Comenzó la sexta temporada del famoso programa de emprendimientos ‘Shark Tank’, en el que los negociantes reciben todo tipo de propuestas de negocio, que buscan una inversión para crecer, y deciden cuál tiene potencial y cuál definitivamente está en el lugar incorrecto.

Ayer, desde su canal de YouTube, el programa emitió la presentación de Juan Pablo Carabalí, un niño de 12 años, oriundo de Santander de Quilichao, Cauca, dueño del emprendimiento ‘La cocina de JP’, que se dedica a vender los famosos ‘panderitos’ característicos de la región.

Miguel Piedrahita fue el primero en apostarle al emprendimiento de Juan Pablo Carabalí. Foto: Shark Tank / Especial para El País. | Foto: El País

La historia de Juan Pablo inició cuando a los 8 años sintió el deseo de emprender, una idea que su familia apoyó y sacó adelante convirtiéndola en una propuesta de negocio. Desde entonces, los panderitos han sido su propuesta de valor, han trabajado en sus sabores, textura y detalles, para conseguir un producto ganador que llame la atención.

Como cualquier niño, Juan Pablo va al colegio, práctica deportes y tiene sueños, sin embargo, hay algo especial que lo caracteriza su determinación para alcanzarlos. Algo que, junto al apoyo de su madre, le ha permitido llegar a la pecera más grande: Shark Tank.

La española Hanoi Morillo, junto con Miguel y Andrea formaron equipo para ayudar a Juan Pablo, ofreciendo una inversión de 120 millones de pesos al menor. | Foto: Copyright

Luego, contó que su emprendimiento nació en el año 2021, cuando se apasionó por la repostería, practicando nuevas recetas, hasta llegar a los ‘panderitos de JP’, su producto insignia. En su argumentación, Juan Pablo asegura que el sabor de sus preparaciones es único y promete que: “una vez pruebes los panderitos, no dejaras de consumirlos”.

“Yo les cuento a los niños que quieren emprender mi experiencia, para que se hagan a una idea de lo que va a pasar cuando uno emprende”.

“Estoy pidiendo 40 millones a cambio del 30% de mi empresa”

La propuesta de Juan Pablo a los tiburones fue clara: 40 millones de pesos a cambio del 30% de su empresa. Además, asegura que necesita un socio estratégico que le ayude a sacar su marca adelante y posicionar en el mercado un producto 100% colombiano. “¿Me dejan nadar con ustedes?”, les preguntó.

Inmediatamente, los tiburones comenzaron a probar su producto, a cuestionar más de la empresa: la producción, las ventas,

“¿Cómo manejas el colegio y el trabajo? "

Mauricio Hoyos, uno de los jurados el programa, inversionista colombiano, preguntó lo que mucho se cuestionan, cómo un niño tan pequeño logra manejar una empresa. Cómo divide el tiempo entre la escuela y el trabajo, sin embargo, Juan Pablo no se quedó atrás y contó en que se basa su rutina diaria.

“En las mañanas practico deportes, en la tarde estudio. Cuando hay mucha producción mi mamá me ayuda y en las noches me dedicó a ayudar con la producción y a acabar de hacer mis tareas. Mi mamá antes trabajaba pero como la empresa comenzó´a crecer, ella se dedicó 100% a la empresa”.

Andrea Arnau, mentora de Shark Tank, le propuso a Juan Pablo apoyarlo con el marketing de su empresa y la inversión. | Foto: Archivo Particular

En este punto específico, Mauricio Hoyos se ofreció a ayudarle a potenciar su imagen, pero no asociarse a su negocio ni invertir aún. Luego, Miguel Piedrahita se comprometió a apoyarlo con los $ 40 millones y dejar que sea Juan Pablo quien defina el porcentaje de participación.

También Hanoi Morillo le propuso una inversión adicional a la de Miguel y sumarse al plan financiero que establecieran a cambio de un porcentaje de participación mínimo. Finalmente Andrea Arnau, ofreció $40 millones más para apostarle al Marketing para un total de $ 120 millones por el 10 % de participación. Propuesta que cautivó a JP y a su madre.