Drante 20 años, Roger Ailes fue el amo y señor de Fox News, el canal de noticias más exitoso de Estados Unidos. Todo acabó cuando Gretchen Carlson, una presentadora que había sido Miss América, lo denunció por despedirla cuando se negó a acceder a una propuesta sexual.

Esa es la historia de 'Bombshell' o 'El Escándalo', la película basada en un hecho real, el escándalo sexual precursor del #MeToo que estará en carteleras el próximo 16 de enero y en la que Nicole Kidman interpreta justamente a la periodista Gretchen Carlson.

A Gretchen se le unirá después Megyn Kelly, cuyo papel hace Charlize Theron, quienes sientan el precedente para que las mujeres pierdan el miedo a denunciar el acoso sexual en la industria audiovisual norteamericana.

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Meses después del hecho real estalló el escándalo de Harvey Weinstein y el movimiento #MeToo, el cual cobró fuerza en todo Hollywood y más allá.

La película, que cuenta con la actuación de Margot Robbie, quien hace de Kayla (otra de las mujeres acosadas), es dirigida por Jay Roach, ganador de un Emmy, es producida por Roach, el guionista Charles Randolph y la actriz Charlize Theron.

La historia real comienza así: En el verano del 2016 Gretchen Carlson, quien fuera la anfitriona del influyente programa Fox & Friends, y quien recientemente había sido despedida, demandó al fundador de Fox News, Roger Ailes, alegando acoso sexual. La mayoría de la gente esperaba que Carlson fuera aplastada por el poder de Ailes, que parecía intocable en la industria.

Lo que sucedió supera la ficción. En solo 16 días, Ailes tuvo una de las caídas más estrepitosas en la historia corporativa desde las alturas de la élite, gracias a que varias mujeres contaron sus historias de abuso con él, entre ellas la superestrella de Fox News, Megyn Kelly (Charlize Theron).

Ese fue el antecedente de un momento decisivo.

En octubre del 2017, el New York Times informó sobre múltiples acusaciones contra el titán del entretenimiento Harvey Weinstein, historia que convirtió el movimiento #MeToo en fenómeno global. Los códigos corporativos de silencio fueron detonados.

El guionista de 'El Escándalo', Charles Randolph, dice que sintió que esta era una historia que no solo necesitaba ser contada para las mujeres, sino también para los hombres.

“Quería poner al público masculino dentro de la experiencia subjetiva del acoso y lo que eso significa y cómo se siente. En la película las mujeres reconocen estas experiencias, pero los hombres pueden encontrar algo de lo que no se habían dado cuenta”, agregó.

Si bien, según el guionista, Megyn (Charlize) es el centro narrativo de la película, “la que nos lleva a lo más profundo de este mundo. Gretchen (Nicole) es el centro moral en el sentido de que enmarca el problema y toma la decisión más heroica”. Precisamente, hablamos con la actriz Nicole Kidman sobre esta película que seguramente no dejará inmune a ningún espectador.

¿Cómo describiría ‘El Escándalo’ desde su experiencia como espectadora?

Esta película es muy perturbadora, sea uno hombre o mujer, y espero que así sea para quien la vea.

¿Qué la motivó a aceptar este papel?

Lo que me interesó del guion es el tema que trata y que captura un momento de la historia que detonó profundos cambios. También me interesó que la narración fuera tan intensa y contada desde el punto de vista femenino. Finalmente, el hecho de que se sintiera tan entretenido, pero también muy contundente, fue realmente atractivo.

¿Cómo se dio la creación de su personaje, teniendo en cuenta que se trató de una persona real y que nunca pudo hablar con Gretchen, la periodista que interpreta, pues el acuerdo firmado con Fox News lo impedía?

Siempre intento conectar emocionalmente con mi personaje, porque no creo que la gente quiera ver una imitación. Entonces, traté de entender y transmitir todo lo que pasó por Gretchen y la razón por la cual hizo lo que hizo y cuáles fueron y seguirán siendo las ramificaciones en el futuro.

