Elon Musk, un ingeniero de 51 años nacido en Sudáfrica, con ciudadanía estadounidense y canadiense, es considerado el hombre más rico del planeta. Es dueño de Tesla y SpaceX, y desde el 27 de octubre, es también el propietario de Twitter, plataforma pionera entre las redes sociales, a la que adquirió por 44.000 millones de dólares.
Para efectuar la compra, que no ha estado libre de polémica, vendió alrededor de US$ 15.500 millones de sus acciones en Tesla en dos oportunidades, en abril y agosto; respaldó préstamos por US$ 12.500 millones con sus títulos del fabricante de autos y solicitó otros por valor de US$ 13.000 millones, que tendrán que ser devueltos por Twitter y no por él.
El viernes, en una jornada que ha sido descrita por muchos en redes como una pesadilla, la empresa comunicó el despido masivo del “cerca del 50%” de sus 7.500 empleados en el mundo.
“Como se anunció hoy más temprano, Twitter reduce sus efectivos para ayudar a mejorar la salud de la empresa. Estas decisiones nunca son fáciles y es con pena que le escribimos para informarle que su puesto en
Twitter se ve afectado. Hoy (viernes) es su último día de trabajo”, indica uno de los correos enviados a los empleados.
Los trabajadores se vienen preparando para la reducción de la plantilla desde que el magnate completó, la semana pasada, la adquisición de la compañía, y rápidamente se dispuso a disolver su junta directiva y a despedir a su director ejecutivo y altos gerentes.
Esta semana, dijo que los trabajadores que seguirían vinculados, recibirían un email en su correo corporativo y los que no, a su cuenta personal. Sin embargo, muchos simplemente han visto como sus computadores fueron formateados en remoto, impidiendo el acceso al sistema de la plataforma.
A esto se suma la manera en la que ha despedido a quien fuera la máxima responsable legal de Twitter, Vijaya Gadde. Lo hizo ante las cámaras, durante la emisión en directo de un programa. Gadde, en su intervención, explicaba que todo el mundo incurría en errores y que ella misma “los había cometido en un par de ocasiones”, a lo que Musk contestó que “los errores tienen grandes consecuencias” y acto seguido le dijo: “Estás despedida”.
El año pasado, la revista Times nombró a Musk Personalidad del Año y a la vez se coronó con el título de persona más rica del mundo, superando a Bill Gates y Jeff Bezos, otros de los grandes nombres del sector tecnológico, quienes ya lo han ostentado.
Sin embargo, el hombre tras ideas geniales como los autos eléctricos y el turismo espacial —de signo cáncer—, si bien nació en una familia acomodada de Pretoria, siempre tuvo claro que quería labrarse su propio futuro, aunque esto le llevara en varias ocasiones a la banca rota.
Su padre, Errol Musk, de 79 años, es un ingeniero sudafricano que se hizo millonario al comprar una mina de esmeraldas en Zambia. Elon ha confesado que en su infancia tenían “tanto dinero que a veces ni siquiera podíamos cerrar nuestra caja fuerte”.
Su madre, Maye Musk, es una modelo canadiense quien suele acompañarlo en las alfombras rojas en sus periodos de soltería. Ella, quien sí sintió el impacto económico que le trajo el divorcio del padre de sus hijos, colabora con una columna para la cadena CNBC, en la que, recientemente, hizo algunas recomendaciones para la crianza de personas exitosas. “La gente a menudo me pregunta cómo crié a niños tan exitosos. Les digo que lo hice enseñándoles sobre el trabajo duro y dejándoles seguir sus intereses”, escribió.
“Tosca —su otra hija—, iba a mi oficina y escribía cartas a los médicos en un procesador de textos. Elon fue muy bueno ayudándome a explicarme las funciones del mismo”, indicó la señora Musk, quien asegura que a los hijos hay que enseñarles a ser responsables desde temprana edad y dentro de esas labores ponerlos a trabajar, lo que genera independencia y valor por lo que se ganan.
