Por Redacción de El País y Colprensa
Luego de que el mundo entero hubiera volcado su atención a la noticia de que cuatro pequeños fueron rescatados de la espesa selva amazónica, los hermanos Mucutuy siguen asombrando al mundo con su historia.
Fue la plataforma streaming Max la que se atrevió a lanzar recientemente ‘Perdidos en el Amazonas’, el nuevo documental que retrata lo que vivieron los cuatro niños indígenas uitoto perdidos en la Amazonía colombiana durante 40 días, luego de que, el 15 de mayo de 2023, la aeronave HK2803, en la que se transportaban, junto a tres adultos, sufriera un aparatoso accidente.
El documental presenta todas las voces involucradas en este drama que emocionó por más de un mes al planeta, a través de los testimonios de los abuelos de los niños, además del recuento hecho por el general Pedro Sánchez, encargado de la ‘Operación Esperanza’; de Nicolás Ordóñez, uno de los indígenas que encontró a los niños; y de José Alejandro Castaño, cronista que se sumó a la misión del Ejército.
Una producción en la que participó la productora y directora española Cristina Nieto, junto al también productor y guionista colombiano Jaime Escallón, quienes trabajaron en conjunto con el periodista colombiano José Alejandro Castaño, quien siguió de cerca la historia y llegó hasta la selva para entender el contexto detrás de la supervivencia de los menores.
“Cuando esto surgió, ambos productores empezamos a buscar datos en aras de construir una narrativa documental, pero lo que queríamos hacer era algo más reflexivo. Entonces empezamos a construir relaciones con los personajes que están en nuestra película: los abuelos de los niños, el dueño de la avioneta, militares que participaron en la búsqueda, uno de los guardias indígenas que encontró a los pequeños, la hermana del líder indígena que se accidentó, entre otros, y empezamos a tejer un gran relato para la película de esta hazaña que dura 60 minutos”, contó Jaime Escallón a El País, de lo que entraña este filme donde no hay escenas recreadas.
Con material exclusivo, el documental expone así, algunos de los momentos más emocionantes y claves de la investigación, como el video de los peritos llegando a la avioneta, videos reales del comandante del ejército y sus tropas, y el momento en que los niños son finalmente encontrados.
“Esta es una película que va más allá de una anécdota periodística, es sin duda, una pieza de arte construida a partir de testimonios muy intensos de personajes que vivieron algo absolutamente sorprendente”, añade Escallón.
Por su parte, Cristina Nieto, reveló que la película documental no retrata solamente lo que le ocurrió a esos cuatro niños indígenas, sino que buscó desentrañar el enigma de la selva, de un lugar como la Amazonía y de Colombia, con todas las complejidades que supone este territorio.
“Hemos intentado a través de un hecho concreto, profundizar en lo que pudo ser o lo que supuso ese evento no solo para los niños sino para Colombia, y lo hicimos siendo muy cuidadosos, muy respetuosos con la historia que vivieron estos pequeños, no mostrándolos como héroes de una historia que no eligieron vivir. Pero además, quisimos también resaltar esa fantasía que retrata muy bien la sabiduría indígena, la Amazonía, las creencias espirituales”, destaca Nieto, aunque es clara al admitir que no todos los temas fueron tratados en esta producción.
No obstante, entre las curiosidades que giraron en torno a este histórico hecho que ocupó los primeros titulares en todo el mundo, y que llenó de esperanza a todo un país que se mantuvo atento y unido, mientras los días avanzaban, estuvo presente una anécdota bastante particular.
“Los días posteriores al hallazgo de los de los niños, el número de la placa de la avioneta se prohibió en las casas de chance y de juego en Colombia. Las casas de apuestas tenían mucho temor de una avalancha de apostadores que resultaran ganadores, lo que demostró en últimas que todos creemos en algo, y que nos aferramos a nuestras creencias al final del día, esa fue es una de las grandes reflexiones que dejó esta experiencia a través del documental”, precisó el periodista José Alejandro Castaño, quien reveló además, que mientras mantuvo internado en la selva, a la que solo se puede llegar en helicóptero o desde un largo viaje a través del río Apaporis, perdió incluso la noción del tiempo.
“Fue un lugar muy tenso, muy complejo, es una selva donde llueve insistentemente 14 o 15 horas al día. Pero además, tiene la singularidad de ser una selva silenciosa y eso es muy inquietante, porque lo último que uno esperaría es encontrarse con una selva en silencio”, detalló el cronista.
Sin duda, una mirada profunda y emotiva a los eventos que rodearon las particularidades de lo que, para muchos, fue considerado el milagro de la selva.