El cerebro es un órgano imprescindible, ya que se encarga de controlar todas las funciones vitales, cognitivas, emotivas y motoras del cuerpo, como por ejemplo: todos los movimientos voluntarios, la regulación de la temperatura, la presión sanguínea, el habla, la memoria, el razonamiento, etc. Debido a ello, resulta un órgano determinante para la salud general del individuo.
La Federación Mundial de Neurología fomenta la salud cerebral de calidad en todo el mundo. Por ello, desde el año 2014, proclamó el 22 de julio como el Día del Cerebro, con el fin de concientizar a todas las personas sobre la importancia del cuidado que se le debe brindar a este órgano.
1. Posee alrededor de cien mil millones de neuronas. Estas no pueden dividirse ni reemplazarse a sí mismas. A medida que se envejece, se pierden neuronas. De acuerdo con un informe publicado por la Dirección General de Investigación de la Universidad Veracruzana de México, a la edad de 75 años, 1 de cada 10 neuronas habrán dejado de existir.
2. El cerebro no siente dolor. Es inmune a sentirlo, ya que carece de nociceptores (receptores capaces de
detectar estímulos en el resto del cuerpo). Al padecer dolor de cabeza, lo que en realidad nos duele es el tejido que rodea a este órgano vital.
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3. No es multitareas. Aunque parezca que realiza varias tareas de manera simultánea, para el cerebro no es posible prestar atención de manera selectiva y sostenida, lo que hace es ir saltando de una a otra. Para que este desempeñe bien una sola función, necesita estar concentrado.
4. Puede autoconsumirse. El hambre obliga a las células cerebrales a comer parte de sí mismas. Según investigadores del Colegio de
Medicina Albert Einstein, de la Universidad de Yeshiva en Nueva York, el proceso ocurre en el hipotálamo, las neuronas que se encargan de indicarnos que tenemos hambre, comienzan a comer porciones de sí mismas, sus propias proteínas, como un último recurso para obtener energía y evitar la inanición.
5. El peso de este órgano en un humano adulto puede variar entre 1 kg. y 1.5 kg. Un bebé tiene un cerebro de apenas 350 gramos; al año, este pesa 700 gramos, y a los 2 años, 900.
6. Recibe un 25 % de la sangre que bombea el corazón. Con cada latido, las arterias transportan 1/4 de su sangre al cerebro, donde billones de células usan el oxígeno y nutrientes que lleva su sangre.
7. Siempre está en marcha. A menudo es común oír el mito de que el ser humano utiliza el 10 % de su capacidad cerebral. Según neurólogos, se emplea casi el 100 % del cerebro y este se encuentra ocupado en todo momento, nunca deja de estarlo, incluso, cuando no se realiza ninguna actividad.
8. Envejece rápidamente. Un estudio de la Universidad de Duke y de la Universidad Nacional de Singapur determinó que por cada hora que se reduce el
ciclo de sueño, disminuye el rendimiento cognitivo global. Menos de siete horas de descanso provoca una reducción en el volumen cerebral y un envejecimiento más rápido del sistema nervioso.
9. Diferencias entre sexos. La Universidad Erasmo de Róterdam (Países Bajos) determinó que existen diferencias en el cerebro humano dependiendo del género. Los resultados destacan que el cerebro de los hombres es un 14 % mayor que el de las mujeres. Sin embargo, el cerebro femenino está mejor organizado y procesa más rápido la información.
10. El cerebro produce suficiente electricidad como para encender una bombilla pequeña. Según un informe científico de María Irma García Ordaz, psicóloga e ingeniera de la Universidad Autónoma de Hidalgo en México, esto se debe a que las neuronas envían señales entre ellas produciendo una enorme cantidad de actividad eléctrica en este órgano.
Cómo mantener un cerebro saludable
Los expertos destacan la importancia de realizar desafíos cognitivos, actividad física, tener una sana alimentación, descansar adecuadamente y estar socialmente activos.
Andrea Milena García, magíster y doctora en Psicobiología de la Universidad de la Sabana, recomienda llevar a cabo actividades que generen un estímulo placentero y que representen un desafío cognitivo para el individuo dependiendo de su edad. Ya sea leer un libro, aprender un idioma nuevo o incluso, llenar sudokus.
“Realizar ejercicio frecuentemente produce en el cerebro la liberación de hormonas como la dopamina, la serotonina y la endorfina”, explica Marcela Rizo, psiquiatra de la Clínica Imbanaco. La activación de estas mejora el estado de ánimo, el bienestar de la persona, su productividad y el desempeño en las actividades cotidianas.
Según Carlos Andrés Clavijo, neurólogo especialista en epilepsia del Instituto Neurológico del Pacífico, llevar una dieta adecuada le permite al cerebro funcionar correctamente. Clavijo recomienda disminuir las cargas elevadas de gluten, proteína presente en derivados de la cebada, el trigo, la avena y el centeno, productos relacionados con procesos inflamatorios cerebrales. A futuro, la excesiva ingesta de gluten puede causar migrañas, Alzheimer, demencia, ansiedad, depresión, hiperactividad y epilepsia.
“Se recomienda a nivel de alimentación para el cerebro que exista una dieta muy balanceada que ofrezca todos los nutrientes esenciales básicos para este órgano: consumir verduras, frutas, carnes, todo esto es favorable para el cerebro para funcionar adecuadamente”, sugiere la doctora Andrea García.
Tener un buen descanso es fundamental, dormir menos de ocho horas diarias puede reducir su rendimiento. “Si la persona tiene un trabajo que le impide cumplir con el ciclo normal de sueño, lo normal es que reponga esas horas de sueño en otro momento del día”, dice el neurólogo Carlos Clavijo.
Martha Elena Osorio, orientadora social, recomienda potenciar los estímulos afectivos y las relaciones sociales con el fin de conservar una salud mental estable. Mantenerse activo socialmente permite un mejor estado emocional.