En la nueva temporada de Shark Tank Colombia, que se comenzó a emitir desde el viernes 7 de septiembre por el canal Sony, la emprendedora caleña Katherine Arredondo Dávila logró ‘cazar’ a uno de los ‘tiburones’ para convertirlo en socio de su compañía.

En el programa, considerado el más importante reality show de negocios y emprendimiento de todo el mundo, Katherine presentó un invento que ya completa casi dos años en el mercado y que ha cubierto una necesidad de miles de mujeres: Shugs.

Se trata de un protector que evita que los tacones se pelen o se dañen al conducir carro debido a la fricción que se realiza con el tapete al accionar los pedales. También al caminar por terrenos empedrados o con el roce de los apoya pies de las oficinas.

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Katherine, una comunicadora social y empresaria, diseñó el producto tras una necesidad personal: no encontraba en el mercado colombiano algún accesorio que protegiera sus zapatos al conducir carro. En su closet veía una hilera de tacones con peladuras tras haber manejado en apenas una o dos ocasiones.

Para no volver a reparar sus tacones, o cambiarse de zapatos para manejar, decidió renunciar a su empleo como analista de comunicaciones y crear Shugs, que actualmente se comercializa en la tienda virtual www.shugs.co, en tiendas de calzado de Cali, Bogotá, Medellín, Manizales y Pereira, además de portales como Mercado Libre.

El emprendimiento sedujo al empresario argentino Leonardo Wehe, uno de los ‘tiburones’ de Shark Tank Colombia, reconocido internacionalmente por su éxito en la industria dermocosmética.

Leonardo ofreció $50 millones para tener una participación como socio de Shugs.

“Shark Tank Colombia nos permite a los emprendedores, más allá de obtener inversiones, visibilizar nuestros productos, generar conexiones de valor y foguearnos exponiendo nuestra idea ante empresarios de gran experiencia”, dijo Katherine, a quien tras la emisión del programa le han realizado nuevas propuestas para comercializar los protectores de calzado en varios países del mundo. El País habló con ella.

¿Cómo se preparó para enfrentarse a los inversionistas de Shark Tank Colombia?

Sabía que debía ir preparada para cualquier cosa que ellos pudieran. Además, hay que ser muy consciente de lo que uno va a decir ante los inversionistas.

Anteriormente había ganado el Programa de la Cámara de Comercio que se llama Valle E. Allí expuse mi emprendimiento frente a ejecutivos de la Cámara de Comercio y grandes empresarios de Cali.

También hice una maestría a distancia con la Universidad de Barcelona y la sustentación de ese curso fue virtual, lo que también me sirvió de experiencia porque en aquella oportunidad debí salir a vender y defender una idea.

¿Qué sintió cuando estuvo exponiendo su proyecto frente a los empresarios?

Ese fue un día de muchos nervios y que inició muy temprano. Siempre que veía el programa pensaba que la tenían más fácil los emprendimientos que eran presentados entre dos o tres personas porque entre ellos se pueden apoyar a la hora de presentar su proyecto. Pero, a mí me tocaba que saber todo: las cifras, los porcentajes, los costos y muchas cosas más.

El secreto para estar calmado y quitarse los nervios es la información. Cuando usted tiene la información completa eso te da seguridad de poder responder todas las preguntas. Además, los empresarios son personas común y corrientes, que son inversionistas y tienen plata, pero son personas iguales a uno. Quienes exponen su negocio ante ellos no se pueden dejar intimidar porque eso les resta seguridad.

El empresario Leonardo Wehe le ofreció $50 millones para ser el dueño del 30 % de su compañía. ¿En algún momento dudó en aceptar la oferta?
No lo dudé porque yo iba dispuesta a dar hasta el 30 % de la empresa, pero dije que solo daba el 20 % por si me pedían más. Incluso, Leonardo Wehe mejoró la oferta porque él dijo que quería el 30 % de la empresa hasta que recupere los $50 millones que va a invertir, luego solo se quiere quedar con el 10 %.

¿Qué la motivó a participar en el programa?

Yo siempre había visto Shark Tank Colombia. Cuando pude estar allí sentí algo muy chévere porque era algo que yo veía muy lejano. Incluso, el año pasado vinieron a la ciudad unos tiburones invitados por la Cámara de Comercio y estrenaron un capítulo y fui a verlo.

Cuando me llamaron y me invitaron pensé que era una broma, pues me dijeron: “La estamos llamando para que participe en el programa”. Yo no creía. Ellos eso lo hacen porque tienen un equipo que se dedica a ver cuáles son los emprendimientos que hay en el mercado.

Cuando me di cuenta que la invitación era verdad no dudé en participar y acepté. De ahí en adelante inician muchas etapas en las que hay que firmar muchos documentos y entrevistas. La parte final es ir a grabar.

¿Qué le dice a las mujeres emprendedoras?

Otras emprendedoras me han dicho que he sido fuente de inspiración para ellas, pues han visto la manera en que he logrado las cosas. Lo mejor para decirle a las emprendedoras es que esa inspiración y esa fuerza tiene que salir de uno mismo, no puede depender de nadie más.