicamente de la región del Río Naya, que limita los departamentos del Valle del Cauca y el Cauca. La artesanía hecha por las hermanas son tejidos en mostacilla tradicional de la tribu, cuyos portadores usan en collares, pulseras y pecheras que representan su posición social o jerárquica dentro de su comunidad.