Para Bryan Smith, emprendedor e inversionista en proyectos de cryptomoneda y blockchain, “Elon, sin importar lo loco que esté, es un ejemplo para todas las personas que quieran innovar. Cuando creemos que algo es descabellado e imposible, él dice que lo hará, y en gran parte lo está haciendo. Uno de los secretos de su éxito es tal vez que no tiene miedo al fracaso, o al menos así lo parece, y se atreve a invertir y cambiar industrias en las que no te lo imaginarías”.
A los 12 años, el joven Elon diseñó su primer videojuego y a los 17 huyó del servicio militar obligatorio de su país natal, rumbo a Canadá. Allí comenzó trabajando en la granja de unos primos. Estudió economía y física en la Universidad de Pensilvania. Empezó el doctorado pero lo abandonó a los pocos días para dar paso a su andadura en el mundo empresarial.
En 1995 fundó junto a su hermano Kimbal su primera empresa, Zip2, que ofrecía a los periódicos una guía de la ciudad basada en la web, con mapas y páginas amarillas.
Poco después puso en marcha X.com, una firma de servicios financieros en línea y un sistema de pago por correo electrónico, que en el 2000 se fusionó con Confinity, con la cual se creó el exitoso servicio de pago en línea PayPal. Poco más tarde, en 2002, eBay adquirió PayPal por US$ 1.500 millones, de los que Musk se embolsó US$ 165 millones. Ese mismo año, con un capital de US$ 100 millones, arrancó Space Exploration Technologies, conocida como SpaceX, con el propósito de reducir el precio de los viajes al espacio y colonizar Marte, y compró Tesla, que hasta entonces era solo una idea de crear autos deportivos eléctricos.
Con ambas empresas estuvo a punto de llegar a la quiebra. SpaceX tuvo varios lanzamientos fallidos y Tesla sufrió problemas con el incendio de sus prototipos de baterías, lo que casi acaba con la compañía en 2008. No obstante, ese año SpaceX llegó a un acuerdo con la NASA por 1.408 millones de euros y en 2012, Tesla comenzó la fabricación de su primer vehículo para lanzar al mercado.
En 2015 puso en marcha, sin fines de lucro, OpenAI, dedicada a la investigación de la inteligencia artificial. Su finalidad era competir contra las grandes corporaciones y los gobiernos, y evitar que se utilice la inteligencia artificial para obtener un mayor poder y oprimir a los ciudadanos.
En 2016 creó Neuralink, para integrar el cerebro humano y la inteligencia artificial, y The Boring Company, centrada en el desarrollo de un túnel subterráneo, capaz de solucionar el elevado tráfico de las grandes ciudades. SolarCity fue fundada por sus familiares, sin embargo, el empresario es el mayor accionista y se encarga de ofrecer servicios de energía solar para los hogares.
El director de cine Jon Favreau ha dicho que Musk fue gran fuente de inspiración para crear a Tony Stark, un genio millonario que no conoce de límites, en las películas de ‘Iron Man’, protagonizadas por Robert Downey Jr. Y como si de un filme se tratara, en junio de 2017 abandonó dos de los consejos asesores empresariales del presidente Donald Trump luego que el mandatario anunciara que Estados Unidos saldría del histórico acuerdo climático de París. En ese entonces Musk tuiteó:
“Estoy saliendo de los consejos presidenciales. El cambio climático es real. Salir de París no es bueno para Estados Unidos ni para el mundo”.
Durante el programa de televisión estadounidense Saturday Night Fever, que se emite en directo bajo la atenta mirada de millones de espectadores, confesó que padece el síndrome de Asperger. “Reinventé los coches eléctricos y estoy enviando gente a Marte en un cohete, ¿creyeron que también iba a ser un tipo relajado y normal?”.
