La palabra “ñapa” se usa en Colombia y en casi toda Hispanoamérica. Se refiere a un pequeño agregado gratis que un vendedor da como compensación al cliente que ha hecho una buena compra. También se utiliza la expresión adverbial “de ñapa”, que sirve para calificar la acción de ofrecer una cosa extra al valor del intercambio comercial.

Por esta vía se han creado numerosos sentidos metafóricos, generalmente sarcásticos, relacionados con la idea de ofrecer algo extra que no se esperaba.

Por ejemplo, se le llama “ñapa” al golpe final que se le da a una persona después de una paliza muy fuerte, o al beso que da una persona al final de una velada romántica en medio del coqueteo.

La palabra “ñapa” se origina en una palabra quechua que significa “ayuda” o “aumento”, según afirma el diccionario de la Real Academia. Una versión más antigua de la palabra es la escritura con “y”, debida probablemente a diferencias de pronunciación de distintas variedades del quechua. El quechua es la lengua que hablaban los indígenas del pueblo conocido Inca en su faceta imperial, que abarcó un territorio que incluía lo que hoy es Perú, Ecuador, Bolivia, parte de Argentina, Chile y Colombia.

Que se use en territorios andinos es comprensible, pues allí tuvo presencia el imperio Inca. Pero la palabra también se usa en el español de México y las islas Caribe, mucho más de lo que abarcó el territorio Inca. Solo pudo haber llegado allá por medio de los mismos colonizadores españoles.

Al ser una palabra indígena, el concepto que da origen es muy probable que también lo sea. Es decir, no solo se extiende un término, sino una práctica comercial y una forma de concebir el intercambio.

Muchas veces en medio del “regateo”, una práctica comercial también hispánica, tal vez proveniente de la cultura árabe, el comprador pregunta: “¿y de ñapa?”, para pedir una cosa extra que lo incentive a cerrar el negocio a determinado precio. Otras veces el comprador ni siquiera espera que se le dé “ñapa”, sino que esta es una sorpresa ofrecida al final de la compra.

A través de la “ñapa”, no solo se ofrece al comprador un incentivo para que reitere futuras compras con el mismo vendedor, sino que se emite un mensaje de agradecimiento y se buscan establecer lazos que van más allá del mero intercambio comercial y que pueden lindar en la amistad. La “ñapa” implica que la compra es una especie de favor con potencialidad de extenderse en una nueva relación humana de cordialidad.

La palabra “ñapa” ha debido transmitirse por tradición oral entre los comerciantes de América. Los colonizadores han debido sentirse fascinados por el concepto de “ñapa” de los indígenas y sus posibilidades comerciales, tanto que se lo apropiaron y lo llevaron a lugares insospechados. Por ejemplo, al francés de Luisiana, en Estados Unidos.

Los españoles fueron los primeros europeos que exploraron la zona de Nueva Orleans, lo que atrajo el interés de los franceses, quienes llegaron desde Canadá por el río Misisipi y colonizaron el territorio entre el siglo XVII y XVIII. Después estuvo bajo el dominio de España a finales del siglo XVIII, para regresar a manos de los franceses, y finalmente ser comprada por Estados Unidos en 1803.

Pues bien, por influencia española, la palabra “ñapa” entró en el francés de Luisiana y Nueva Orleans, junto con la práctica cultural asociada. Los franceses introdujeron la forma compuesta “la ñapa” (con el artículo “la”) y de ahí surgió “lagniappe” como palabra francesa. En francés se pronuncia “lañáp”.

Nueva Orleans fue siempre un eje estratégico de comercio por la confluencia del río Misisipi con el océano Atlántico. La “ñapa” como práctica comercial probablemente ejercía un gran atractivo entre los compradores potenciales, por la idea de recibir una cosita extra.
Hoy en día se conoce la palabra “lagniappe” en el inglés de Nueva Orleans por influencia de los franceses que la aprendieron de los españoles, y se considera un localismo exótico del cual se sienten orgullosos, un valor agregado a su identidad, pero pocos saben que se trata de una palabra de origen indígena.

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