Ni siquiera en una postal aparece la cara de Camila. Su rostro no se ha visto ni en una bandera, tazas o camisetas. Los británicos han sabido borrarla por completo del espectáculo central. Tal vez su única postal será en la que nunca apareció.
En las tiendas de obsequios es casi imposible encontrar souvenirs con algo con lo que se pueda relacionar a Camila, en la línea histórica familiar y en la de los seguidores reales, es como si no existiera. Eso sí, Isabel II sigue reinando en esto de hacerse con algún recordatorio.
Hoy, el mundo está verdaderamente expectante. No es por poco, la monarquía británica es una de las marcas más potentes del Reino Unidos, los medios de comunicación simplemente enloquecen con su presencia, y la familia real está en los listados de las que más facturan en el mundo. Aproximadamente, su influencia e impacto genera hasta $2 millones de libras al año en comercio y turismo.
Por esa razón, el valor no solo histórico, sino económico que tiene el evento de coronación de Carlos lll, enfrenta el reto de superar los ingresos por ventas de ‘merchandising’ de ocasiones anteriores como el jubileo de la Reina Isabel ll o la boda de Harry y Meghan en 2018, que tuvo un incremento del 20% de ventas.
El nuevo Rey se la juega. Por eso, a escasas 24 horas de su coronación es obligatorio un paseo por Londres y una visita obligada a las tiendas de souvenirs. Llama la atención que la difunta Isabel II sigue reinando en los estantes de las tiendas de Picadilly Circus, tanto en la clásica London Pavillion, como en las que han ido surgiendo a su alrededor.
Esas tiendas llegan incluso a los 300 metros cuadrados de superficie en los que se puede encontrar desde camisetas, tazas, bolígrafos, llaveros o incluso la última moda: las figuritas que se iluminan con luz solar, pero esos espacios con figuras del Palacio le dan todo el protagonismo a la difunta Isabel II y a Kate Midleton.
Los souvenirs estrella de este evento histórico son una corona de peluche, banderines con la imagen del futuro Rey y camisetas con su cara. Pero llama la atención la no presencia de la futura reina Camila. No hay ningún souvenir relacionado con la coronación en el que aparezca, tampoco se venden tazas con su cara, ni siquiera una postal o una caja del tradicional té británico.
¿Y en la tienda oficial?
El encargado de una de las tiendas manifestó que es misión imposible encontrar a alguno de esos objetos en los que solo aparezca la futura reina Camila. Luego, desde la tienda oficial que queda en Buckingham Palace, tampoco parece haber. A pesar de que no hay visitas para turistas por las medidas de seguridad, hoy las tiendas aledañas de Buckingham Gate y las del propio palacio sí están abiertas. Estas festividades sirven para que se hagan ‘su agosto’.
En esas tiendas también aseguran que lo único que protagoniza Camila es la portada del programa oficial de la coronación en una imagen junto a su marido, ni siquiera sola, y ese ‘detallito’ tiene un valor de 10 libras. Pero no existe rastro de Camila. El palacio le da todo el protagonismo de la tienda a la difunta Isabel II y a Kate Midleton.
¿Toda una sorpresa o no? Porque la Royal Collection Trust, empresa encargada de gestionar los derechos de imagen de todos los productos de la familia real británica, sabe que Camila es el personaje menos valorado por las encuestas de popularidad británica, que encabeza Kate Middleton.