La infertilidad tiene una estrecha relación con los malos hábitos de vida, tales como el tabaco, el alcohol, el estrés y algunos medicamentos.
La infertilidad tiene una estrecha relación con los malos hábitos de vida, tales como el tabaco, el alcohol, el estrés y algunos medicamentos, según un estudio francés en el que se analizó a 348 parejas que recurrieron a técnicas de reproducción asistida. En el estudio, llevado a cabo por el grupo Procreanat, se observó que los participantes, todos con problemas de fecundidad, consumían más alcohol que la media de la población, más tabaco (el 40 % de las mujeres y el 52 % de los hombres) y más cannabis (el 6,9 % de las mujeres y el 13,3 % de los hombres).Asimismo, se observó que eran personas con problemas de estrés ligados al trabajo y al propio acto sexual, ya que ante la dificultad para concebir un hijo concentraban el sexo en los periodos de ovulación; y los hombres, sufrían una presión adicional a la hora de practicarlo, lo que hacía más complicado lograr un embarazo.Además, recurrían a medicamentos como antidepresivos para impedir la caída del cabello, que también incrementaban sus problemas de fertilidad.Según las conclusiones, la fertilidad de los pacientes que aceptaban cambiar sus malos hábitos mejoraba entre tres y seis meses después.