Tuvo una larga relación con la actriz caleña Tatiana Rentería, madre de su último hijo, Simón. Y con Zharick León sostuvo un romance cuando se encontraron en ‘La Pola’.

El poder de seducción del bogotano Diego Trujillo podría ser la envidia de muchos galanes con más pinta que él. Tanto así que desde que empezó su carrera actoral y se separó de su primera esposa, el que ha sido hasta habitante de calle en producciones como ‘Riverside’, ha sido pareja de las más bellas actrices del país.Así tuvo una larga relación con la actriz caleña Tatiana Rentería, madre de su último hijo, Simón. Y con Zharick León sostuvo un romance cuando se encontraron en ‘La Pola’. Ella era la joven y bella esposa de un campesino humilde y celoso. La sedujo, dijo ella en una ocasión, por ser una persona muy culta y con experiencia.Con Alejandra Azcárate realizó un proyecto único en Colombia creado y elaborado a cuatro manos: un formato de mano a mano con sus respectivos ‘stand up comedy’, ‘Descárate con Azcárate’, por parte de ella, y ‘Qué desgracia tan infinita’, por parte de él, y donde los une “un lenguaje sarcástico muy similar” característico de ambos. “Es maravilloso trabajar con él porque nos complementamos muy bien. Diego es psicorrígido, disciplinado en extremo, exacto en sus tiempos, muy estudioso, y yo soy responsable, pero más flexible; entonces él me trae responsabilidad y disciplina, y yo le traigo flexibilidad y alegría, entonces pasamos muy bien”, comenta Alejandra. En lo personal, dice, Diego es un hombre que “aparenta tener una coraza muy fuerte, no permite un acercamiento fácil ni que entren en su intimidad. Es carismático, amable y agradecido con sus fans, pero hermético con su vida personal. “Es frágil, dulce y muy tierno, así uno no lo crea, dentro de esa acidez y esa neurosis divertida que maneja”, dice. ¿Cuál es su encanto con las mujeres? “Soy testigo de que tiene un éxito total y brutal con las mujeres y de todas las edades, desde las de 15 hasta las de 83 años, todas se le lanzan encima y sin él hacer absolutamente nada”, comenta Alejandra. Ella atribuye ese encanto con el sexo femenino a que en él se conjugan varios factores de seducción. “Posee un carisma arrollador, apenas le habla al oído las derrite porque tiene un tono de voz seductor –yo le digo que si se retira de la actuación y monta una línea caliente se volvería millonario– es extremadamente inteligente, pero sin ser el posudo de culto ni el mamerto seudointelectual”, manifiesta la actriz.Por el contrario, agrega, lo describe como un hombre de una inteligencia digerible con quien se puede tener una conversación por horas, con excelente sentido del humor, alegre, un buen bailarín y un gocetas de la vida.“Así que la mujer que esté al lado de él va a sufrir si quiere una relación estable, pero el tiempo que pase con él lo va a ser absolutamente feliz, porque él les ofrece es felicidad, fidelidad eso si no”, apunta con humor Alejandra.