Santiago Luna Bonilla, la pareja de Valentina Trespalacios en Colombia, tendrá que responder ante la Fiscalía General de la Nación por los delitos de estafa, captación de dinero y concierto para delinquir. Así lo dio a conocer la investigación realizada por Testigo Directo.
Luego de darse a conocer en el país por ser la pareja de la joven DJ, quien fue asesinada el pasado 21 de enero, al parecer, por el estadounidense John Poulos, su nombre vuelve a salir a la luz pública. Esta vez, por estar a la cabeza de un esquema piramidal de cultivos de cannabis con supuestos rendimientos en cripto.
Luna Bonilla, de 24 años, fue señalado a través del medio de comunicación mencionado anteriormente. En él, una mujer que permanece bajo anonimato con el nombre de Carolina, dio su testimonio y explicó que conoció al presunto estafador gracias a una persona que también había trabajabado en el Network Marketing.
“Él (Santiago) se encargaba de ser nuestro mentor, era la persona que nos inspiraba y motivaba a tener los mismos rendimientos que él tenía. Lujos, buenas mujeres, viajes. Una vida que todos merecíamos”, manifestó la mujer.
Es así como, motivada por la vida que el joven promocionaba a través de las redes sociales y por venderse así mismo ante los posibles inversores como el Rey Midas (dios de la mitología griega que convertía en oro todo lo que tocaba), entró al negocio con la idea de ser el proveedor de las grandes farmacéuticas que trabajan con cannabis medicinal. Un negocio que está en auge y que es reconocido internacionalmente como el “oro verde”.
“Si uno trabajaba en el negocio, tenía la posibilidad de recibir unos dividendos adicionales por cada persona que se vinculara como socio inversionista. La idea era obtener un resultado de más o menos entre el 10 % y 12 % de rentabilidad mensual”, comentó Carolina.
Para convencer a las personas de invertir en el supuesto negocio, el exnovio de Valentina Trespalacios los invitaba a visitar unos cultivos de cannabis ubicados en Guarne, Antioquia, donde, según él, estaba el dinero invertido.
Tras entrar en el negocio a través de un club liderado por Santiago Bonilla, Carolina se sumó con una inversión inicial de 10.000 dólares. En total, la mujer invirtió 30.000 ($ 120 millones), los cuales perdió, pues ni Luna ni sus socios respondieron por el dinero.
Igualmente, en el programa Testigo Directo, Mauricio Tovar, líder de la Fundación Blockchain Colombia, sostuvo que: “Hay varios elementos y alertas para tener en cuenta. Así como antes DMG utilizaba los carros y las neveras para estafar, lastimosamente ahora, personas inescrupulosas usan el nombre de las criptomonedas para un mismo objetivo”.
Por su parte, ‘BTC Andrés’, un experto en la materia, advirtió en el mencionado medio de comunicación que las personas pueden identificar cuando un negocio se trata de estafa o no. Por ejemplo, negocios que prometen rentabilidades tan altas son una muestra de que algo ilegal puede estar sucediendo detrás.
“Cuando a uno le prometen 10 % y 12 % de rentabilidad mensual y asegurado, tal vez uno deba pararse de la silla e irse de donde está”, sostuvo tras poner en tela de juicio el éxito de dichas compañías que, en caso de ser cierto, tendrían rentabilidades más altas que Coca-Cola en cinco años.