Nancy Stokes nunca ha tenido un orgasmo. Deseosa de un poco de aventura y placer sexual, decide contratar los servicios del joven Leo Grande, y así dejar a un lado los prejuicios que la han acompañado toda su vida.
A través del personaje de Nancy, quien, además, es viuda y profesora jubilada de estudios religiosos, la actriz Emma Thompson retrata en la película 'Buena Suerte, Leo Grande', a muchas mujeres de su generación, reprimidas sexualmente, bajo el concepto que la mujer solo está destinada para la reproducción.
En un artículo escrito para la revista Vogue, Thompson, dos veces ganadora del premio Óscar, se pregunta: “¿Alguien sabe o le importa si las mujeres de mediana edad están satisfechas sexualmente?”. Su reflexión surge a partir de las inquietudes que le dejó su interpretación en este filme que se encuentra actualmente en las carteleras de cine del país.
La propuesta del proyecto la tomó por sorpresa pero no tardó en atraparla. “Quizá sobre decir que fue uno de esos guiones que pocas veces te llegan. A las cuatro páginas ya estaba enganchada. Tras una primera lectura, escribí a la directora para decirle que teníamos que hacerlo sí o sí. No muchos meses después, lo hicimos”, explica la intérprete.
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En el artículo publicado inicialmente en la versión británica, la actriz recorre su concepción sobre la sexualidad y el cuerpo desde el ámbito privado hasta el profesional en una industria como Hollywood, además de lo complejo y el reto que fue desnudarse frente a la cámara, a sus 63 años. “No tenía idea de lo mucho que me iba a enseñar el filme sobre mi actitud hacia mi cuerpo, hacia el placer y la vergüenza, lo mucho que iba a llorar por lo que nos perdemos en la vida al reprimirlo, ignorarlo y castigarlo”.
Sobre esto último, el espectador lo verá representado en una de las escenas más emblemáticas de la cinta cuando el personaje de Nancy se para frente a un espejo a observar su cuerpo. No solo es una mujer que aprendió a explorar el placer, también aprendió a reconocerse y aceptarse físicamente.
De hecho esta es la primera producción en la que se atrevió a presentar, en la pantalla grande, un desnudo integral y sin retoques de una mujer de mediana edad, algo que se está normalizando y que también pidió la actriz Kate Winslet en su última serie.
“En el transcurso de 19 días en febrero de 2021, Daryl McCormack, quien da vida a Leo, que ahora tiene 29 años, y yo, con 63, filmamos cuatro encuentros en un Norfolk con tanta seguridad anti-Covid que parecía nuestro y de nadie más. Cualquiera podría asumir, y se perdona, que se trata de una especie de réplica ‘a la inglesa’ de El Último Tango en París, o, más bien, Mi Primer Pasodoble en Norwich, pero, de hecho, es un viaje a través de varios niveles de intimidad. Una exploración del placer y la vergüenza, y un retrato del trabajo sexual en calidad de profesión asistencial”.
Sin ánimos de dar ‘spoilers’, cabe resaltar que en la película, Nancy, aterrorizada por lo que ha puesto en marcha, llega a Leo cargada de prejuicios y con unas expectativas muy bajas, tras una vida llena de decepciones en el dormitorio. Él llega a ella con la mente y el corazón abiertos, un impresionante don de gentes y sus propios secretos.
“Simplifiqué bastante la preparación del personaje debido a las restricciones Covid de entonces: para empezar, no podía ir a un balneario y perder seis kilos en previsión de un futuro desnudo. Decidí que mi personaje, Nancy, tampoco lo habría hecho, y sin duda fue lo mejor”, confesó la artista.
“Interpretar a esta mujer que está a punto de cruzar todos los límites que ha mantenido intactos durante toda su vida, que cruza tantas líneas rojas que se queda bizca, ha sido el reto más estimulante que me han ofrecido en años”, asegura Thompson, quien acumula casi 100 créditos como actriz.
En su proceso de investigación del personaje, la actriz fue más allá y hasta cuestionarse por qué la salud sexual ¿no se incluye en la sanidad pública? “El sexo es libre, natural, normal, apetecible, bueno y, como dice Leo en la película, inaccesible para algunas personas por todo tipo de razones perfectamente válidas. Es una cuestión de salud pública”.