El humor fue tradicionalmente un espacio colonizado por los hombres, y los editoriales de moda de las revistas, por su parte, copados por mujeres de cuerpos firmes, largos y ultradelgados que escapan a la regla general. En esos dos terrenos irrumpe, echando abajo las puertas y sin pedir disculpas, Celeste Barber. La comediante, actriz y autora australiana de 38 años que sacude las redes sociales con sus parodias (¿u homenajes?) de las poses imposibles que nos acostumbramos a ver como normales. Alessandra Ambrosio saca la lengua mientras bebe un chorro de agua, y luce perfecta. A su lado Celeste muestra cómo se vería esta pose en ella, papada inflamada, mueca risible, y por vestimenta una chaqueta de cuero que deja a la vista los rollitos, los muslos blandos y el torso ancho que no elegirían usualmente los editores de moda para sus especiales. El resultado, más de 370.000 me gusta en la foto de Celeste, y el comentario de la mismísima Alessandra Ambrosio: “Lo amo”, seguido de aplausos y risas. Básicamente no eres tan famoso si no has salido en un episodio de Los Simpson, o si no has sido parodiado por Celeste, podría ser la medida. Eso lo sabe la súper modelo transgénero Giselle Lazzatato, más conocida como ‘Gigi’, quien posa -como si no le doliera la espalda- sobre las barras de metal de un yate, mientras toma el sol, sostenida solo por la nuca. Celeste en cambio, al imitar la misma pose, grita de dolor y su rostro muestra un gesto de tortura. Su cuerpo a punto de caer y sostenida por sus brazos, hace un esfuerzo descomunal dentro de un bikini que destaca el abultamiento de caderas y cintura. El resultado, más de 750.000 ‘me gusta’ en la foto de Celeste y el comentario de Gigi: “Te amo”. No solo la aman las modelos parodiadas y las mujeres comunes que la ven como inspiración.
Lea además: Michelle Obama dice que padece depresión leve, la afecta racismo en EE. UU. y el covid-19 A Celeste la siguen la escritora Susan Orlean, la primera ministra Jacinta Ardern, la activista del medio ambiente Greta Thunberg, más otros 7 millones de personas. Y esto solo en Instagram.
Todo un discurso sin palabras, esa es la magia de Celeste, que no necesita pastorales sino el hashtag “celestechallengeaccepted” para enviar su mensaje, uno que va en sintonía con toda la ola de reivindicación de la diversidad de los cuerpos, las formas, las edades, las tallas. Este movimiento global ejerce presión sobre los diseñadores, los editores, los fotógrafos, los medios, las marcas, los publicistas y todos aquellos que tengan en sus manos la representación masiva del cuerpo femenino, para impulsarlos a ampliar el espectro y dar cabida a la normalización de las curvas, la variedad de peso y formas corporales, la celulitis, las cinturas llenas, los talles cortos, los brazos gruesos, etc.
Para la periodista y editora de moda Pilar Luna, quien ha estado al frente de revistas como Infashion y Fucsia, “formatos como los que propone Celeste Barber, originales, divertidos y llenos de mensaje, funcionan muy bien para conectar con las miles de mujeres que se sienten identificadas. El mundo está cambiando y es momento de asumir que muchas de las revistas de moda reconocidas han contribuido a la discriminación hacia las mujeres gordas”.
La anti ‘it-girl’
Celeste fue bailarina por 15 años, así que conoce de cerca la presión que supone intentar encajar en una disciplina artística que espera de los cuerpos ciertas características muy predeterminadas y escasas. Como actriz, participó en diversas series de televisión en su país, en obras de teatro y varias películas. Pero donde se siente más cómoda es ante un auditorio de ‘stand up comedy’. Allí se le ve como pez en el agua a esta Tauro casada con Api Robin, más conocido como “Hothusband” en Instagram. Su esposo acompaña a Celeste en algunas fotos parodiadas, como aquella en blanco y negro donde los dos imitan a Naomi Campbell en la cama con un modelo de ropa interior. ‘Hot husband’ y Celeste hicieron reír a más de 340.000 seguidores con su pose anti sexy, anti erótica, anti filtros y anti Photoshop.
Pocos se salvan de su mirada humorística: Kim Kardashian, Justin Bieber, Miley Cirus y Beyoncé están entre sus parodiados. Celeste hace evidente el ridículo de muchas de las poses de Instagram y editoriales de moda, como esa en la que Nicky Minaj posa feliz dentro de un refrigerador, ¿quién haría eso en la vida real? ¿Quién hace el amor en la pose de Gigi Hadid y Zayn Malik, con ella de cabeza en una acrobática media luna vertical sobre él? ¿Quién se asolea de cabeza con las caderas subidas al pasamanos de la piscina, a lo Rihanna? ¿O quién se despierta absolutamente maquillada y peinada en las mañanas a lo Emily Ratajkowski?
Celeste le devuelve la autoestima a la vida real, con la prueba ácida de su sentido del humor. En los tiempos de las ‘fake news’ y la ‘fake happiness’, la comediante es real y por eso ganó el premio a la Mujer más Divertida de Instagram en 2017, en 2019 estuvo entre las 10 mejores comediantes de la revista Variety y fue la presentadora de los LA Fashion Awards; acaba de ser editora invitada y portada de Vogue, y hasta participó en la campaña del diseñador Tom Ford en el New York Fashion Week sin tener medidas que la industria considere “perfectas”, para fortuna de todos. En su ‘stand up comedy’, se burla del té detox, y dice que las dietas de reemplazo de comidas así como las píldoras para adelgazar “solo buscan hacer sentir a las mujeres que ellas deben lucir de cierta forma para sentirse de cierta forma”. Por eso no acepta patrocinios de este tipo de productos o marcas. Al respecto dice la asesora de comunicación para marcas creativas y fundadora del magazine ‘online’ Fashion Radicals, Caty Villota: “Celeste Barber pone de manifiesto la perversa obsesión que tenemos las mujeres y hombres con la perfección, en especial en canales digitales como Instagram. La belleza editada, filtrada y retocada, además caracterizada como exitosa por unos ‘likes’ nos convierten a todos en unos imitadores deseosos de la vida ‘ideal’, pero sin autenticidad, sin errores, sin defectos”.