¿Cuál es la mejor edad para casarse? Esta es una pregunta que se hacen muchas personas en todo el mundo. Algunos creen que cuanto más jóvenes sean, mejor, mientras que otros prefieren esperar hasta más tarde en la vida para tomar esta importante decisión. Pero, ¿hay una edad perfecta para casarse? En este artículo, se presentan varios estudios que analizan cuál es la mejor edad para casarse.
Un estudio realizado por Tom Griffiths y Brian Christians, de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, Estados Unidos, publicado en el libro Algoritmos para vivir: la informática de las decisiones humanas, sugiere que la mejor edad para casarse es a los 26 años.
Según los investigadores, una vez que se ha recorrido el 37% del intervalo de tiempo entre los 18 y los 40 años, se está en el punto exacto para tomar una decisión.
En otras palabras, si una persona está buscando su pareja perfecta entre los 18 y los 40 años, es a los 26 años cuando se produce la edad perfecta para casarse.
Por otro lado, un estudio liderado por Nicholas Wolfinder, profesor e investigador de la universidad de Utah, Estados Unidos, con una muestra representativa de las estadísticas del gobierno de Estados Unidos, concluyó que la mejor edad para casarse está entre los 28 y los 32 años.
Según el investigador, las personas menores de 28 años están en una etapa de inmadurez y prefieren la compañía de los amigos y vivir nuevas experiencias que una vida en pareja.
Mientras que las personas mayores de 32 años suelen tener más historia encima, lo que puede llevar al conflicto o generar hábitos no tan saludables para la relación.
Phillip Cohen, sociólogo de la Universidad de Maryland, llegó a la conclusión de que hacerse mayor no significa que el matrimonio tenga menos posibilidades de sobrevivir.
Él cree que la mejor edad para casarse y no divorciarse es entre los 45 y 49 años. Además, su estudio concluye que tener dinero y estudios universitarios reducen las opciones de divorcio, al igual que convivir antes de casarse y esperar a tener hijos después de la boda.
¿Qué hace que un matrimonio prospere?
Cuando de habla de matrimonio se habla de una unión que se espera dure para toda la vida. Sin embargo, no todos los matrimonios son exitosos, y muchos terminan en divorcio. ¿Qué hace que un matrimonio prospere y no se divorcie?
Según un estudio realizado por la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, la comunicación es uno de los principales factores que contribuyen al éxito del matrimonio. La comunicación efectiva implica ser honesto y abierto con el cónyuge, compartir pensamientos y sentimientos, y escuchar con atención. Además, los matrimonios que tienen una comunicación positiva tienen menos conflictos y más satisfacción en la relación.
Otro factor importante es la capacidad de resolver conflictos. De acuerdo con Los 7 principios para hacer que el matrimonio funcione de John M. Gottman y Nan Silver, los matrimonios exitosos no evitan los conflictos, sino que los abordan de manera constructiva. Es importante reconocer las diferencias y los desacuerdos, y trabajar juntos para encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.
La confianza también es fundamental en un matrimonio saludable. Los cónyuges deben confiar en el otro para ser honestos, leales y respetuosos en la relación. Esto significa ser transparente en la comunicación, cumplir con los compromisos y no traicionar la confianza del otro.
La igualdad de género, de acuerdo con la institución educativa, también es un factor clave en los matrimonios exitosos. Los matrimonios en los que ambos cónyuges comparten igualdad de responsabilidades y decisiones tienen una mayor probabilidad de durar.
Esto implica que ambos cónyuges deben tener la libertad de elegir sus carreras, hobbies y amigos, y tener una voz igual en la toma de decisiones importantes.
El respeto mutuo es otro aspecto importante para el éxito del matrimonio, resalta el libro de John M. Gottman y Nan Silver. Los cónyuges deben tratar al otro con respeto y dignidad, incluso en los momentos difíciles. Esto significa evitar las críticas destructivas, la violencia verbal o física, y el abuso emocional.
Finalmente, el compromiso y la dedicación son fundamentales para el éxito del matrimonio. El matrimonio es una decisión de compromiso de por vida, y los cónyuges deben estar dispuestos a trabajar juntos en el crecimiento de la relación. Esto implica esfuerzo y sacrificio, pero también tiene como recompensa una relación duradera y satisfactoria.