Con pocos contratiempos, cerca de 40 mil fans de Guns N‘ Roses disfrutaron, en la noche de este martes, del primero de los dos conciertos de la banda programados en el estadio El Campín de Bogotá.

El reto era grande. Personas desde la noche del pasado domingo acamparon en las cercanías del estadio de fútbol capitalino para lograr el mejor lugar en las localidades que no contaban con silletería numerada, como en las dos secciones de la Gramilla, por lo que la organización contó con la logística para atenderlos y ubicarlos sin contratiempos.

Eso sí, debieron soportar la inclemencia de las intensas lluvias que por estos días azota a buena parte del país, así como las bajas temperaturas en las madrugadas capitalinas.

El martes, el día del primer concierto, la logística se puso a prueba, pues llegaron muchos fanáticos, con boleta para el segundo concierto, con el propósito de empezar hacer fila. Al no haber sido habilitados los parqueaderos aledaños al estadio, se logró ubicarlos rápidamente.

Muy cumplidos en los horarios, Aterciopelados se encargó de abrir el espectáculo mientras miles de asistentes continuaban haciendo su ingreso a las distintas localidades del estadio El Campín.


Como es usual, Andrea Echeverry y Héctor Buitrago se lucieron en el escenario con un rápido repaso por algunas de las canciones de sus cerca de 30 años de actividades musicales, y sin pelos en la lengua, Andrea se quejó del trato que les brindó la organización de la banda Guns N‘ Roses, que les impidió hacer su respectiva prueba de sonido.

Al filo de las nueve de la noche, Alx Rose, Slash y su corte, se apoderaron del escenario. La cuarta ocasión en que el vocalista se presentaba en Colombia, la segunda en El Campín, y una de dicha presentación en Medellín.

En la memoria de muchos de los asistentes aún tenían los agridulces recuerdos de la primera presentación de Guns N´ Roses hace casi 30 años, en un estadio El Campín con sobrecupo, con muchos colados, con un escenario sin techo en un mes de noviembre lluvioso.

Todo terminó en un show que no superó los 90 minutos, en medio de desórdenes y actos de vandalismo tanto dentro como fuera del estadio.


Pero los años han pasado y Colombia se ha convertido en una de las plazas más importantes de Suramérica, con todas las condiciones para realizar este tipo de eventos masivos sin contratiempos.
Fue un recorrido por lo más importante de la discografía de la banda que nació en los años ochenta en Los Ángeles, con toda una serie de himnos que superan los 30 años desde su publicación, y con eso les basta para seguir recorriendo el mundo.

Una imponente producción, la magia e imponencia de la guitarra de Slash causaron la euforia de los miles de asistentes, que no dejaron de corear canciones como ‘Welcome to the jungle’, ‘Paradise city’ o ‘November rain’, conscientes que Axl ya no es el mismo de hace 30 años cuando las grabó, que el tiempo y los excesos han dejado huella en su voz.