Bajo el título ‘Flow’, el artista Pipe Yanguas presenta por estos días, y hasta el 20 de junio, en el Domo Museo de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés Borrero, un viaje visual donde la fusión entre la escultura y el arte toma un nuevo significado.

Este hijo prodigio de Cali con una carrera internacional de 25 años, comenzó un viaje fascinante por el arte en Milán, Italia, donde estudió fotografía, que desemboca ahora en una exploración apasionante del arte de los puntos y las líneas. Su obra, influenciada por su formación y su experiencia vivencial durante la pandemia del 2020, invita a reflexionar sobre el poder de la conectividad. Un punto de vista de donde se inspiró para esta exposición que surgió de un encuentro fortuito con un insecto vibrante en los primeros días de la pandemia.

Para Yanguas, “cada pensamiento, intención, o palabra, tiene un efecto global”. Aquí, retrato de Paola Guevara, escritora. | Foto: El País

Desde entonces, cada punto y cada línea en sus obras representa una conexión humana, un lazo invisible que une a todos en este vasto mundo. “Encontré en el jardín un insecto multicolor muy llamativo, llamado ninfa del chinche gigante del mezquite y me inspiró a hacer un dibujo usando solo puntos y líneas, así que seguí explorando esos dos elementos como lenguaje de composición. Empecé con papeles pequeños, luego con formatos más grandes, lienzos y murales”.

Y es que, desde aquel encuentro orgánico, este caleño divide su tiempo entre fotografía y el mundo de puntos y líneas, que ha sido el título de su obra de arte. “Mi mensaje es el poder de la conexión, para mí cada punto representa una persona y cada línea, un lazo conector. Todos estamos conectados. Lo que yo doy, vuelve a mí”.

El constante fluir de la vida misma está presente en la exposición de Pipe Yanguas. | Foto: El País

Yanguas, quien también estudió administración de empresas y diseño residencial en Miami, se dedicó por completo a la fotografía desde el 2010, llevándolo a recorrer Estados Unidos, Europa y Medio Oriente. “Mi trabajo consiste en retratar las pasiones de las personas, lo que sea que aman en su vida hace parte de cada sesión, y esa sesión la repito, una y otra vez, una vez al año, de por vida, y a eso lo llamo fotobiografía”.

El constante fluir de la vida misma está presente en la exposición de Pipe Yanguas. | Foto: El País