Por Daniela del Mar Peña.
La última vez que Juanes se presentó en Cali, en un gran escenario, fue el 5 de diciembre de 2008, cuando puso al estadio Pascual Guerrero a corear “Lo que yo siento por ti es amor. Ganas que me hacen útil, el corazón. Droga que me hace inmune ante el dolor. Gotas de agua dulce, rayo de sol”.
Ahora, 16 años después, el artista regresa a la Sucursal del Cielo para cantar, a todo pulmón con los caleños, su repertorio de éxitos, desde la época de ‘Es por ti’ hasta ‘Cecilia’. Esta vez la cita será el viernes 17 de mayo, en el Centro de Eventos Valle del Pacífico.
Este año, el paisa planea volver a recorrer su país con el tour JuanEs Colombia 2024, en el que pasará por Bucaramanga, Pereira, Medellín, Bogotá y Cali. Esta última, una parada obligatoria, si de reavivar recuerdos se trata. “De allá tengo memorias muy lindas. Fue uno de los primeros lugares que visité cuando salí de Medellín, me abrió sus puertas, antes de todo esto, con Ekhymosis, en un tiempo de muchos sueños y de pequeños-grandes logros. Son momentos que siempre están ahí, en mi corazón”, cuenta el cantautor antioqueño.
La presentación promete tener momentos inolvidables, acompañados de juegos pirotécnicos, donde la guitarra —instrumento favorito de Juanes, que lo ha acompañado en sus 35 años de carrera musical— será la coprotagonista.
No es de extrañar que en este tour tan importante para Juan Esteban Aristizábal Vásquez (Medellín, 9 de agosto de 1972), este instrumento de cuerdas se robe las miradas, justamente eso es lo que esperarían sus seguidores después de la presentación de la Juanes Stratocaster, una colaboración entre el creador de la Fundación Mi Sangre y la casa Fender.
“Mi relación con Fender empezó cuando vivía en Colombia. Decidí vender todo lo que tenía para comprarme mi primera guitarra de esta casa, me vine a los Estados Unidos y grabé mi primer álbum. Hoy, puedo decir que tenemos una Juanes Stratocaster® en Luna White. Es un sueño, en ese momento no lo podía creer. Estoy feliz”, contó.
Un ‘juguete’ completamente personalizado, ideal para tocar ‘Gris’, una canción dedicada a su esposa, Cecilia; un grito de dolor de cuando no se quiere perder el amor; el sencillo con el que conquistó la gala del Grammy Latino 2023 y con el que abrirá su concierto en la capital del Valle.
“Esta es una canción muy especial para mí, porque representa un sentimiento que me ahogó. En medio de la pandemia, tuve una fuerte discusión con mi esposa, estaba sentado, pensando que mi matrimonio había llegado a su final. En un momento, tal vez milagroso, llegó la inspiración para ‘Gris’. Es satisfactorio ver que al público le encanta”, dice el artista quien, además, confesó que se siente emocionado de volver a Cali.
Regresar lo llevará a recordar los días en los que con su primera agrupación, Ekhymosis, visitaban la ciudad, con el ánimo de darse conocer en la escena rock caleña. “Fueron días donde estábamos dispuestos a todo por la música (todavía pasa, pero de una manera distinta), eran épocas donde los sueños no tenían fronteras. Cogíamos un bus desde Medellín, pasábamos por Pereira, y terminábamos en Cali, una ciudad con un público roquero muy fuerte, pero eso no nos aseguraba nada. Hacíamos conciertos medio piratas, y a veces se llenaban los lugares, era una locura; pero, en otras ocasiones, no iba nadie, en serio, nadie. Era una guerra que nos hizo fuertes”, recuerda.
Y es que Juanes es un ejemplo de esfuerzo, de ‘echar pa’ lante’ o por lo menos, así lo ve Carlos Omar Saldarriaga, realizador del programa Radio Express en Javeriana 107.5 FM, quien recuerda que en los años 2000, “a inicios de este milenio, Juanes decidió irse a sufrir a Estados Unidos, para cumplir su sueño y llevar la bandera de Colombia en alto. Creo que por eso es tan significativo para todos los colombianos”.
