El éxito del buen funcionamiento de una pareja se basa en la comunicación, aseguran los expertos, especialmente enfrentando esas conversaciones consideradas “difíciles”, pero vitales para la salud de la relación.
Recientemente, la influenciadora Marystella Gómez, una de las creadoras del pódcast ‘Dos cabras locas,’ quedó en el ojo del huracán en redes sociales, después de revelar, la estrategia que maneja los días que su novio se queda en su casa.
¿Mientras se encontraba en el pódcast ‘Pelando el cobre’, de Ana María como invitada, ante la pregunta cómo maneja las finanzas con su pareja?, explicó que su pareja vive con sus padres, y cuando él se queda en casa de ella, debe pagar “una cuota” por los servicios de los que disfruta.
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“¿Es que acaso los servicios son gratis?”, cuestionó, defendiéndose de las miradas de reproche de sus compañeras de programa. “No me parece nada de malo, si mi pareja está en mi casa y está usando mis cosas, debería aportar”, aseguró, comentando que, además, ha convencido a varias amigas de que hagan lo mismo con sus parejas.
Sus palabras despertaron todo tipo de reacciones en redes sociales, sumando voces de apoyo y de rechazo a este tipo de conductas dentro de la relación.
La coach Carolina Velásquez, asegura que antes de juzgar o dar una opinión, se deben tener en cuenta los cambios que ha tenido la sociedad. “Hoy en día, el concepto de vivir en pareja es muy diferente a hace 20, 30 o años, donde traíamos conceptos muy de “el hombre provee y la mujer está en el hogar”. Ahora, encontramos hogares con dinámicas diferentes donde además del modelo tradicional, la mujer aporta económicamente una parte, o de hecho, en algunas circunstancias, es ella quien asume toda la responsabilidad, y el hombre se encarga de los cuidados de la casa”.
Sin importar cuál sea la estructura, Velásquez asegura que lo realmente importante es que la pareja decida lo que prefiera, lo que les funciona, independientemente de lo que piensen el resto de las personas.
“Con la experiencia de 20 años de relación, puedo decir que tanto las decisiones financieras, como cualquier elección en el matrimonio, deben ser acuerdos y el acuerdo en el tema del dinero, es particularmente muy importante para tener claro antes, incluso de empezar una vida en pareja”, explica.
La coach destaca que para que los acuerdos económicos en pareja funcionen, estos deben ser claros, estar establecidos y que sea uno con el que ambos estén conformes, de esta forma lo aceptan y les funcionen. Pero está escrito sobre piedra: “En el momento que este acuerdo deje de funcionar, lo que se debe hacer es replantear uno nuevo, que se adapte a las nuevas situaciones y partir desde allí”, asegura.
De acuerdo con una encuesta de Mutual Northwstern y The Knot, realizada hace algunos años, un 82 % de las parejas recién casadas dice sentirse más cerca, una vez que están de acuerdo en torno a temas financieros. Sin embargo, la misma encuesta también reveló que solo un 37 % de las parejas hablaba de sus finanzas una vez al mes.
La psicóloga, conferencista y escritora Gloria H, explica que “en la idealización del matrimonio y de la pareja, las personas han creído que todo debe ser una bolsa común, esa famosa idea de que ‘somos una sola carne’, se manifiesta en muchas parejas y todo lo juntan, todo lo vuelven uno, olvidando que siempre en pareja seremos dos”.
Lo que no se debe hacer, en su opinión, es juntarlo todo, plata incluida. “Hay que tener claro que en una relación de pareja hay una mesa de tres patas: Yo, tú y nosotros. La individualidad jamás se debe perder en aras de la relación de pareja. Al hablar en dinero, diría que se debe tener una cuenta en común, que se puede manejar de ahorro o de algo, pero cada uno debe manejar sus finanzas, por aparte la cuenta mía, la tuya y común”.
La psicóloga asegura que una pareja viene de historias muy distintas, en las que de pronto en una familia hubo abundancia y en la otra escasez. “Yo en mi abundancia tiendo a gastar y él en su escasez, trata de ahorrar. Ese sello personal de las familias no se va a quitar nunca”.
De esta forma, en la cuenta común se pueden manejar ahorros, planes o alguna otra cosa. “Al formar una sociedad conyugal se establece qué paga cada uno y el resto lo decide cada quien. Porque si uno quiere comprar algo y el otro otra cosa, cómo se define a qué se le da más importancia”, se cuestiona la psicóloga. Es por eso que asegura que en la cuenta compartida se tienen propósitos comunes, pero en la individualidad cada uno maneja su dinero.
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Hablar de dinero
- Es fundamental conocerse financieramente.
- Tener claridad sobre planes a futuro, postura sobre temas como inversiones o hipotecas y mucho más.
- Ingresos aproximados, gastos y responsabilidades.
- Saber en qué gasta cada uno gasta, ahorra e invierte su dinero.
- Obrar de buena fe. Es una relación, no un negocio.
El abogado Juan Felipe Zuluaga Parra asegura que la ley dice que los gastos y las necesidades se deben establecer de mutuo acuerdo. “Lo normal es que el que más tenga, aporte más. Cuando la pareja está junta y todo es amistoso, pueden llegar a acuerdos, pero ya en caso de divorcio o separación, si hay hijos que mantener, la ley dice que los gastos sean mitad y mitad. Lo mejor siempre es acordar de forma voluntaria, según las necesidades y las capacidades de los hijos y de los padres”.