¿En qué considera que radica la fuerza de su personaje, en comparación con los de Charlize y Margot?

Aunque con el personaje de Charlize (Megyn) y de Margot (Kayla, personaje ficticio que reúne las historias de muchas mujeres), visceralmente sientes la indignación, a través de mi personaje (Gretchen), no ves tanto lo que le pasa, sino la manera en que ella lucha contra lo que trata de cambiar, aquello que considera que es su derecho. Es poderoso.

¿Cómo describiría el reparto, por ejemplo, John Lithgow, que gana muchos detractores como Ailes?

El Escándalo tiene extraordinarios actores como Kate McKinnon, Connie Britton, Alison Janney y en especial John Lithgow, que logra engancharte con el personaje de Ailes, con tanta destreza que uno dice ¡Wow! Excelente adición a semejante elenco. 

¿En qué hace la diferencia trabajar con la dupla del director Jay Roach y el guionista Charles Randolph?

Tenerlos a los dos al mando es saber qué es lo que saben hacer. Están muy comprometidos políticamente con lo que creen, pero también son capaces de entretener. Jay lo hace mucho, Charles lo hizo con ‘The Big Short’. Jay Roach, por cierto, lo siente como su propósito y su pasión en términos de su cine, su deseo de justicia.

¿Qué mensaje considera le están transmitiendo a las mujeres tanto usted, como Charlize Theron y Margot Robbie a través de sus papeles?

Fue maravilloso unir fuerzas con estas mujeres y saber que estábamos hablando de las historias vividas por cualquiera que haya estado en una situación de acoso y abuso de poder. Y tal vez esta historia real que interpretamos inspire a alguien a decir: “No necesito aguantar esto. Puedo tener voz, me pueden escuchar y me pueden creer”.

Hablan actores de 'El Escándalo'

Charlize Theron, protagonista (Megyn) y productora. “Esta es una historia sobre la violación de los derechos de las personas, y eso no es partidista. La conclusión es que todos deberíamos ser libres para ser ambiciosos, perseguir las cosas en las que creemos y hacer nuestro trabajo en un entorno seguro. Puede tener un debate saludable sobre la forma correcta de abordar el negocio de las noticias. Pero nadie debería estar en una posición en la que sientas que te quitarán tus objetivos finales si dices la verdad sobre alguien en el poder. Eso simplemente no debería suceder. A ninguna persona”.

Theron contó que en 1994 sufrió el acoso de un “director muy famoso”. “Él llevaba un pijama de seda y me ofreció una bebida y me frotó la rodilla. Estaba empezando. No conocía los entresijos, y me dije a mí misma mientras conducía allí a las 9 p.m. ¿Tal vez así es como lo hacen en la industria del cine? No sabes qué hacer. Si no lo has hecho y no lo has experimentado, es algo muy difícil de entender. Ni siquiera estaba completamente convencida de que esto fuera acoso sexual hasta más adelante en mi carrera. Me culpé mucho. De que no dije todas las cosas correctas y que no hice todas esas cosas que queremos creer que haremos en esas situaciones”. Describió que ocho años después, se encontró de nuevo con su acosador en otro proyecto, y planeó confrontarlo, infructuosamente, porque él evadió el tema.

Margot Robbie, quien interpreta a Kayla, personaje creado por el guionista inspirado en las experiencias reportadas por varias mujeres. “De Kayla me encanta su minuciosidad en su vida cotidiana, sin embargo, frente a la cámara, ella es puro corazón, alma y emoción expuesta. De la película me parece que es una oportunidad para iniciar una conversación en la que siento que aún no se ha profundizado lo suficiente. No creo que hayamos tenido la oportunidad de explorar realmente las oscuras áreas grises de la revolución #MeToo y eso me interesó de esta película, que no es una historia de victimización. Me sorprendió cómo Charles Randolph explora personajes que reaccionan ante lo que sucede, de manera honesta e impredecible”.

