Todas las familias tienen algo que contar y también algo que ocultar, incluso la familia real de España, lo cual quedó en evidencia esta semana cuando se conoció uno de los secretos mejores guardados del rey Juan Carlos de España, a quien por estos días se le ha visto en París.
Aparentemente, después del nacimiento de las infantas Elena (1963) y Cristina (1965) y el rey Felipe (1968), Juan Carlos I tuvo una cuarta hija, fruto de una relación extramatrimonial con una aristócrata ligeramente mayor que él. La que sería la cuarta heredera llegó al mundo a finales de la década de los ochenta.
De acuerdo con el adelanto del libro ‘King Corp. El imperio nunca contado de Juan Carlos I’, que iniciará su venta a partir del 8 de mayo, y que está escrito por José María Olmo y David Fernández, en los años 70, cuando ya estaba casado, el ahora Rey emérito de España inició una relación con una aristócrata, se dice que tenían amigos en común y compartían su amor por la caza.
Cuenta esta historia que parece de novela que todos los inquilinos del Palacio de la Zarzuela conocen la existencia de Alejandra, aunque no siempre fue así. Cuando Felipe VI era joven, Juan Carlos I temía que conociera a su hermanastra y los dos se enamoraran sin saber que eran familia.
Cuando Alejandra fue informada de que su padre era el rey de España, se produjo un discreto acercamiento. El entonces jefe del Estado intentó compensar la falta de reconocimiento oficial con afecto y otras muestras de generosidad, aunque, aparentemente, nunca la trató como a sus otros tres hijos.
Con el paso de los años, el rumor salió de los muros de Palacio y empezó a ser difundido, por el propio Rey, en su círculo de amistades, a quienes, supuestamente, describía a su hija como “una chica buena, muy inteligente y preparada”, Parecía muy orgulloso de ella, dicen.
Solo después de la salida del libro, el rumor tomó forma de nombre. Medios de comunicación señalan que se trata de una mujer llamada Alejandra, que está casada, tiene un hijo y nunca ha reclamado ningún tipo de derecho sucesorio. Lo que se conoce, hasta ahora, es que creció ignorando quién era su verdadero padre y, cuando lo supo, optó por continuar con su vida como ya venía desde antes.
Según el libro, en el círculo más cercano del Palacio de la Zarzuela desde siempre se ha conocido la existencia de la hija ilegítima; sin embargo, esta cúpula ha guardado discreción para mantener a salvo la relación matrimonial de los reyes de España.
Ana de Rojas, hija mayor del conde de Montarco, Eduardo de Rojas, ha manifestado a la prensa su enojo, ya que, al parecer, la protagonista de esta truculenta historia es su hermanastra Alejandra. Aunque en su investigación los autores no dieron a conocer el apellido de la supuesta hija del rey, la descripción de la mujer y sus actividades relacionadas con el mundo de la moda encajan, como anillo al dedo, con su hermana política.
“Si mi padre hubiera tenido una hija y sabido que no era suya y le dio sus apellidos, estaba en todo su derecho. Ninguno de los hermanos hemos dicho nunca nada ni yo lo voy a decir, pero me parece indignante que esto salga a la luz. Sea quien sea el padre de Alejandra”, expresó al podcast español Mujer Hoy.
Por su parte, Alejandra de Rojas no ha dado declaraciones de lo sucedido, ni ha reaccionado cancelando sus redes sociales o nada similar.
Mientras que el rey Juan Carlos ha solicitado que se “respete la verdad” y niega haber tenido una relación con la aristócrata Rosario Palacios, así como tampoco tener una hija secreta.
“Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con doña Rosario Palacios (q. e. p. d.) [que en paz descanse] y consecuentemente haber tenido una hija con ella”, mencionó a una agencia de prensa internacional.
Además, fuentes cercanas a la Casa Real también negaron tener conocimiento sobre una supuesta hija secreta del rey.
Fuentes confirman
En la década de los de los setenta, la madre de Alejandra destacó por ser una mujer liberal y progresista. Era habitual verla en eventos de moda.
Pese a que la noticia ha sido negada por el rey Juan Carlos I, en el libro se manifiesta que la historia de Alejandra ha sido confirmada por tres personas cercanas a los protagonistas de la historia, entre ellas una examante del Rey, a quien confesó la paternidad de la joven. El segundo es un amigo personal del soberano, quien aparentemente ha visto como este y Alejandra comparten tiempo como lo haría cualquier padre e hija. La tercera fuente es un exnovio de Alejandra, a quien ella le contó.