La muerte de la Gorda Fabiola marcó una huella en la televisión colombiana, debido al papel que jugó la humorista en la comedia nacional. Su toque, trabajo y desempeño conquistaron a millones de personas, quienes siempre admiraron el talento que llevaba en la sangre.
A pesar que el deceso de la famosa se dio a mitad de septiembre, muchos siguen recordándola y reviviendo su imagen en todo tipo de espacios. Los seguidores y amigos comparten videos de sus presentaciones, además de anécdotas que pasaron con ella en vida.
No obstante, su esposo, Polilla, y su hijo menor, David Polanía, siguen hablando de ella en cada espacio que encuentran, expresando un poco sobre cómo llevan el duelo tras su muerte. Ambos recurren a entrevistas o publicaciones para dejar por lo alto el nombre de la mujer que más los marcó a lo largo del tiempo.
Sin embargo, recientemente, las miradas de los curiosos se posaron en un post que compartió el hijo de la Gorda Fabiola en su cuenta personal de Instagram, donde quiso revelar una radical decisión que había tomado en el plano emocional.
El colombiano, a través de una imagen donde sale dándole un beso en la cabeza a la fallecida humorista, contó que seguía en su proceso interno, tomando un camino que podía ser doloroso, pero necesario para avanzar en su día a día.
“Dicen que uno de los actos de amor más grandes es ‘soltar, dejar, ir’; pero nadie habla de lo complejo que es hacerlo. Un amor que perduró casi una vida entera no es fácil de soltar, menos cuando el día a día estaba lleno de sus carcajadas, aromas, sabores y esencia. Me atrevería a decir que, en esta situación, es muy fácil caer en la negación. Sin embargo, la realidad impacta al sentir su vacío físico del día a día, faltar aquel cuerpo que luzca sus prendas y/o contemplar el altar acompañado de un cofre caoba donde restan sus cenizas. Ese el golpe más doloroso del mundo”, escribió en el pie de foto.
“Sinceramente, ambas decisiones muy dolorosas: la primera implica revivir emociones fuertes y desencadenar culpas y traumas; la segunda implica aceptación y una reconstrucción de la vida entera (ahora sin aquello que se dejó ir). La decisión tomada varía de acuerdo a los procesos personales de cada quien, no hay límite de tiempo aquí. En mi caso particular, tomó dos meses empezar a aceptar y reconstruir mis planes de vida, ahora sin mi mamá en este plano, una elección que ha costado largas reflexiones, lágrimas y mucha verraquera. Pese a todo, ha sido lo que he encontrado más apropiado para mí”, agregó.
David Polanía, hijo del matrimonio de Polilla y la Gorda Fabiola, afirmó que esta decisión era desgarradora, pero sabía que tenía que soltar para continuar con lo que debía, pues su realidad iba más allá de lo estaba pasando en este instante.
“Mentiría si digo que ahora en mi presente todo está color de rosa, pues reconozco que mi proceso continuará: aún hay asuntos por trabajar. Sin embargo, una sensación de tranquilidad ha estado presente en mi ser y he podido, progresivamente, reanudar proyectos en mi vida, ahora con mayor inspiración. Todo esto producto de una decisión tomada a mi tiempo”, concluyó, asegurando que siempre amaría a su mamá, además de querer hacerla sentir orgullosa.