Más allá de la diva

Nicole Kidman ha interpretado más de 50 personajes en diversas películas, pero el título favorito de su filmografía es Los Otros, dirigida por el director español Alejandro Amenábar, aunque el papel que le dio el Oscar fue el de la escritora Virginia Woolf en Las Horas.

El Secreto de una Obsesión, Sin Salida, La Brújula Dorada. La Princesa Grace , Dogville, Regreso a Cold Mountain, Amor en Rojo, Moulin Rouge, Australia y Todo Por un Sueño, son solo algunos de los títulos en los que Kidman ha puesto su talento.

Esta actriz nació en Hawaii, pero vivió la mayor parte de su vida en Australia, país donde fue nombrada como la mejor actriz del año por su trabajo en la miniserie ‘Vietnam’. Es descendiente de una prestigiosa familia australiana encabezada por un ganadero llamado: barón Sir Sydney Kidman. Su padre escribió libros de bioquímica y psicología y dictó conferencias. Su madre fue enfermera, educadora y editaba los libros de su padre.

Siendo niña practicó ballet, mímica, danza y teatro. Cuenta que le temía a las mariposas, que su mamá no le compraba barbies y que por eso una vez se robó una. Que de adolescente vivía acomplejada por su apariencia física.

Para Juan Carlos Romero, profesor del programa de cine y comunicación digital de la Universidad Autónoma de Occidente, Kidman “forma parte de una de las últimas grandes divas de la cinematografía hollywoodense, porque pareciera que las divas están asociadas a una mirada feminista que ya no les da cabida, a propósito del impacto profundo que ha tenido en la industria de Hollywood el escándalo del MeToo que no deja de tener consecuencias artísticas en términos de esos roles protagónicos de mujeres, que más que actrices se identificaban con una tendencia particular, los famosos símbolos sexuales una erotización del género femenino en la que Hollywood es muy proclive”.

Romero sostiene que “esta actriz se ha ganado el respeto, la admiración y la fidelidad de los espectadores, quienes a lo largo de su carrera hemos visto la transformación de una muy bella mujer en una excelente actriz. Es el tránsito que ella se ha propuesto como artista, saliéndose del estereotipo de la rubia platinada que engalana la maquinaria de producción ideológica que es Hollywood”.

Resalta Romero el papel que Kidman hizo en Ojos Bien Cerrados, con la dirección de Stanley Kubrick. “Fue un papel lleno matices, de contradicciones y de unas fragilidades muy ajenas al estereotipo de mujer deseada que había interpretado en Hollywood”.

En dicho filme que se estrenó en 1999 la pareja en la ficción de Nicole fue Tom Cruise, con quien ella conformaba en ese momento una de las parejas más estables de Hollywood. Ellos se casaron en 1990, él con 28 años y ella con 23, y en menos de un año de haberse conocido en el set de Días de Trueno, y se divorciaron en 2001. “Me casé muy joven, pero no me arrepiento porque tuve un matrimonio perfecto por muchos años”, ha dicho la actriz, quien describió para Vanity Fair su convivencia con Tom Cruise como “vivir en una burbuja, por su fama”.

Con la estrella de Top Gun, Kidman adoptó dos hijos, Isabella y Connor, la primera se casó en secreto y el segundo se casó el año pasado, pero Nicole fue vetada por Cruise para asistir a la ceremonia debido a que la iglesia de la Cienciología a la que pertenece el actor, la considera “contraria a sus creencias” por ser católica. Debido a esa diferencia de credos y a la película de Ojos Bien Cerrados en la que salieron “sus trapitos al sol”, Tom le comunicó a Nicole a través de sus abogados que se divorciaban. Nicole sostiene un feliz matrimonio con el cantante neozelandés de country Keith Uban desde 2006, con quien tiene dos hijas, Sunday Rose y Faith Margaret.

"El apoyo, los pensamientos y las oraciones de nuestra familia están con todos los afectados por los incendios en Australia”, escribió en Instagram la actriz, quien donó 500.000 dólares a Australia por los incendios de los últimos días.