Sobre su fortuna, parece no vivir muy deslumbrado y todo indica que el dinero que se gana, se lo gasta en sus nuevos proyectos y no en grandes lujos, aunque sí viaja en un avión privado. “Sería muy problemático si yo me gastara miles de millones al año en consumo personal. Pero no es el caso”. En varias ocasiones ha dicho que ni siquiera tiene casa y que, por lo general, se queda en las de sus amigos. “El avión lo uso, porque de lo contrario, me quedarían menos horas para trabajar”.
El método Musk es ahora estudiado en universidades e instituciones de
innovación. Con extravagancia o no, está cambiando el mundo. “No diría que tengo una falta de miedo. De hecho, me gustaría que mi miedo a la emoción fuera menor, porque distrae mucho y fríe mi sistema nervioso”.
Amores fallidos
Con cuatro relaciones intermitentes y ocho hijos, la vida de Elon Musk es todo un drama. Ninguna mujer parece dispuesta a aguantar sus múltiples ausencias. Su agenda ya es bastante apretada. Según ‘Business Insider’, al magnate no le queda tiempo ni para desayunar, solo se baña y procede a trabajar en bloques de cinco minutos, eso le garantiza atender sus pendientes entre 85 y 100 horas a la semana. La mayor parte de su tiempo lo dedica a SpaceX y a Tesla y viajando de un destino a otro por negocios.
El primer romance del magnate que se le conoció públicamente fue con la escritora Justine Wilson. Se encontraron en la Universidad de Queen en Canadá. Ella describió para la publicación Marie Claire aquel momento: “Me invitó a comer helado, dije que sí, pero luego lo rechacé en una nota que puse en la puerta de su dormitorio”. Fue luego de mucha insistencia que Wilson le aceptó la salida a Musk, pero meses después él se transfirió de dicha universidad y se alejaron, ya que Justine obtuvo una licenciatura en literatura inglesa y se mudó a Japón para enseñar inglés como segundo idioma.
Después de un año, ella volvió a Canadá, y el dueño de SpaceX aprovechó para acercarse nuevamente. Su relación cambió por completo, Justine se mudó a California para estar con él, se casaron en el 2000 y dos años después tuvieron a Nevada Alexander, su primer hijo, quien falleció a los 10 meses de edad a causa del síndrome de muerte súbita del lactante.
A los dos años nacieron los mellizos Xavier y Griffin, a través de fecundación in vitro, y posteriormente, por obra y gracia del mismo método, los trillizos Kai, Saxon y Damian.
Pese a la descendencia y muchas terapias de pareja, la relación no prosperó. “Un mes y tres sesiones después, me dio un ultimátum: ‘O arreglamos este matrimonio hoy, o me divorcio de ti mañana’, por lo que entendí que quería decir: ‘nuestro statu quo funciona para mí, así que debería funcionar para ti’. Me sentí entumecida, pero extrañamente aliviada”.
No se habían divorciado, y ya Musk picaba en otros lados. Conoció a la actriz Talulah Riley, no precisamente en un set sino en un bar y conectaron enseguida.
Para sorpresa de muchos, Riley se llevó a las mil maravillas con Justine. Talulah le comentó a la revista Rolling Stones lo que pensó cuando él la abordó: “este tipo probablemente no habla mucho con actrices jóvenes, parece bastante nervioso”.
Después de dos años de romance, la pareja se casó, pero tras dos años firmaron el divorcio. Musk le dijo a Forbes que todo fue en los mejores términos y les quedó una amistad tan bonita que, 18 meses después, él y la estrella de ‘Westworld’ se reconciliaron y se casaron de nuevo. La miel duró poco. Él le pidió el divorcio en 2012 y aunque lo retiró, porque hubo reconciliación, Talulah lo solicitó, irrevocablemente, en 2016.
