El Parche de Jovita es un café ubicado en el barrio San Antonio, al oeste de Cali. Es uno de los destinos que más llaman la atención de turistas nacionales y extranjeros por su particular ambientación, inspirada en el Cali viejo y su reina eterna.
De todo se puede encontrar en este café. Desde fotografías de personajes icónicos de la ciudad como Andrés Caicedo, Jovita Feijóo, de los buses tradicionales de la década de los 70s, hasta retratos llenos de colores vivos con mensajes insólitos.
Le puede interesar: ¿Y si la máquina de Andrés Caicedo hablara? Los secretos del escritor que se revelarán hoy
Su propietario es José Alarcón, artista plástico y fiel admirador del estilo kitsch, un arte que rescata elementos estéticos de la tradición popular.
“En el Parche de Jovita se puede encontrar un espacio dedicado al arte kitsch, en honor al personaje de Jovita Feijóo, que fue una de las precursoras de este arte en Cali, sin saberlo. El arte kitsch nace de las reuniones populares de las señoras, donde se hacían manualidades, tejidos y más. Las decoraciones que ponen los señores en los buses tradicionales, los tejidos de las abuelas, la virgencita, eso es arte kitsch, un arte popular”, explicó.
Lea además: ¡A leer! Conozca los 4 libros recomendados para esta semana
La figura de Jovita Feijóo ha sido una de las mayores inspiraciones de Alarcón a lo largo de su carrera artística.
“Jovita" ha sido uno de los personajes populares más representativos que ha tenido Cali. Ella nació en 1910 en el corregimiento de El Bolo y se vino a la edad de 16 años a trabajar en casas de familias ricas, que en aquel entonces eran las familias del barrio Granada, lavando y planchando ropa. A Jovita le encantaba como se vestían las señoras de la alta sociedad, ellas le regalaban guantes, vestidos y sombreros. Jovita era un personaje kitsch, pasaba tiempo maquillándose y poniéndose flores, pero la gente la tildaban de loca”, relató José, quien no oculta su admiración por la reina eterna de Cali, a la que tiene retratada en una fotografía colgada en una de las paredes de su café.
Lea a continuación: Con su gira 'El amor después del amor', Fito Páez agota boletería para su show en Colombia
La culinaria es otro de los grandes talentos de José. El menú destaca por la originalidad de las bebidas y postres que prepara. Le encanta jugar con los sabores, sobre todo con los ácidos y agridulces. También hay un lugar especial para la comida tradicional. Por ejemplo, llama la atención la famosa malteada de mazamorra, que es una combinación de esta bebida típica del Valle y de Antioquia con helado de macadamia.
“He tratado de tomar cosas costumbristas del Valle y darles un pequeño trasfondo. Una de las especialidades es la torta de Jovita que está hecha con maduro, que era el plato preferido de ella. Como lo he dicho, gran parte de la inspiración viene de Jovita y por eso el restaurante lleva su nombre”, explicó.
Lea aquí: El Primo Rojas llega a Cali con su monólogo llamado 'La prueba de la existencia de Dios'
José fue propietario del restaurante Casa del Arte, un sitio del cual más de un caleño guarda bonitos recuerdos. Duró 27 años abierto al público, hasta que los proyectos de megaobras lo llevaron a la quiebra, en 2018.
El sitio, que se encontraba en el barrio Calima, al norte de Cali, gozó de una gran popularidad. Los visitantes se entretenían con la cantidad de figuras, cuadros coloridos y mensajes burlescos que adornaban cada rincón.
En un principio la idea era ofrecer un espacio para departir entre juegos, cursos de pintura, un poco de música y comida. Sin embargo, en poco tiempo se dejaron a un lado estas actividades debido a la cantidad de clientes que comenzaron a llegar.
“A mí me encantaba un canal que se llamaba People and Arts, en el que mostraban artistas de muchas partes. Una vez hablaron de un sitio donde la gente podía sentarse y pintar en lienzo y se les enseñaba, entonces con esa idea inició el taller”, explicó José.
Sugerido: La Tertulia, 67 años de una gran aventura cultural de Cali en 67 datos
“Al principio éramos mi hermana que era profesora de pintura al óleo, otra profesora que daba talleres de papel maché y yo, que daba talleres de escultura”, agregó.
José llegó a tener hasta once meseros y cuatro cocineros a su cargo para atender las 68 mesas que ocupaban aquella casa.
·”Uno encontraba muchos espacios novedosos, raros, se encontraban cojines en el piso, mesas de terraza, habían tres jardines con cascadas en los que la gente podía reunirse”, dijo.
Tiempo después de la quiebra de la Casa del Arte, en 2018, José se reinventó, montando un nuevo café, ahora llamado El Parche de Jovita, en una de las esquinas más populares del tradicional barrio de San Antonio. Alquiló el espacio para abrir un taller de arte, pero debido a la pandemia de Covid 19 tuvo que buscar otras estrategias de venta. Fue así como se le ocurrió ofrecer bebidas y postres.
Lea incluso: Los mejores tours para celebrar a mujeres ilustres del mundo
José Alarcón es un conocedor de la historia de Cali y sus personajes de la cultura popular como ‘El Loco Guerra’ que, según cuenta, se vestía de negro como un cura y salía por los alrededores de la sexta a pedir plata, también recuerda a ‘Riverita’, un peluquero del barrio Sucre, muy hablador, que echaba cuentos a sus clientes y trasquilaba a quien lo tildara de mentiroso, incluso conserva algunas fotografías de Amparo Arrebato, una bailarina conocida por incorporar gran parte de los pasos de la salsa actual a través de los movimientos propios del jazz.
A sus clientes les encanta departir mientras lo escuchan narrar algunas de sus historias. La compañía de José, su carisma y buen servicio hacen del Parche de Jovita un lugar entrañable que deja a más de uno con ganas de regresar.
En últimas, El Parche de Jovita es una parada imperdible para caleños y turistas de todas las edades. Si lo que se quiere es pasar un momento agradable en familia, este es el lugar ideal. Quienes deseen visitar el café deben saber que abre sus puertas al público de lunes a domingo a partir de las 4:00 p. m, ahí los esperan un montón de historias y recuerdos del Cali viejo.