"La reina del pop ahora parece la nieta de la reina del pop," según algunos especialistas en cirugías de rejuvenecimiento. Y sus detractores van más allá, la comparan con "la Tigresa de Oriente", por su notoria adicción a los procedimientos estéticos. 

Entre los múltiples procedimientos se cuentan  un lifting frontal completo, para levantar y estirar la piel del cuello, la cara y la frente.

También se destaca una blefaroplastia completa o cirugía de los párpados y elevación del tercio medio, para eliminar el exceso de piel y las bolsas.

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A esto se suma que la cantante habría rasgado la mirada con una técnica extra, llamada cantopexia.

Los 'retoquitos' incluyen una rinoplastia con la que ha adelgazado su tabique y elevado la punta nasal. Esta es una característica que, a juicio de los especialistas en estética, "marca claramente la edad en el rostro y el paso de los años".

La cantante y actriz se habría practicado, además,  queiloplastia, técnica quirúrgica para elevar el labio superior acortando la distancia entre la punta nasal y el arco de cupido.

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En la boca se nota que aumentó el volumen con ácido hialurónico. 

La Material Girl también se ha perfilado el mentón y maxilar inferior con infiltración, probablemente de hidroxiapatita cálcica.

Son notorios, a la luz de los expertos, los retoques numerosos con bótox, que han minimizado las arrugas de expresión, y un tratamiento con láser facial completo o un peeling médico profundo, que ayuda a rejuvenecer la piel.

20.000 euros sería la cifra estimada que ha gastado Madonna para conseguir su nuevo rostro, sumando las cirugías y procedimientos antes mencionados.