Con la proximidad del 10 de febrero de 2024, la astróloga Ludovica Squirru revela las predicciones para el próximo año del Dragón de Madera, que se extenderá hasta el 28 de enero de 2025, marcando el final del año del Cangrejo de Agua.
Según Ludovica, este 2024 representa “el último año de decadencia de 120 años”, marcando el fin de un gran ciclo para la humanidad.
En una entrevista con el medio argentino Clarín, Ludovica destaca que el Dragón de Madera es un signo auspicioso y de cambio real en el mundo, simbolizando muerte y resurrección. La astróloga enfatiza que estamos siendo testigos de situaciones de ebullición y gestación de nuevos escenarios para lo que trae este Dragón de Madera.
Detalles sobre estos cambios y el impacto en los doce signos del zodíaco oriental se encuentran en su último libro, ‘Horóscopo Chino 2024: Dragón de Madera’ Ediciones B.
Una nueva conciencia y sustentabilidad
Ludovica anticipa que el 2024 traerá consigo una nueva conciencia, enfatizando que el mundo nuevo necesita más humanismo que tecnología. Destaca la importancia de abandonar la idea de un único camino correcto y señala: “No es que hay una manera de vivir, hay muchas formas”.
En términos globales, Ludovica advierte sobre fogonazos y la irrupción de una nueva conciencia, destacando la necesidad de un mayor equilibrio social y una menor disparidad entre clases. Además, el Dragón de Madera pone en relieve la problemática del deterioro ambiental, llamando a una verdadera sustentabilidad y la reforestación del planeta.
“La madera no solamente es un árbol que florece el tronco, sino que también tiene que ver con lo ecológico de empezar a reforestar un planeta que hemos extinguido por ambiciones económicas” comenta la experta en astrología.
Preparativos para el año nuevo chino
“Los chinos, antes de un nuevo año, tratan de hacer un orden muy fuerte de limpieza en las casas, sacar todo lo que no sirve, lo que es cortante, espejos que se cortan, sacar fuera, fuera, fuera. Hacen una limpieza verdaderamente física y espiritual, preparan altares para recibir a los muertos”, aclara Ludovica.
Destaca la importancia de realizar limpieza física y espiritual, así como la conexión con los ancestros para dar la bienvenida a la nueva etapa. Ludovica enfatiza que el despertar implica alejarse del ruido mundano y conectarse con uno mismo para tomar decisiones de vida significativas.