La capital vallecaucana, además de ser una ciudad pluricultural, es un escenario gastronómico inigualable, de ahí que uno de los deseos de Juanes al llegar a esta, sea volver a comerse un ‘aborrajado’. “Esa vaina a mí me encanta, solo con pensarlo me dan ganas de comerlo”, menciona el cantante quien admite que es ‘crossover’ tanto en la comida, como en la música.
“Yo no creo que podamos ser una sola persona, porque vos tenés muchos sentimientos y muchas maneras de ver la vida. Siempre quiero aprender otros géneros como el jazz o el blues, sonidos clásicos y claro que la salsa”.
Su variado gusto musical se puede evidenciar en la forma como ha fusionado el rock con sonidos tropicales en temas como ‘Mala gente’, ‘A Dios le pido’, ‘La camisa negra’, incluso en con Ekhymosis en ‘De madrugada’ tienen un piano salsero.
De que le guste y quiera aprender a tocar salsa, Juan Esteban está seguro, pero ya de bailarla, se lo pensaría un poco. “Uy, pues, yo puedo bailar, me defiendo. Pero no al estilo caleño, porque eso ya es una cosa muy tesa. Hay que nacer en Cali para hacerlo bien”.
Un enamorado del rock
P ara nadie es un secreto que el hijo de doña Alicia Vásquez es un fanático del rock, desde los siete años empezó a tocar la guitarra, gracias a las influencias de uno de sus hermanos mayores. A los 15 llegó a Ekhymosis, una agrupación que, según el periodista Jaime Arango, de alguna manera, aportó para cambiar el estereotipo negativo de los roqueros.
“El proceso de Ekhymosis fue muy bacano, porque lo que hizo fue cambiar un poco el concepto decadente del heavy metal. A quienes les gustaba esta música eran considerados ‘drogos’, satánicos y otros clichés. La sociedad de los 70′s, veía al roquero como un vago. Ellos cambiaron ese concepto del rock, para hacerlo más comercial, permitiendo que llegara a más públicos”, dice.
Y es que a Juanes, fan de Metallica, le gustan los cambios, en especial esos en los que la sociedad es más empática, justa, y donde hay espacio para todos.
Por eso en el transcurso de su carrera el cantante, con la pasión que lo caracteriza, le ha apostado a la construcción de paz. Es evidente como la realidad social lo inspira, lo lleva a alzar la voz para decir ‘Fíjate bien’, para hacer un llamado a cambiar el ‘Odio por amor’, o para reconocer el dolor social de ‘Mayo’.
Juan Carlos Piedrahíta, periodista musical y quien desde hace varios años ha seguido la carrera del artista y ha podido entrevistarlo en varias ocasiones cree que “Juanes mismo quisiera que sus letras y sus partituras contribuyeran a mermar los conflictos, pero por ahora le ha tocado conformarse con que motivan a la reflexión, y ese es un paso importante en un país enseñado a ser reactivo, con mucho ruido y poco resultado”.
Muchos piensan que una sociedad puede llegar a ser más compresiva y segura cuando desde los hogares fluye el buen trato, una idea con la que Juanes está de acuerdo, y que más allá de decirlo, lo ha vivido, demostrando el amor que siente por su familia, sin pretender la perfección, sino más bien construyendo desde la comprensión.
“Con Cecilia llevamos muchos años, y somos como cualquier familia, con diferencias, con tres hijos jóvenes que ven la vida en un formato distinto. Creo que el respeto es fundamental, y claro el amor”.
Justamente el 2024 marca el aniversario 20 del intérprete con su esposa Karen Cecilia Martínez, quien ha aprendido a estar lejos de su esposo mientras él está de gira “y a aprovechar los momentos juntos”. Ella considera que “cada relación es un mundo.
“Lo más importante es que haya buena comunicación. También mucha amistad, pero sobre todo amor para sobrellevar cualquier momento complejo”.