El País realizó un paseo por la historia discográfica de Gustavo Cerati, tras su accidente cardiovascular en Caracas, este medio publicó un especial el 23 de mayo de 2010. Reviva esta pieza periodística.

Soberbio. Dueño de una de las voces más sensuales, según ellas; más potentes, según ellos, de la inolvidable era del rock en español que marcó la década de los 80 y los inicios de los 90. Quizás por ese halo de misterio, de bohemio loco y de músico genio Gustavo Cerati logró convertirse en el símbolo de una generación, que a través de las canciones de Soda Stereo encontró una identidad: melodía pura y letras muy sexuales y poco convencionales, que rompieron con el molde del romanticismo simple o la protesta de otros grupos de su época.Cerati fue mucho más que un roquero rebelde, enfundado en aparatosos atuendos negros, melena ruda y despelucada y ojos delineados, distintivo de su banda, por la fuerte influencia que recibieron de los británicos The Cure. Fue más que la voz líder de una banda roquera, porque consolidó también una carrera como solista y se ganó el respeto de la crítica, que lo reconoce como un artista auténtico, incapaz de detenerse: un roquero fulltime, como lo calificó el músico Leo García, en una columna del diario El Clarín. O como lo calificó el experto en música Manolo Bellón al ser consultado para este artículo: “La mejor forma de describir a Gustavo es que fue el líder del grupo de rock más importante de los últimos 40 años de América Latina. Con eso creo que todo está dicho”. Para el productor de Univalle Stereo, Freddy Alberto López “Gustavo fue el artista más completo de la generación de los últimos nuevos artistas del rock suramericano. En su composición es muy coqueto, sexual en su música. En Persiana Americana, por ejemplo, lo hace de manera exquisita, única, con metáfora. Él no sólo es exquisito en su forma de componer, músicos como Gustavo Santaolalla lo han buscado para sus proyectos”.Sin duda, su discografía está llena de éxitos. Desde esa primera producción de 1984 ‘¿Por qué no pudo ser del jet set?’, cuando junto a su ex compañero de universidad Zeta Bosio y el baterista Charlie Alberti se lanzó al ruedo, dejando atrás algunos experimentos juveniles. Soda Stereo apareció como una banda joven, muy ska, muy pop rock catalogada como de música ligera, pero que con el tiempo se posicionó en la cúpula de la popularidad y logró mantenerse. Con una carrera tan prolífica sería inútil declamar en seguidilla las siete producciones que juntos grabaron los Soda. Lo que sí resulta fascinante en días como estos, en los que sus seguidores en el mundo lo evocan con nostalgia es recordar lo mejor de su cancionero: Yo conozco ese lugar donde revientan las estrellas (La Cúpula)...Yo, caminaré entre las piedras, hasta sentir el temblor (Cuando pase el Temblor)... Ella conoce mi perversión en una noche larga (Un millón de Años Luz)... No seas tan cruel, no busques más pretextos (Prófugos)... Me dejarás dormir al amanecer, entre tus piernas (En la Ciudad de la Furia)... Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor (Canción Animal)... Tus ropas caen, lentamente, soy un espía, un espectador (Persiana Americana)... No le enviaré, cenizas de rosas, ni pienso evitar un roce secreto (De Música Ligera). Luego vino su vida como solista, con cinco producciones y otras tres de recopilaciones en las que sobresalen temas como Crimen, Bocanada, Tu Cicatriz en mí, La Excepción o el Deja vú de su última entrada a un estudio de grabación, titulada Fuerza Natural, que también le da el nombre a su más reciente gira. Gira que lo dejó sin aliento en Caracas y que hace un par de semanas lo paseó por Bogotá y Medellín. Quizás una de las joyas más preciadas para sus seguidores genuinos es la producción 11 Episodios Sinfónicos, que presentó el 22 de abril de 2002 en el Teatro Colón de Buenos Aires. Esa noche su rock se vistió de frack y su voz fue arrullada por los violines de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina.Hoy también aparecen en la memoria de sus fanáticos momentos inolvidables como su interpretación de En la Ciudad de la Furia con la Aterciopelada Andrea Echeverry, para su desconectado en MTV. O su Día Especial, canción que hizo a dúo con Shakira y que presentó en Alemania. Y para los caleños, los conciertos que la agrupación y luego el solista dieron en Cali. Inolvidable el concierto de roqueros que en 1991 cerró con la banda argentina en el Estadio Pascual Guerrero. Otro menos memorable fue uno al que vino como solista en una Feria de Cali, que dejó un sabor amargo en sus seguidores, porque incluyó muy poco de Soda Stereo. Pero sin duda, la imagen que reviven todos sus seguidores es la del concierto de despedida de Soda Stereo el 20 de septiembre de 1997, en el estadio de River Plate de Buenos Aires, ante 70.000 personas. Con éste terminaba una era para la música latina y en él, Cerati cerró con la canción De Música Ligera y con una frase que en sus labios se hizo inmortal. Una frase que hoy, cuando para muchos sería un milagro que el artista vuelva a cantar, sus fanáticos en redes sociales le gritan a los cuatro vientos: ¡Gracias totales!