A pocos s días para que inicie la tan esperada Feria de Cali, y tras conocerse la triste noticia del fallecimiento de uno de los cantantes más representativos de Colombia, Lisandro Meza, es imposible no recordar las veces en que su música, fue sinónimo de fiesta caleña.
Y es que, el ‘Rey sin corona’, como fue bautizado en sus inicios por sus miles de seguidores, luego de que decidiera participar en 1969, en Valledupar, durante la segunda edición del Festival de la Leyenda Vallenata, y no ganara, sí ganó algo mucho más valioso que un premio: el respeto, apoyo y el corazón de su público.
Así fue como el Sabanero Mayor, quien fue miembro de Los Corraleros de Majagual, comenzó a forjar a partir de 1973 un concepto único que popularizó con su acordeón, dando como resultados, éxitos musicales como ‘El Guayabo de la Y’, y ‘El polvorete’.
Ya en la década de los ochenta, Lisandro Meza le dio vida a un conjunto familiar conocido como Los Hijos de la Niña Luz, que recorría los distintos pueblos de la geografía colombiana, llevando el nombre de su esposa por más de 60 años, Luz María Domínguez, la madre de siete, de los hijos del intérprete.
Pero más que su talento musical, fue su inconfundible alegría, y sus letras sentidas y llenas de picardía, que hablaban en especial de las navidades, las que le dieron entrada a la cultura popular caleña, misma que lo hizo ganador indiscutible en cuatro ocasiones, de la canción de la Feria de Cali, con: ‘Las Tapas’ (1980), ‘La Matica’ (1983) ‘La Bella’ (1990) y ‘El Hijo de Tuta’ (2001).