El amor es uno de los temas más complejos de entender para el ser humano. En nombre de este se cometen cualquier tipo de locuras, aunque poco tengan que ver con él. “Pero el amor, esa palabra…”, escribía Julio Cortázar en Rayuela, cuando la literatura era la herramienta favorita para expresar los profundos sentimientos entre las parejas.
Sin embargo, el mundo evoluciona y con este, las formas de demostrar el cariño. Las redes sociales se han convertido en la manera de compartir públicamente la felicidad y el romance, pero también en la vitrina para formalizar un rompimiento amoroso.
Estas funcionan como el mejor medio de promoción de los famosos; en la cortina abierta para indagar en la privacidad del los artistas. Un arma de doble filo, donde un ‘follow’ entre una pareja suele ser sinónimo de separación.
“El mundo virtual es un espacio donde la gente comparte sus experiencias de vida, por medio de la exhibición constante. Cuando una persona es famosa, hay un poco de morbo, de querer saber qué hace y qué hay detrás de ellos como personajes. Lo cual es aprovechado por las figuras públicas, para presentar ese lado del ser humano que los seguidores desconocen”, explica Paula Dávila, psicóloga clínica.
Si se va a comunicar una ruptura en
redes sociales, lo indicado es ponerse
de acuerdo con la expareja en la forma
de expresar lo que se quiere. Y no lanzar ofensas o indirectas al otro.
Anuncio de ruptura
Subir una foto a las redes sociales con la pareja es ahora considerado como la formalización de la relación, la nueva gran prueba de amor. Lo difícil es cuando se supera la época del enamoramiento, ya que en este punto las muestras públicas de amor empiezan a disminuir y los rumores a incrementar, es ahí donde aparecen las preguntas incómodas.
Como es de esperarse, a nuevos problemas, nuevas soluciones. Una de las estrategias que se ha venido utilizando, para ir un paso más allá de las preguntas imprudentes, son los comunicados públicos en redes sociales. En dichos medios las explicaciones comienzan con un trillado: “Por fuerza mayor, la relación no pudo continuar”, acompañado de una serie de agradecimientos y buenos deseos para la expareja.
“Es sano que así como se ha hecho partícipe a los seguidores de los momentos felices de la relación, se comparta la finalización del romance, desde la versión propia de cada uno. Así también se evitan situaciones molestas, como posibles rumores y hasta difamaciones”, comenta Dávila.
De alguna manera, este también es un mecanismo de defensa que permite mantener, así sea poco, la privacidad de la o el ‘ex’, como el caso de la presentadora y exreina caleña Carolina Cruz y el actor Lincoln Palomeque; estos famosos, después de diez años de estar juntos, decidieron confirmar el final de su relación; así lo compartió la también madre, en su cuenta de Instagram.
“Llevamos muchos meses trabajando en nuestra familia, en sanar para estar bien. Hemos tomado la sana y poderosa decisión de terminar nuestra relación como pareja, para seguir construyendo como padres, amigos y compañeros de camino en la vida”, publicó Carolina.
La actriz Kimberly Reyes se suma a la larga lista de celebridades que han adoptado este tipo de manifestación pública, pues a finales de febrero, por medio de sus historias de Instagram, expresó: “Decidimos dejar las cosas así, hicimos todo lo que se pudo... lo más bonito es que podemos tener un concepto súper lindo de ambos, seremos grandes amigos y aprendimos mutuamente”.
De esa manera, ella confirmó que su relación con el empresario barranquillero Federico Severini no iba más.
Algunos consideran que compartir la separación de dos personas cruza los límites de la privacidad, y se asemeja a las costumbres de la edad media, cuando los reyes manifestaban en las plazas públicas, a la par, sus penas y nuevas reglas. No obstante, para otros sigue siendo un mal necesario.
Ejemplo de ello son el comediante Alejandro Riaño y la influenciadora María Alejandra Manotas. Debido a que eran cada vez más fuertes las especulaciones sobre una separación entre ellos, el pasado 22 de marzo, el intérprete del personaje de humor Juanpis González utilizó una de sus plataformas habituales, esta vez para tratar este asunto personal.
“Para acabar con los chismes y rumores, hoy queremos contarles que, desde el amor, hemos tomado la decisión de acabar la relación de pareja. Sin embargo, del amor que nos tenemos están nuestros tres hijos, a los que siempre vamos a cuidar y amar”, se lee en el post de una foto publicada por Riaño en su cuenta de Instagram y donde aparecen la influencer junto a sus hijos.
No solo para famosos
En Hollywood, la separación de Ashton Kutcher y Demi Moore en 2011 vino precedida por un ‘follow’ del actor a su entonces esposa en Twitter, semanas antes de que anunciaran la separación.
También la estrella del pop Katy Perry confirmó en 2012 su divorcio del actor Russell Brand al dejar de seguirle en Twitter, aunque él tardó cuatro meses en dar el paso.
Y la relación de Taylor Swift con el DJ Calvin Harris certificó su final públicamente cuando ambos se dejaron de seguir en las redes y borraron de sus perfiles todas las fotos que tenían juntos.
Pese a ser tendencia entre los famosos, ya ha sido adoptada por personas que no hacen parte del selecto grupo. Se trata ahora de simples mortales que se sienten cómodos compartiendo con su circulo cercano el momento emocional por el que están pasando.
Paula Dávila la considera una acción válida. “Se trata de un medio para avisarle a mi comunidad lo que está sucediendo, con el sano fin de recibir apoyo y comprensión”, explica Dávila.