A quién no le gustan los misterios?, insinúa Joël Dicker cuando se le cuestiona sobre su fascinación por las novelas policiales, ya que, a pesar de que la profundidad de sus obras siempre va más allá del crimen por resolver, el muerto y los secretos nunca dejan de tener un papel protagónico.
“A todos nos gusta resolver misterios, sentimos curiosidad por saber lo que verdaderamente pasó. Vemos a un grupo de gente reunido y queremos saber por qué están ahí, qué los llevó a ese sitio”, se justifica el autor suizo, que con 35 años ya ha sido galardonado con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa.
Aunque Dicker reconoció en la entrevista que ganar un premio es algo “genial”, no cree que los galardones sean un “prerrequisito para que alguien pueda convertirse en un gran escritor”. No obstante, la carrera literaria del autor de superventas inició con su triunfo a los 19 años en el Premio internacional para jóvenes autores francófonos, con su cuento ‘El Tigre’, el cual fue publicado en una antología que recopilaba el trabajo de otros ganadores.
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Esta experiencia fue la que llevó a Dicker a escribir su primer novela ‘Los últimos días de nuestros padres’, publicada en 2012, mismo año en que salió a la luz ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’, obra que catapultó al escritor al plano internacional.Dicker se siente orgulloso del camino que ha recorrido y considera que es una “bendición ser considerado un gran escritor, porque siempre quise que me leyeran”.
Pero el peso de ese título también se hace latente ante la batalla que pelea en solitario frente al papel en blanco, descubriendo cuál será su próxima historia.
Por suerte, el escritor no debe “correr contra el reloj”, ya que “no tiene presiones ni fechas límites de entrega” de sus manuscritos, lo que le da la posibilidad de tomarse su tiempo en la realización de cada obra.
“No sé si dentro de 15 o 20 años siga escribiendo, porque solo pensar en el siguiente libro es desgastante”, considera Dicker, quien reconoció que es un escritor que prefiere guiarse por la intuición a la hora de crear su historia y no sentarse con una estructura narrativa previamente organizada.
Pero, sin importar qué tipo de relato nazca de sus manos, el autor busca lo mismo con cada novela: permitir que sus lectores se desconecten de la realidad.
“Para mí la magia de los libros es que son una puerta a otras vidas, a otras aventuras. Quedo triste después de terminar los libros que leo, porque son muy buenos”, comenta Dicker, quien espera que sus lectores tengan la misma experiencia con sus novelas.
Hoy a las 10:30 a.m. Joël Dicker conversará con el escritor colombiano Felipe Restrepo Pombo, sobre su carrera y su último libro ‘El enigma de la habitación 622’.
“Creo que el lector tiene mucha importancia en mi obra. Es él o ella quien decidirá si lee o no el libro, quien imaginará los espacios y los personajes. Lo que escribo está en su imaginación. Es como un trabajo entre los dos”, opina el autor, quien tiene claro que no sería quien es en este momento, si no fuera por la gente que compra sus novelas y se enreda entre los misterios y las resoluciones de la trama.
El arte en las venas
Dicker nació en Ginebra, Suiza el 16 de junio de 1985, siendo hijo de una bibliotecaria y un profesor de francés.
Gracias a estas condiciones, el escritor tuvo a su disposición muchos títulos literarios y poca presión para leer o no ciertas obras.
“No puedo decir cómo influenciaron mis padres en mi carrera como escritor, pero sí que la influenciaron. Ellos me permitían leer lo que quisiera, pero sin forzarme a leer nada. Me dejaban a mí solo encontrar el encanto en cada libro y si no estaba listo para seguir con él, permitían que lo dejara a medias, para que más adelante, si quería, lo volviera a intentar”, expresa él.
Su curiosidad y sus gustos por contar historias, cualidades que según Dicker son las que lo convirtieron en escritor, se hicieron visibles desde su infancia, cuando a los diez años fundó y dirigió durante siete años ‘La revista de los animales’.
Con sus obras traducidas a 33 idiomas y considerado un escritor de superventas, Dicker ganó 4 premios literarios, antes de cumplir los 30 años.
Sin embargo, al terminar el colegio el escritor no se embarcó en estudios de literatura, sino que optó por el derecho, carrera de la que se graduó en 2010 y que no ha ejercido. Según Dicker, por el momento tampoco la ha utilizado para sus creaciones literarias, pero le permitió tener un abanico más amplio de oportunidades, más allá de la literatura.
En medio de la entrevista Dicker también admitió que prefiere no incluir aspectos personales en sus obras y que “si ocurre, es de forma totalmente involuntaria”.
Pero en su último libro, ‘El enigma de la habitación 622’, esta afirmación queda en entredicho, no solo porque el protagonista también se llama Joël Dicker, sino porque el escritor confirmó que con esta novela trata de rendir homenaje a la ciudad a la que su familia ha pertenecido durante varias generaciones, y también en ella busca recordar a su editor Bernard de Fallois, quien falleció en 2018.
Es así como, a pesar de que la trama se desarrolla en torno a un asesinato en la habitación 622 de un elegante hotel en los Alpes suizos, en el fondo este thriller policiaco habla de la amistad, la transmisión y las problemáticas alrededor de la herencia del poder.
En cuanto a si el escritor le gustaría que sus historias terminaran en el cine, dice que no lo sabe, que no le molestaría, pero que “él no es quien la llevaría al cine, sino otra persona”.
Dicker reconoce que es posible que “algo de la magia de sus libros se pierda en un largometraje”, pero el autor suizo entiende que se trataría de una adaptación de su obra y que la persona que llegara a hacer el guión estaría narrando la historia según como la hubiera entendido.
Otras charlas del Hay
A las 9:00 a.m. la novelista gráfica y cineasta Marjane Satrapi (Irán-Francia) explora en su obra la relación entre oriente y occidente. Entre sus trabajos se destaca el libro Persépolis, que en 2007 fue llevada al cine, y su película Radioactive, sobre la vida de Marie Curie.
A las 4:30 p.m. el periodista y caricaturista maltés Joe Sacco, en conversación con Juan Cárdenas, hablará sobre su más reciente obra gráfica sobre los pueblos originarios de Canadá y la explotación de la tierra: ‘Un tributo a la tierra’.
A las 6:00 p.m. el director guionista Víctor Gaviria hablará con Jerónimo Atehortúa sobre la mirada del cine contemporáneo que ofrece el director en su libro de entrevistas a cineastas, ‘Los cines por venir’.
A las 8:00 p.m. la escritora y docente Carolina Sanín (Colombia) conversará con Pascual Gaviria sobre su último libro, Pasar fijándose, una selección de las columnas que publicó durante doce años en distintos medios.