Un clásico cuenta chistes, actores que han concentrado su carrera dentro del género de la comedia, otros del stand up comedy y algunas revelaciones de la generación de contenido en redes sociales, hacen parte del grupo de diez participantes de la primera temporada de la versión colombiana de Lol: Last One Laughing.
“Es un experimento social interesante porque es meter a diez psicópatas durante seis horas en una habitación y vigilarlos para que no se rían y que busquen producir risa. Es algo que yo quería ver, cómo reaccionan, y tras esta temporada, confieso que hay cosas que nunca podré borrar de mi mente”, cuenta el actor colombiano Jorge Enrique Abello.
Hacer reír sin reírse
En competencia estarán la actriz y cantante Connie Camelo, los humoristas Don Jediondo (Pedro González), El Mindo, Hassam, Juan Manuel Correal, Karen Sevillano, Omar Murillo, Jonathan Gato, Camilo Sánchez y Diana Belmonte. Ellos estarán encerrados en una especie de casa estudio y tendrán jornadas de seis horas en las que no podrán reír (es la principal razón para quedar descalificado), pero a su vez, deberán hacer reír a los demás. Es decir, el que ríe pierde.
Según Connie Camelo, “en mi caso, que he trabajado en realities y sé lo difícil que es estar con este tipo de presión y que salga a la luz el verdadero carácter, me daba mucha curiosidad poder ver realmente qué tipo de carácter yo tengo. Era un experimento para enriquecerse, aunque era fuerte con tantas cámaras encima, fue interesante vivirlo”.
Quizá uno de los temores más grandes que puede tener un humorista es no ser gracioso, y en esta oportunidad además de tener que controlar su risa, los reconocidos participantes colombianos se enfrentarán a un público completamente serio.
“La gente disfrutará de vernos sufrir, porque el no reírse se vuelve una tragedia para nosotros, porque una sonrisa es un acto de cordialidad. Por nuestro trabajo estamos acostumbrados a que haya risa, y cuando hay silencio uno entra en angustia”, cuenta la actriz Diana Belmonte.
Además de conocer su carácter durante el programa, los humoristas identificaron hasta qué punto pueden llegar para hacer humor, “desde que llegamos a la casa todo estaba bajo un contexto inesperado. Por lo general, cuando uno planea una presentación, video, etc., se tiene una idea; pero, en esta ocasión es distinto y vamos conociendo el talento de cada uno”, cuenta la generadora de contenido.
Este es un concurso que lleva la comedia a otro nivel, con la promesa que tendrán completa libertad, sin límites ni censura. “Sin duda, lo más atractivo es hacer un humor libre, sin límites, diferente. En proyectos de humor, siempre está la frase: ‘eso aquí no se puede decir’, mientras que en este proyecto teníamos luz verde total”, comenta Omar Murillo.
Al respecto, Don Jediondo anota: “Me dijeron que era un humor sin censura, que podía decir cosas que no puedo decir en televisión, pero además, el tener que convivir con gente que sabía que no sería tarea fácil”.
Un trabajo serio
La risa va más allá de contar un chiste, esta funciona como una manera de reducir tensiones; sin embargo, no todas las personas les causa gracia lo mismo. Por eso, hacer reír es un trabajo tan serio, “algo muy lindo que tiene la comedia es que no tiene pretensiones, uno lo hace para hacer reír a la gente; pero, al momento de hacerlo, debemos prepararnos y tomarlo con responsabilidad, porque no sabemos a quién podamos llegarle. Muchas veces la gente se le alegra el día después de ver uno de nuestros videos”, dice Camilo Sánchez.