A lo largo de la historia, Hollywood ha catapultado a muchos niños al estrellato, ofreciendo fama, dinero y una vida de lujos. Sin embargo, el precio suele ser mucho más alto de lo que el público alcanza a imaginar.
Y es que, muchos de ellos, a muy corta edad, tuvieron que enfrentarse al acoso escolar, los trastornos alimentarios, el abuso de sustancias, e incluso, el abuso sexual.
Casos, que el reciente documental Child Star, estrenado en Hulu hace tan solo unos días, deja en evidencia: la fama infantil tiene su lado oscuro.
La producción, que fue co-dirigida por Demi Lovato y Nicola Marsh, arroja una luz sobre las duras realidades de crecer como niño actor en la industria del entretenimiento. Y es que la producción es un fiel espejo de la presión constante que tuvieron que soportar, por cumplir con las expectativas de la industria, algunas de las estrellas infantiles más reconocidas en su momento.
“No habría llegado adonde estoy si no hubiera tomado todas las decisiones que me llevaron a este punto, pero tuvo un precio. Definitivamente no hay un manual sobre cómo navegar esta industria a una edad tan temprana”, explicó Lovato durante el documental.
La actriz, ahora de 32 años, reconoce que estar de ese lado, el de la fama, sin duda tuvo un efecto adverso en su vida. “No me di cuenta de que la fama tendría un impacto tan negativo en mi salud mental. Y desafortunadamente, a veces eso parece como estallar. Como un incidente en el que le das un puñetazo a tu corista de apoyo en un avión o una sobredosis de heroína”.
En su historia, la ahora cantante, reveló lo duro que fueron sus primeros pinos como actriz, siendo tan solo una niña que aun asistía a su curso escolar.
“Comenzó el acoso. Las chicas populares comenzaron a escribir en los baños, ‘Demi es una puta’. Habían escrito una petición de suicidio diciendo que debería matarme. Se pasaba de mano en mano y la gente la firmaba. Fue extremadamente doloroso y esa fue parte de mi motivación para seguir mis sueños porque sabía que me sacaría de allí”.
Pero al llegar a ‘Camp Rock’, y acrecentar su fama, tuvo que lidiar también con la presión que suponía ser niña Disney. Poco después pasaría por la bulimia, se haría autolesiones y abusaría de las sustancias psicoactivas.
“Encontrar drogas era fácil, era la única manera que conocía para escapar. Pero estaba lidiando con algo mucho más grande de lo que podía ver”, confesó Lovato.
Christina Ricci, por su parte, compartió sus propias experiencias con el consumo de drogas durante en su adolescencia. “No recuerdo sentir que hubiera otra manera de ser feliz”.
Y Drew Barrymore confesó que con tan solo 10 años probó la marihuana gracias a un amigo de la familia. A los 12 ya consumía cocaína, y a los 14 intentó suicidarse, e ingresó a rehabilitación
Pero más allá del documental, otros casos han sacado a la luz los peligros que devienen del estrellato infantil.
Uno de ellos ha sido quizá el de Justin Bieber, quien a los 15 años de edad, alcanzó la fama mundial de la mano de grandes productores y mentores.
Sin embargo, han comenzado a surgir rumores sobre la influencia negativa que ciertos personajes de la industria tuvieron sobre él. Como el de la reciente polémica en torno al rapero Sean ‘Diddy’ Combs, tutor de Justin Bieber en sus comienzos, y quien supuestamente habría involucrado al joven cantante en situaciones inapropiadas a una edad vulnerable.
En Colombia, otros casos también demostraron la gran influencia que la fama puede traer sobre una persona y el precio a pagar. Y aunque en el país, los niños actores han sido muy protegidos, casos como el de John Alexander Ortiz, quien personificó a ‘Mateito’, en Pandillas Guerra y Paz, demostraron su alcance. Ortiz sufrió un atentado en el cual recibió varios disparos que llegaron a su médula espinal, razón por la cual la violencia de la serie no solo se limitó a la ficción. Su atacante fue Andrés Moncayo, jefe de sicarios del Cartel de Cali que operaba en el barrio Santa Fe, en Bogotá.
Incluso, Lady Tabares pasó de la fama a la desgracia. La joven ganó reconocimiento por su participación como actriz natural en el papel protagónico de la película colombiana ‘La vendedora de rosas’. Pero su repentina fama acabó al ser condenada a pagar 26 años en prisión por ser coautora del homicidio de un taxista.
Drake Bell
Drake Bell, actor de ‘Drake y Josh’, contó que sufrió abuso sexual por parte de Brian Peck, un extrabajador de Nickelodeon, cuando tenía apenas 15 años. El actor confesó ese duro episodio de su vida, en el documental ‘Silencio en el set: el lado oscuro de la televisión infantil’. Para ese entonces, Bell había comenzado una prometedora carrera actoral y confiaba ciegamente en quienes le acompañaban en su ascenso. “Peck empezó a integrarse demasiado bien en mi vida, pero comenzó a generar un problema entre mi papá y yo. Me decía que mi papá me robaba el dinero... Eventualmente me separé de mi papá y Brian tomó su lugar. Todo era normal, no sentía que estaba en peligro. Una mañana, desperté en el sofá y estaba siendo agredido sexualmente. En ese momento todo cambió, supe que mi vida no iba a ser igual nunca más”.
Amanda Bynes
La actriz que se dio a conocer por ‘The Amanda Show’, ha enfrentado problemas de salud mental y adicciones a lo largo de los años, y muchos atribuyen su radical cambio, a su experiencia en Nickelodeon. Y es que al igual que Drake Bell, la actriz pudo haber sido objeto de abuso. De hecho, en el mismo documental donde Bell hizo su confesión, muchos de los entrevistados, mencionaron los ‘sketches’ con doble sentido, que mostraban a Amanda Bynes con Schneider, otro productor del famoso canal infantil, con serias acusaciones por abuso. La joven anunció su retiro de la actuación en el 2010, poco después se le vio en problemas por manejar sin licencia, consumir marihuana, o caminar desnuda por las calles de Los Ángeles. La actriz terminó en un centro de tratamiento mental, y hoy se mantiene alejada de las redes.
Lindsay Lohan
La bella niña pelirroja saltó a la fama con Juego de Gemelas, y Chicas Pesadas, ganando gran popularidad en la competitiva industria de Hollywood. Sin embargo, el peso de la fama fue aplastante para ella en su juventud, y es que después de protagonizar varias producciones, comenzó una etapa de rebeldía que la llevó a ser detenida en diversas ocasiones por agresión, por conducir ebria y con la licencia caducada, e incluso, por posesión de drogas, pues reconoció que fumaba marihuana y tomaba éxtasis por los efectos que tenían. Fue adicta al sexo, tuvo novios violentos, y una larga lista de amantes.