En la tarde del viernes 14 de junio del 2024, el país despidió en luto a Gustavo Lorgia, uno de los magos e ilusionistas colombianos más reconocidos y con más trayectoria en este arte. El artista de 73 años falleció en Bogotá en la clínica Marly, luego de que hace un poco más de 15 días estuviera luchando contra un Shock medular.
Su carrera no solo estuvo limitada en la televisión colombiana, donde se convirtió en una figura icónica, sino que también destacó en producciones teatrales y televisivas en el extranjero. Sus espectáculos, que combinaban complejos montajes escénicos con efectos de pequeño ilusionismo, le valieron el reconocimiento tanto en territorio colombiano como el de otros países.
En ese sentido, entre su legado se encuentran algunos trucos memorables que fueron transmitidos en televisión como la ‘Carta a la Orden’. Lorgia invitaba a participar a personas del público del Festival Internacional del Humor en donde estos quedaban asombrados cuando encontraban las cartas elegidas sin que se hubiera tocado la baraja de naipes. Por lo tanto, este acto no solo mostraba su habilidad técnica, sino también su capacidad para interactuar de manera cercana con su audiencia.
La “Cajita Mágica” era otro de sus clásicos que consistía en aparecer y desaparecer objetos de manera misteriosa, y no solamente entretenía tanto a niños como adultos, sino que también le daba inspiración a los jóvenes a explorar el mundo de la magia. Entre los efectos que se podían realizar estaban la suspensión de una botella en el aire y la evaporación simulada de una moneda, demostrando la versatilidad y el ingenio de Gustavo Lorgia en cada una de sus actuaciones.
Asimismo, el ‘Sombrero Loco’ que se lanzó en 1984 se destacaba como un producto de aprendizaje, el cual no solo incluía 25 juegos de magia variados diseñados para despertar la curiosidad y la creatividad de los jóvenes aprendices de magos, sino también una varita mágica y una baraja de naipes especial. Con este sombrero, los espectadores podían aprender desde trucos simples hasta producciones sorprendentes de objetos desde un sombrero de copa prestado, mostrando la profundidad de su conocimiento y la habilidad para enseñar el arte que le apasionaba.
Cabe mencionar que las actividades didácticas de este último truco no solo enseñaban los fundamentos de los trucos de magia, debido a que también promovían el trabajo en equipo y la diversión en familia.