No es ficción

Sin haber salido aún a cartelera, la película El Escándalo ha despertado muchos comentarios entre las personas que la han visto en premier y que se han sentido identificados con sus protagonistas. Es el caso de una periodista caleña, que prefiere omitir su identidad, quien acudió a una exhibición del filme para la prensa en Cali: “La película me tocó bastante, porque siempre he pensado que el acoso sexual es un tema de poder”, afirma quien sufrió en carne propia lo que vivieron las víctimas reales.

“Yo tenía 24 años y laboraba como contratista en el CIAT, Centro Internacional de Agricultura Tropical —donde trabajó en 1991 a 1997—, el jefe del programa en el que trabajaba era lascivo, hacía chistes de mal gusto y frases de doble sentido. Cuando le entregaba mis proyectos audiovisuales, cada vez que le pedía que me firmara mi cuenta de cobro me preguntaba qué le iba a dar a cambio o como él vivía viajando, me insinuaba que fuera a su casa, que iba a estar solo para que lo acompañara y en una fiesta de fin de año me morboseó al punto que duré diez días sin darle la cara, pero me tocó tragarme ese sapo y muchos más, incluso me acusó de robarme una cámara que después apareció misteriosamente”, cuenta la periodista.

“Con los años me buscaron porque una pasante lo denunció por acoso. Lo más contradictorio es que el tipo pertenecía a un organismo de Equidad de Género en Washington. Por mi caso le hicieron una amonestación escrita, pero cuando la española denunció y se le unieron otras, lo sacaron del CIAT”, cuenta.

Agrega que “la película es la radiografía fidedigna del tema de acoso sexual, en este caso a mujeres, aunque también hay víctimas hombres. Es importante que la gente sepa que ante estos casos uno no se puede quedar callado y hay que denunciar. Muchas personas por conservar su trabajo y pagar las cuentas se aguantan esto”.

Elly More, actriz y periodista, de la plataforma LaMorena.com, dice que la película la conmovió al punto de querer llorar, gritar y aplaudir. “No lo hice porque éramos unos pocos periodistas en la sala. Es un filme que narra una realidad mundial, es una denuncia pública y el momento más presente de las mujeres. Esto nos ha pasado a todas, no importa la raza, el color, la estatura, a todos los géneros, los gays lo viven constantemente. Yo lo viví desde los 18. He tenido nueve intentos de abusos en mi vida. En Madrid puse una demanda contra alguien de radio y prescribió. Me sentí plenamente identificada”.

Los hombres también se identifican, como el periodista Manuel Reina: “nos pone pensativos sobre lo que está pasando en el mundo actual donde estos temas de abuso han sido intocables y silenciados muchas veces, y el cine ahora le da vida a una realidad en la cual las mujeres han sido utilizadas al antojo de quienes ostentan el poder y creen que pueden decidir sobre los demás”.

En eso coincide Miryam Bautista, experta en cine, quien prepondera la actuación, el guion y la narración veraz de un episodio bochornoso para quienes ostentan el poder, pero de orgullo para esas mujeres que retaron posiciones exitosas en los medios.

Bautista considera que “estas primeras denuncias estuvieron sujetas a comparaciones exhaustivas porque se trataba de conductas aceptadas por la sociedad y las mismas mujeres, que muchas veces pasaban de víctimas a culpables, por no haber dicho ‘no’. La película es una bofetada al machismo y al ‘todo vale’”.

Como “reveladora, impresionante, sincera, demoledora”, la describe Jaime Ponce, periodista de RCN Radio, experto en cine, y continúa: “nos permite conocer la verdad detrás de lo que ocurrió en el canal Fox News, por parte de directivos de una cadena de TV que utilizaban y ofendían a las mujeres que trabajaban para ellos”.

Jaime Ponce concluye que “esta es una película que empodera a la mujer. Acaba con esos dioses de barro y esa actitud misógina de algunos hombres que creen que porque tienen el poder pueden subyugar a las mujeres a su antojo”.