La expareja de Johnny Depp, Amber Heard, también fue seducida por un coqueto Musk. Se conocieron en el set de la película de ‘Machete Kills’ en la cual él hizo un cameo, aunque fue hasta 2016, cuando ella ya no estaba con la estrella de Hollywood y él se había separado con Talulah, que su historia de amor comenzó en serio.
La relación fue confirmada en una fotografía publicada en la cuenta de Instagram de Heard, en la que ambos posaron felices. Aquello tampoco prosperó. El magnate tuiteó su rompimiento en 2017: “Solo para aclarar algunas de las especulaciones de la prensa este fin de semana, aunque Amber y yo terminamos, todavía somos amigos, permanecemos cerca y nos amamos”.
Amber y Elon fueron vistos juntos nuevamente a finales de ese mismo año pero en febrero de 2018 se separaron definitivamente. Ella culminó la relación debido a la falta de tiempo del millonario.
Durante el juicio entre Depp y Heard, se rumoró la participación del magnate a favor de la actriz. Nunca ocurrió.
Días después de su ruptura, en una entrevista para Bloomberg BusinessWeek, él afirmó: “Creo que el tiempo asignado a los negocios y los niños va bien. Sin embargo, me gustaría dedicar más tiempo a las citas. Necesito encontrar una novia. ¿Cuánto tiempo quiere una mujer a la semana? ¿Quizás 10 horas?”.
Aunque no parezca, es el primero en lamentar sus intentos infructuosos por mantener una relación. Admitió para Rolling Stones que se deprimió en el lanzamiento de Tesla Model 3 por su último fracaso sentimental. “No es que no sepa lo que se siente estar en una gran casa vacía, y sentir tus pasos resonando a través del pasillo y nadie allí, y nadie en la almohada a tu lado. ¿Cómo ser feliz en una situación así?”.
Luego de una interacción coqueta en Twitter entre Musk y la cantante australiana Grimes, se rumoró sobre su relación secreta, confirmada en 2018. Rompieron, regresaron y en 2020 ella tuvo al séptimo hijo de Elon: X Æ A-Xii. Tampoco prosperó dicha unión.
Excentricidades
Elon Musk es tan excéntrico que llega al punto de compartir, especialmente en Twitter, supuestas amenazas de muerte. Recientemente jugó con comentarios bastante duros del jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dimitry Rogozin, quien señaló que Musk “se hace el tonto” en el conflicto contra Ucrania. La respuesta del multimillonario sudafricano fue: “Si muero en circunstancias misteriosas, fue un gusto conocerlos”.
En redes sociales chinas apareció la imagen de Mia Yilong, un ciudadano chino que se destaca por su enorme parecido con el magnate, al punto de autodenominarse “Elong Musk” y llamando la atención del CEO de SpaceX, quien no dudó en mencionar que deseaba conocerlo “si es real”, poniendo en duda su existencia, gracias a las innovaciones en la tecnología ‘deepfake’.
Entre las facetas más oscuras de este personaje se conoció, en mayo de este año, que SpaceX tuvo que destinar 250 mil dólares como pago compensatorio a una azafata que, en 2018 denunció el acoso de Musk en un vuelo, que incluye exhibición de sus genitales y toques indebidos. Por esta denuncia, las acciones de Tesla cayeron un 10% de su valor nominal a pocas horas de difundirse dicho caso.
Hay quienes le huyen a posibles nexos con Musk, es el caso de Vivian Jemnna Wilson, una persona transgénero que decidió cambiar su identidad tras cumplir 18 años. Previamente era conocida bajo el nombre de Xavier Musk, uno de los nueve hijos del empresario.
En noviembre de 2021 nacieron dos gemelos como fruto de un romance entre Elon y Shivon Zilis, una ejecutiva de Neuralink y exdirectora del proyecto IA en Tesla. Con ellos, el multimillonario suma nueve hijos, algo con lo que ha bromeado en Twitter, asegurando que “hago lo posible para ayudar con la crisis de despoblación”.
