Venciendo el cansancio, el clima, los eternos trancones, el 25 de marzo se cumplió la tercera jornada del Festival Estéreo Picnic con la asistencia de 45 mil personas entre electrónica, rap, cumbia, reggaetón y bolero con altas dosis de despecho.
Fue una obligación madrugarle a Semblanzas del Río Guapi, agrupación con el sello de Discos Pacífico que llevó la marimba y el viche al escenario principal. Al rato mientras que La Perla y Junior Zamora mostraban el camino de las nuevas músicas colombianas, Felipe Orjuela y Santiago Navas fueron fieles exponentes de una escena bogotana que observa e interpreta la cumbia desde las montañas.
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El maestro de Soledad, Atlántico, Alci Acosta, de 84 años, con 55 años de carrera artística, cantó No Renunciaré y La Cárcel de Sing Sing. Su hijo, El Checo Acosta lo acompañó en el escenario. Traicionera fue otro de los temas que interpretó y lo hizo acompañado de Catalina García, vocalista de la agrupación Monsieur Periné.
Se despidió con la Copa Rota frente a un escenario Adidas a reventar que coreó una a una sus canciones. Los hermanos DawerXDamper, representantes del distrito de Aguablanca en Cali, dieron una clase de afrofuturismo. Así mismo No Rules Clan regaló una cátedra del rap hecho en Medellín.
Más tarde Trueno se comería otra tarima con ese delivery impresionante y sería la entradilla perfecta para Bizarrap, el productor de los hits que le están dando la vuelta al mundo y que soltó todo el arsenal tema por tema. Mucho color argentino que contrastó con los ritmos dominicanos de Alex Ferreira y el golpe del Frente Cumbiero, punta de lanza del tropicanibalismo rolo.
Wu-Tang Clan, seguramente uno de los grandes shows de rap que se han visto en Colombia y una muestra absoluta de hermandad con las constantes menciones a Ol’ Dirty Bastard, fallecido ícono del grupo de Staten Island. Por su lado los Chemical Brothers pasaron a decir que están más vigentes que nunca y a dejarnos con la boca abierta de la mano de unas visuales impactantes y la visita de dos robots al escenario.
Para cerrar la celebración del día 3, cientos de personas cayeron rendidas ante Armin Van Buuren, leyenda de la electrónica que bien sabe cómo se hace una fiesta. Otro especialista en el tema es Ryan Castro, que cerró el escenario Flamin Hot con la energía de una de las estrellas en ascenso del reggaetón nacional. Moderat fue la recompensa para los que se quedaron hasta el final y pudieron presenciar a uno de los actos más reverenciados de la escena electrónica berlinesa a las afueras de Bogotá.