Matachindé, un documental que rescata una antigua tradición del Pacífico, obtuvo el India Catalina.
La producción audiovisual regional fue exaltada durante la entrega de los Premios de Televisión India Catalina 2015, el sábado pasado, a través del documental Matachindé, que recibió el galardón como Mejor Producción de Televisión Comunitaria, en el marco del Festiva Internacional de Cine de Cartagena, Ficci. ¿Quién es la caleña que se ganó cinco premios India Catalina?Se trata de una propuesta realizada por el Colectivo de Medios Alternativos de Jóvenes del Distrito de Aguablanca Mejoda, que documenta una singular práctica religiosa que se viven al interior de la vereda Juntas de Yurumanguí, una aislada comunidad de escasos 800 habitantes, que pertenece a Buenaventura.Matachindé, está dirigido por el realizador caleño Víctor Palacio y narra cómo en la vereda de Juntas de Yurumanguí, cada año durante la celebración de la Semana Santa, lejos del control clerical, con una autonomía en las prácticas religiosas, los habitantes de la vereda han realizado una resistencia cultural desde la fiesta de la semana mayor. En ellas cobran vida los matachines, que luego de un proceso de apropiación y arraigo se convirtieron en los representantes de las celebraciones espirituales de la comunidad. Así hombres y mujeres se atavían con las tradicionales hojas de colino que sirven de vestido, empuñan el látigo y arman su tienda frente a la iglesia para reivindicar su identidad palenquera. Desde Cartagena, Víctor Palacios señaló que ante todo este premio es un reconocimiento al trabajo audiovisual que se viene haciendo desde las comunidades. Es una manera de validar el trabajo que diversas entidades en el país vienen realizando por generar contenidos audiovisuales que surjan de las propias comunidades. También resulta muy interesante que desde el Ficci se abran espacios a este tipo de producciones creando esta categoría especial, dijo en diálogo con El País.Palacios dijo además que el premio significa una gran alegría, para él y para todos los que participaron en el proyecto. Fue un trabajo largo y de mucho esfuerzo, en el que participó muchas personas que de forma solidaria aportaron a su realización. También un reconocimiento a la Comunidad de la vereda Juntas de Yurumanguí, que lucha por mantener viva esta tradición.La historia de este proyecto surgió en el año 2009, cuando durante un evento, Palacio conoció a Martha Inés Cuero, una docente y líder comunitaria que trabaja en procesos culturales de las comunidades afro que están asentadas en la cuenca del Río Yurumanguí, en el Pacífico.La docente le contó de la tradición que se realizaba en la vereda las Juntas y el interés que la comunidad tenía por documentar esta manifestación por el peligro que había de que desapareciera. La idea de inmediato me llamó la atención, pero tuvimos que tomar rápidas decisiones pues el encuentro con Martha Inés, fue dos semanas antes de la Semana Santa, así que tuvimos que prestar dinero y equipos, para emprender el trabajo.Las grabaciones se realizaron entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección de la Semana Santa de ese año. El resultado fue un documental que se inscribe dentro del cine directo, en el que acompañamos a la comunidad en este ritual donde se hace evidente el sincretismo religioso y que registra testimonios muy puntuales en momentos especiales de esta manifestación, dijo Palacios. El realizador recordó que uno de los momentos más especiales vividos con este proyecto fue cuando pudieron llevar el documental y mostrárselo a la Comunidad de Las Juntas. Esta experiencia nos abrió la mente para pensar en seguir trabajando estas temáticas del sincretismo religioso o sobre temas mágico religiosos de las comunidades. Precisamente, ahora estamos trabajando en el proyecto de escritura de una serie documental sobre esta temática, agregó.