Uno de los últimos escándalos por supuestos amoríos del empresario se centra en Google, específicamente en la familia del cofundador Sergey Brin. Musk habría provocado el divorcio de Brin y su pareja, Nicole Shanahan. Sin embargo, este negó los cargos.
Incluso sin tuitear, Musk llama la atención. El 13 de abril cambió su biografía en la red social y se autodenominó: “Emperador de Marte”, en referencia a los planes de SpaceX con la nave Starship, vehículo designado por la NASA para el retorno a la Luna y que, en un futuro, podría llevar a Marte a la raza humana.
Su pelea con Jeff Bezos, el segundo en la lista de multimillonarios a nivel global, es otra de sus extravagancias. Tras los problemas surgidos con la decisión de NASA para desestimar a Blue Origin frente a SpaceX en el programa ARTEMIS, Musk le envió un emoji de medalla de plata a Bezos tras actualizarse la lista de personas más ricas en el mundo.
Elon suele tener hambre pero de poder. David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, señaló que la riqueza de los multimillonarios podría ayudar a la erradicación de la hambruna en el mundo. En concreto, se habló de un monto cercano a los US$ 6.000 millones, cifra refutada por Musk en Twitter. Tras esto, el fundador de Tesla retó a la entidad a “explicar cómo 6 mil millones resolverán el hambre en el mundo”, prometiendo vender acciones de Tesla si el cálculo era preciso.
En noviembre de 2021, el millonario lanzó una peculiar pregunta en Twitter, red social en la que cuenta con más de 80 millones de seguidores: “Últimamente se habla mucho de que las ganancias no realizadas son un medio de elusión fiscal, por lo que propongo vender el 10% de mis acciones de Tesla”. Más de 3 millones de personas participaron de la convocatoria, con un 57% a favor de la venta. Pese a ello, Musk no vendió el 10%, sino solo el 3%, unas 4.5 millones de acciones.
El año pasado estuvo marcado por los desvaríos de Musk respecto al Bitcoin y varios sistemas de exchange de criptomonedas, con declaraciones que provocaron variaciones preocupantes en el valor de divisas digitales como DogeCoin o la misma BTC.
El sudafricano señaló que las personas deberían alejarse de sistemas como Binance o Robinhood, debido a que no son confiables para el resguardo del dinero.
Este año comparó a Justin Trudeau, primer ministro de Canadá con el nefasto líder nazi Adolf Hitler. En un meme de respuesta a Coinbase (plataforma de comercio de criptomonedas), Elon mencionó que, a diferencia del político canadiense, Hitler tenía presupuesto para llevar a cabo sus planes.
Además, retó a duelo al presidente ruso Valdimir Putin, poniendo como recompensa a la misma Ucrania para el ganador de una posible contienda “cuerpo a cuerpo” que, hasta ahora, no se ha dado.
Tan excéntrico como es para sus tuits, lo es para ponerles nombre a sus hijos. A sus retoños con su exnovia Grimes los llamó: X Æ A-Xii (se pronuncia X A.I. Archangel), y a su hermanita, Exa Dark Sideræl Musk, a la que llaman “Y”, a secas. Según él, se inspiró en los exaFLOPS, término informático relacionado a las supercomputadoras, y “Sideræl” es la escritura élfica de “Sidereal”, que significa “el tiempo de la verdad en el universo”.
Tres últimos datos
Futuro en contra
- Los primeros General Motors y Volkswagen suspendieron su publicidad en Twitter tras la adquisición.
- Grupos de derechos civiles han expresado preocupación de que Musk permita discursos de odio e información errónea sin control en la red social y que restablezca cuentas bloqueadas, incluida la del expresidente estadounidense Donald Trump, expulsado después del asalto por parte de sus simpatizantes al Capitolio, en 2021.
- Una de las principales ideas planteadas por Musk es el establecimiento de una suscripción de ocho dólares al mes que permita a los usuarios tener su cuenta certificada y estar menos expuestos a la publicidad.