La relación entre las preferencias musicales y el nivel de inteligencia ha sido un tema de discusión durante mucho tiempo en campos como la psicología, la sociología e incluso estudios culturales. Una de las creencias más extendidas es que las personas con menor capacidad cognitiva tienden a preferir géneros musicales considerados más simples o accesibles.
Sin embargo, esta relación es mucho más compleja y está sujeta a varios factores, según dice la inteligencia artificial, lo que hace que cualquier intento de correlacionar inteligencia y gustos musicales deba ser abordado con cuidado para evitar caer en estereotipos o juicios simplistas.
Lo que dice la IA
Algunos estudios recientes que emplean inteligencia artificial han intentado analizar estas tendencias y han señalado que géneros como el pop comercial, ciertos subgéneros del rap y la música electrónica suelen ser preferidos por personas que, en promedio, tienen un nivel cognitivo más bajo.
Esto se debe, en parte, a la simplicidad en la estructura de estas canciones, que frecuentemente presentan melodías repetitivas y letras que buscan entretener de forma inmediata, sin requerir un análisis profundo. La inteligencia artificial ha detectado patrones de consumo musical que parecen asociar la búsqueda de gratificación instantánea con preferencias por géneros más accesibles.
Sin embargo, este hallazgo no debe interpretarse como una regla inflexible, ya que hay múltiples excepciones y factores que intervienen en los gustos musicales de cada una de las personas.
Por otro lado, los géneros más complejos, como la música clásica, el jazz o el rock progresivo, tienden a atraer a personas con niveles educativos más altos y un mayor desarrollo cognitivo. Estos estilos musicales presentan estructuras más elaboradas, armonías intrincadas y una mayor diversidad sonora que suelen resonar con aquellos que buscan una experiencia musical más enriquecedora para la persona.
Algunos estudios sugieren que el disfrute de este tipo de música está relacionado con una mayor capacidad para apreciar la sutileza y la complejidad en la composición musical de estos diversos géneros.
Los nazis y la música clásica
Un claro ejemplo de que la música clásica no define a una persona “inteligente” o con mayor desarrollo cognitivo, es que durante la época de la Alemania nazi, la música alemana pretendía legitimar la “supremacía del Tercer Reich” en el mundo, y lo que buscaba era apartar la mirada de los crímenes cometidos por los nazis.
Un dato clave de esto es que uno de los compositores favoritos de Adolf Hitler era Richard Wagner, así como Beethoven y Bach. Hitler era consciente del poder de la música y por eso el ministro de propaganda, Goebbels, tenía todo el control sobre toda la escena musical en el Tercer Reich, por eso el destierro de muchos artistas judíos.
No hay que estereotipar
Sin embargo, es fundamental no caer en la trampa de los estereotipos o generalizaciones apresuradas. Las preferencias musicales de una persona pueden estar influenciadas por una amplia gama de factores, como su entorno social, su historia personal, su exposición cultural y sus emociones.
La música no solo es una forma de entretenimiento, sino también una poderosa herramienta de expresión emocional y cultural. Además, es perfectamente posible que una persona disfrute tanto de música clásica como de géneros más comerciales, sin que eso determine su nivel de inteligencia.
Es importante señalar que aunque algunos estudios intenten establecer correlaciones entre gustos musicales y niveles de inteligencia, estas conclusiones son a menudo reduccionistas. No toman en cuenta la complejidad de la experiencia humana, ni la profunda conexión emocional que muchas personas tienen con la música, independientemente de su género o complejidad de la construcción musical.
En lugar de ver la música como un indicador de inteligencia, es más útil comprenderla como una gran forma de expresión cultural que refleja una diversidad de experiencias y emociones. La música puede ser un refugio emocional, un vehículo para contar historias o simplemente una forma de disfrutar del momento con una buena compañía.
En última instancia, su valor trasciende cualquier relación con el cociente intelectual y debe ser apreciada por su capacidad para evocar sentimientos y conectar a las personas que la escuchan. Así, aunque puedan existir tendencias que sugieren que algunos géneros musicales son más populares entre ciertos grupos, es esencial recordar que la música es profundamente personal y sus significados son tan variados como las personas que los escuchan.