Es cierto que el español que hablamos en América proviene de España, pero dos siglos de independencia política nos han distanciado hasta el punto que desconocemos cómo se habla allá en la Península.
Hemos escuchado a músicos españoles famosos como los de Mecano, Alejandro Sanz o José Luis Perales; hemos visto películas del cineasta Pedro Almodóvar o nos hemos topado con algún doblaje español en el bus de Cali a Bogotá. Famoso es el mito según el cual Luke Skywalker, héroe de Starwars o La guerra de las galaxias, fue traducido al español como “Lucas Trotacielos” en algún doblaje rigursoamente literal de la película.
A pesar de todo, sigue existiendo una gran distancia entre España con respecto a Hispanoamérica, tanto que los hispanoamericanos estamos llenos de creencias falsas sobre el español que se habla en la Península.
Aquí me propongo desmontar seis mitos que los malos doblajes de algunas películas, Shakira, algunos pésimos actores y otros tantos impases, han hecho que los hispanoamericanos tengamos sobre el español de España. Y así, sin más preámbulos, ¡pues venga, tío!
Mito 1: Todos los españoles hablan español
En España hay hablantes nativos de otras lenguas que no son el español: el gallego, el asturleonés y el catalán, que es la que hablan
los jugadores del Barça y la que aprenderán los hijos de Shakira.
En España hay regiones muy aisladas donde hay personas que hablan alguna de estas lenguas y no español.
Lo que hoy se conoce como “español” es resultado de una variedad medieval del latín, la que se hablaba en el reino de Castilla o “castellano”. En la Península había otras maneras de hablar latín según la región, como si fueran “acentos” del latín, de acuerdo con la zona.
En Galicia, por ejemplo, se formó el gallego; en León y Asturias, el asturleonés; en Navarra y Aragón, el navarroaragonés que, por lo demás, evolucionó en catalán.
Los castellanos lideraron la guerra contra los musulmanes que habían invadido el sur de España en el siglo VIII. Por esta razón, la variedad castellana de latín se extendió al sur de España y también dominó sobre las demás regiones. En el sur de España había otras variedades de latín, pero estas desaparecieron sin dejar rastro.
Mito 2: El catalán es un acento del español
Lo anterior nos lleva a desmontar el mito de que el catalán es un dialecto del español. Lo digo porque en una noticia sobre Shakira, de hecho, leí que ella había insultado a un periodista en “acento” catalán.
El catalán tal vez era un acento del latín en la edad media temprana, pero que se volvió tan diferente de otros que se convirtió en una lengua con derecho propio como el francés, el italiano y el portugués. De hecho, el francés y el italiano también fueron acentos del latín y hoy
son lenguas diferenciadas.
Es cierto que el catalán se parece mucho al español, pero se parece no porque sea un acento del español, sino porque tanto el español como
el catalán provienen del latín. El portugués también se parece mucho al español por la misma razón. De hecho, resulta risible,
pero muy ofensivo para los catalanes, decir que su lengua
es un acento del español.
Mito 3: Los españoles hablan mejor español
O alguien puede pensar que el español de España es mucho peor que el de los latinoamericanos, todo depende de la posición política que se asuma. Un latinoamericano a quien le guste mucho la forma en que hablan los españoles seguramente tiene un pensamiento más conservador, que esconde un anhelo por volver a ser colonizado; a un latinoamericano que le moleste el acento español, seguramente tiene un pensamiento más progresista y libertario.
Lo cierto es que los españoles aceptan como formas normales de hablar algunas cosas que suenan mal a un latinoamericano.
Por ejemplo, los españoles dicen “cansau” por “cansado” y no suena mal, pero a un latinoamericano esto le sonaría muy informal o incorrecto. Los españoles, además, usan muy poco el pronombre “usted” y prefieren el “tú” incluso en situaciones formales.
Mito 4: Los españoles hablan con una ese carrasposa
Cuando un latinoamericano trata de parodia el habla española, generalmente lo hace enrollando la lengua para decir las eses y producir un silbido carrasposo en todas ellas.
Esa ‘ese’ especial que usan los españoles en realidad son dos sonidos diferentes: uno, para las palabras que se escriben con “s”, y otro, para las que se escriben con “z” o “ce” y “ci”.
No es que los españoles tengan tan buena ortografía que hablan como escriben, no. Es que la ortografía moderna se basa en el sistema de pronunciación peninsular. La pronunciación fue primero y luego la ortografía, nunca al revés.
El sonido para “z” y “ce/ci” se hace poniendo la lengua entre los dientes incisivos y soltando una especie de silbido. El sonido para “s” es el que suena como carrasposo, pero no es en toda España, sino especialmente en el norte de España.
En el sur de España la pronunciación de esta “s” es más parecida a la de América. Incluso, en muchas regiones del sur no existe la diferencia con “z”, siendo su pronunciación exacta a la de un latinoamericano.
Mito 5: Los españoles usan “vos”
Ese uso de “vos” con “-ais”, “-eis”, “os” y “vuestro” que tanto usamos los latinoamericanos en las oraciones religiosas nos parece tan formal que pensamos que se usa en España comúnmente (además porque pensamos que allá hablan mejor).
No es verdad. En España no existe el “vos” en ninguna región, contexto o estilo. El uso de “vos” en el discurso religioso proviene de la época medieval en que “vos” sí era respetuoso. En España sí existió, pero este uso respetuoso desapareció porque se volvió informal hacia el siglo XV. Luego, el “vos” respetuoso solo quedó en los textos. Esta tradición textual influenció el discurso religioso y por eso solo en ese contexto se usa “vos” en Hispanoamérica. Los españoles sí usaban el “vos” de respeto, pero solo en la edad media. Hoy en día ese uso ya no existe.
Mito 6: El “vosotros” es más formal que el “ustedes”
Y como se piensa que en España se usa “vos” en un sentido formal, se piensa también que “vosotros” es también formal. El pronombre “vosotros”, en sí, es un pronombre informal, o sea que se usa para hablarles a un grupo de amigos o a personas de estatus inferior, como un profesor a sus estudiantes.
Además, es un pronombre plural, es decir, solo sirve para dirigirse a varias personas. Muchos imitadores del español de España usan “os” y “vuestro” para dirigirse a una sola persona y esto es un error técnico muy básico.
En conclusión, si alguna vez usted va a parodiar el acento de los españoles, no diga: “Ey, Lucash Trotashielosh, ¿vaish a venir a la nave?”, porque la “c” de “cielos” es diferente de
las eses, y los españoles nunca usarían “vais” para dirigirse a una sola persona. Ponga la palabra “tío” y eso sí será buen acento español.