Para muchas personas es una locura y una misión casi que imposible irse a pie desde Cali hasta Medellín. Pero para el caleño Esteban Valderrama, de 23 años, no. Para él esa es la esencia de la vida y más que visitar un destino es hablar y conocer a las personas que se encuentra en el camino.
“Me gustan mucho los paisajes pero soy más de emociones y de compartir con gente”, afirma Esteban, quien en su perfil de Instagram @eltraveler_ cuenta con más de 54.000 seguidores, y agrega: “Yo como líder en las redes sociales doy herramientas para viajar, pero por lo general no las enseño a usar. Por ese motivo decidí hacer una convocatoria llamada Renacer que consistía en irme caminando con algunos de mis seguidores hasta Medellín, todo esto con el fin de que las personas superaran sus miedos”.
Esteban, más conocido como The Traveler, ha visitado destinos como Bahía Málaga, el Desierto de la Tatacoa, San Agustín, Cartagena, Santa Marta, el Parque Nacional Natural Tayrona, Villavicencio y Medellín, ciudad a la que viajó junto a siete seguidores durante 14 días y en plena época de Navidad.
“En ese viaje me lesioné y muchos pensaron q ue la travesía iba a terminar, pero pasó todo lo contrario, formé un grupo muy estable y, como yo sabía cuáles eran las fortalezas de cada integrante, le dije a cada uno las tareas de las que se debía encargar cuando yo no estuviera. Fue así como pudieron llegar al destino”, cuenta este apasionado por los viajes, quien cuando era pequeño esperaba con ansias a que llegara el domingo para ver el programa ‘El Mundo Según Pirry’.
“No viajo solo porque la felicidad sola no es felicidad. Un viaje es un retiro y la gente aprende demasiadas cosas. Siempre que ando en carretera hay alguien que nos gasta el almuerzo, y ver que mis acompañantes se sorprenden por la ayuda incondicional que nos brindan los demás, me conmueve y me renueva. El viajar sin nada y pidiéndole el favor a las demás personas de que nos lleven en su carro o camión hasta ciertos lugares, nos enseña a ser tolerantes y a querernos los unos a los otros. Durante todos mis viajes he aprendido que desde el más humilde hasta el más rico nos puede ayudar”, comenta Esteban, y dice que cuando sale de viaje quiere que la gente se dé cuenta cómo él se enamora de ellos, “de personas que jamas pensé que me podrían ayudar”.
Eso sí, el camino no ha sido fácil para este diseñador industrial de la Academia de Dibujo Profesional, pues en la familia alguna vez le dijeron que era un joven y muy inconstante. “Mi mamá siempre me decía que estudiara algo, lo hice y sé que estoy llamado para grandes cosas. Lo mío no es trabajar en una empresa porque allí me sentiría limitado”, dice este apasionado por la aviación, sueño que espera cumplir pronto y convertirse en piloto.
“Entiendo perfectamente a Esteban, pues a la juventud de hoy no la podemos encasillar en los patrones de educación de antes. A él le gustan las aventuras y los deportes. Ama a Colombia con locura”, dice
María Fernanda Rivas, madre de Esteban, y agrega que cuando su hijo empezó a viajar por todo el país sentía un poco de preocupación, pero hoy se siente tranquila porque se entera de su viaje gracias “a las historias de Instagram que él sube. Allí me doy cuenta cómo llegó y en qué lugar lo dejaron”.
Esta historia inició cuando este amante de la adrenalina creó una página que mostraba fotografías de paisajes de Colombia, pues “quería que la gente me compartiera, sin necesidad de yo viajar, paisajes de nuestro país. Nunca lo pensé con el objetivo de ser influenciador. Tiempo después viajé a Bogotá, subí varias fotos de mi recorrido y a la gente le empezó a gustar. Fue allí cuando cambió todo”.
“Con mis viajes lo que quiero lograr es que nosotros nos enamoremos cada vez más de Colombia. Siempre que me recoge una persona en carretera lo abrazo y le doy un beso. Quiero que la gente se enamore de la gente”, cuenta Esteban, quien espera que su proyecto siga creciendo y llegar a destinos más recónditos, como el que visitó el pasado fin de semana: Ciudad Perdida, en Santa Marta. “Fue una gran experiencia. Es increíble ver cómo esas personas crearon gigantes estructuras solo con rocas de la montaña y del río. Es un lugar espectacular”.