¿Quién es ese hombre que me mira y me desnuda? Esa es tal vez una de las frases musicales más pegajosas de la historia de la televisión latinoamericana. Se escribió hace cerca de veinte años y casi todo el que vivió esa época en Colombia, la recuerda y la tararea.
Y es que hacía parte de la banda sonora de Pasión de Gavilanes, una de esas telenovelas que se robaron el corazón del público nacional e internacional, con su historia y sus personajes excéntricos, en medio de un universo sin locación específica, excesivamente fuera de lo común.
Dos décadas después, la segunda temporada de esta producción está de nuevo en la televisión colombiana. Se estrenó la semana pasada en el Canal Caracol y, poco a poco, está ganando terreno entre los programas más vistos del país, con 7.31 puntos de rating, ubicándose justo por debajo del concurso musical ‘Yo me llamo’, que registró el lunes 18 de septiembre, 9.84 puntos, según la medición de Kantar Ibope Media.
La primera parte se trató de una realización de RTI para Caracol y para Telemundo, canal hispano de Estados Unidos que por ese entonces empezaba a interesarse seriamente en las producciones nacionales.
Algunos especialistas aseguraron en su momento que, entre los ingredientes que lograron el éxito nacional e internacional de esta telenovela, está el haber contado con una nómina de actores masculinos de gran atractivo, que en una buena parte de sus escenas solían aparecer con el torso desnudo.
Sin duda, unos pectorales bien definidos y un abdomen de lavadero por sí solos no hacen el milagro, pero Mario Cimarro, Juan Alfonso Baptista y Michel Brown se convirtieron en estrellas de la televisión a nivel internacional, con botas, sombrero, pantalones ajustados y sin camisas.
Lo hicieron de la mano de las hermanas Elizondo, encarnadas por Danna García, Paola Rey y Natasha Klauss. Todos ellos, de regreso en esta nueva temporada, junto a otros personajes principales a quienes dan vida Zharick León y Kristina Lilley.
A ellos se une una nueva generación de artistas, entre los que se encuentran Bernardo Flores, Sebastián Osorio, Juan Manuel Restrepo, Sergio Goyri, Jerónimo Cantillo, Yare Santana y Camila Rojas.
En la época de la primera temporada era usual que la extensión de la telenovela la iba dando el éxito de la misma en el canal, por lo que esta producción llegó a 188 capítulos.
Telemundo le confió a CMO Producciones, empresa que Clara María Ochoa fundara hace 23 años junto a Ana María Piñeres (ya fallecida), la responsabilidad de realizar la producción de la segunda temporada de Pasión de Gavilanes, un proyecto que llevaba varios años sobre la mesa por el éxito que alcanzó cuando se estrenó a principios del nuevo milenio.
Según Ochoa, “fue una producción que comenzó cuando aún estábamos en plena pandemia, en cuarentenas, y muchos caímos en el Covid-19, fue casi turnado pero, afortunadamente, fue leve y nada pasó a mayores”.
La producción de esta segunda temporada arrancó a finales de 2021 y se extendió por casi cinco meses.
“Alquilamos más de 25 casas de Villa de Leyva y 12 hoteles con su capacidad completa para hacer una producción a tres unidades, con la dirección general de Rodrigo Triana, quien también dirigió la primera temporada. Las otras dos unidades estuvieron a cargo de Sergio Osorio y Camilo Vega”, comentó la productora.
Y agregó: “Fue una carrera de tres unidades de trabajo en 20 semanas de grabación para realizar 80 capítulos. Era vital tener tres excelentes directores, cada uno concentrado en un universo específico dentro de la historia, no fue tan complicado realizar los planes de rodaje, y más cuando todo lo concentramos en Villa de Leyva, donde la distancia máxima entre los set de grabación eran de 40 minutos”.
“No se dejó nada al azar. Cada detalle estaba completamente estudiado antes de comenzar las grabaciones. Seguimos los parámetros de la primera temporada en cuanto a lo visual, la puesta en escena, sin dejar de modernizar ciertos aspectos, pero ya venía con su propio lenguaje”, continuó la reconocida productora.
Muchas de las producciones de CMO han contado con el éxito necesario para contar con varias temporadas, pero por primera vez asumieron el reto, que muy pocas veces ocurre en la televisión, de realizar una segunda temporada 20 años después del estreno de la primera.
“Los personajes estaban muy bien conservados, que es quizá una de las dudas cuando se retoma una producción años después. Además, llega la nueva generación, los hijos, y la historia se va por ese lado”, dijo.
Clara María, además, exalta cómo los directores aprovecharon los paisajes y la arquitectura de una ciudad como Villa de Leyva, uno de los pueblos patrimonio más bellos del país, en cada una de las escenas de esta historia.
Para ella, “Pasión de Gavilanes es un fenómeno en la televisión porque es atemporal. Se hizo hace 20 años, la hicimos hace poco y estoy segura que la podemos hacer dentro de otros 20 años y seguirá impactando por sus características: con ese medio oeste, con dosis de vaquero, que se conservan y siguen la misma línea que no pasa de moda. La mezcla de drama, suspenso y aventura es muy interesante”.
Al preguntarle por una posible tercera temporada, asegura que esa respuesta está en manos de Telemundo. “Vamos a ver cuál es el éxito que logra en su emisión en Colombia y creo que con ello tomarán una decisión”, afirmó.
La nueva temporada
Centra su historia en los problemas y vicisitudes que atraviesan las familias Reyes Elizondo. Juan Reyes y Norma Elizondo tienen a tres hijos: Juan David y los mellizos Erick y León. Los mellizos son culpados por el presunto homicidio de un profesor y sus padres y tíos tendrán que apoyarlos para esclarecer los hechos.
Mientras que Juan David, el hermano mayor, es veterinario, se encarga de la hacienda y se enamora de Muriel Caballero, la hija de la cantante Rosario Montes. Franco Reyes y Sarita Elizondo son padres de Andrés y Gaby.
El matrimonio se separó y Franco desapareció, su familia no habla de él pero sus hijos lo extrañan, hasta que desde el capítulo 60 en adelante se comienza a saber por qué Franco abandonó su hogar.