Jorge Cao cuenta con una trayectoria de 56 años como actor de teatro, cine y televisión, pero además es maestro, poeta y cantante, como lo ha demostrado durante esta cuarentena en la que ha usado todas las plataformas posibles para no perder el contacto con su público.

Ya sea robándose el show como el abuelo Martín Acevedo en Pasión de Gavilanes en plataformas como Netflix o en la televisión nacional, declamando poemas en Facebook Live, o planeando telenovelas grabadas por celular, este cubano, quien vive en nuestro país desde hace dos décadas, es imparable. Eso sí, reconoce que él ha tenido que recurrir a sus ahorros y muchos de sus colegas, a emprendimientos propios para sobrevivir, sin poder pisar un set por la pandemia.

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¿Cómo ha vivido esta cuarentena, lejos de las cámaras, de las tablas, de su público y sus alumnos?

He tratado de encontrar mi centro y mi equilibrio, manteniéndome ocupado todos los días de mi vida. Mi esposa y yo nos levantamos siempre a la misma hora, a las 7:00 a.m., y seguimos la rutina: aseo personal, desayuno colectivo, limpieza de casa, entrenamiento físico, almuerzo, siesta, trabajo intelectual y realización de videos para las redes, cuando me doy cuenta es la una de la mañana y ya es un día más.

Para un hombre de teatro, las clases virtuales no son opción, se necesita la presencialidad, ¿pero hace uso de redes para otras artes?

Sí, claro, el teatro se enseña en vivo. Pero ha sido muy importante para mí descubrir las posibilidades que tienen la comunicación y el arte a través de diversas plataformas, de las que yo estaba muy alejado. He estado grabando poemas de los grandes poetas de Iberoamérica y del mundo, uno cada día, compartiendo con la gente; haciendo monólogos de los grandes autores de la literatura universal, desde Shakespeare, pasando por Tennessee Williams, hasta Federico García Lorca, tanteando qué pasa con ese público y viendo una respuesta inimaginable.

Pasión de Gavilanes ha tenido hasta 43 puntos de share (televisores encendidos) y un rating (encendidos y apagados) de 14.6 puntos, pese a que lleva más de una década desde que se estrenó”.

¿Ha vuelto a la música?

Sí, he grabado varias canciones con amigos míos músicos, como los maestros del piano Jorge Lalo Velosa, y Edelsa Santana y pronto voy a grabar con amigos que están fuera del país, es una manera de reunirnos y de intercambiar emociones con nuestro público. Cuando hago Facebook Live hay una receptividad tremenda y para qué negarlo, me asusta muchísimo porque es una responsabilidad social muy grande. Es posible que hagamos con una ONG, que ayuda a mujeres violadas en la guerra, una microtelenovela de cinco capítulos, de tres minutos cada una, planteando esos problemas, a través de medios online y con celular. Estamos planificando obras de teatro. No he parado. Y con muchos compañeros estamos en la búsqueda de compartir con nuestro público a través de estas plataformas, porque hoy más que nunca la gente necesita un rato de esparcimiento y de emocionalidad.

¿Cómo sobrevive un actor en medio de este aislamiento? ¿Reciben regalías por estar al aire novelas en las que participaron años antes, como Pasión de Gavilanes?

El factor económico es cero. Los actores no tenemos regalías, logramos en 2010 la Ley Fanny Mikey, que es el derecho a nuestro propio rostro, a nuestra individualidad, pero eso equivale al ‘02,00,000’, digamos, en algún momento los canales que hagan reposición de nuestro trabajo nos darán ese porcentaje, que nos ganamos por ley, pero con eso no sobrevive ninguna familia. Los artistas fuimos los primeros que tuvimos que cerrar por la pandemia y vamos a ser los últimos en regresar, porque no podemos hacer una telenovela y reunirnos 127 personas y para los canales es sumamente costoso implementar todas las exigencias de bioseguridad. Por otra parte, ¿Cómo interpretas a una pareja que se ama dándose un beso con tapabocas o un abrazo chocando las puntas de sus codos? Eso lo verán una vez y se acabó, esa trama no hay quien lo vea.

Hace 17 años Pasión de Gavilanes fue una telenovela creada para el mundo —vista en países árabes—, abrió brechas para la televisión colombiana, a partir del guion de Julio Jiménez”, Jorge Cao,
actor cubano, nacionalizado colombiano.

¿Entonces de qué están viviendo los actores?

La realidad es que los que pudimos guardar en un momento platica, estamos subsistiendo, porque no tenemos ninguna entrada, y la gente del teatro se muere de hambre porque es poca la plata que entra. Pero la del coronavirus es una realidad mundial y hay que pensar primero en la salud.

¿Desde el último papel que usted hizo en TV, en La Ley del Corazón, el año pasado, no ha devengado sueldo?

El 2 de febrero terminé de hacer la Ley del Corazón, hice dos o tres conciertos, e impartí dos talleres, y en agosto del año pasado me hice el cambio de cadera y estoy por cumplir un año de rehabilitación. Ya estaba organizando cosas para hacer en televisión, para el cine, conciertos, giras nacionales e internacionales, y todo hubo que pararlo, la realidad es más poderosa que cualquier otra cosa.

“Martín Acevedo es un personaje con un espíritu contemporáneo, tolerante, sin prejuicios, incondicional para sus nietas”, Jorge Cao, actor.

¿Cree que esta pandemia nos ha dado alguna lección?

En un principio veía todos los mensajes de positivismo, y creo que muchas personas hemos estado reflexionando sobre el mundo en el que vivimos, los que amamos la tierra, valoramos la recuperación de la salud de nuestro planeta y estamos haciendo algo para los demás. Pero cuando se declara el Día Sin Iva y salen millones de personas a comprarse un televisor de no sé cuántas pulgadas en una pandemia, se me cayó todo lo que yo estaba pensando sobre lo que esto nos iba ayudar a reflexionar, y pensé: ‘Estas personas no cambiaron nada, siguen siendo arrastradas por la sociedad de consumo’, pero también he visto el reencuentro de muchos con su familia y consigo mismo. Si no cambiamos, nos hundimos.

Los ancianos son los más afectados por la pandemia, qué mensaje aporta en este momento Martín Acevedo, su personaje en Pasión de Gavilanes...

Es un personaje necesario en las familias de hoy en día donde los abuelos están tirados en un rincón, y nadie les da participación, o cuidados por gente ajena a ellos, Martín nos dice que nos estamos perdiendo de su experiencia.

Emprendimientos

-Natasha Klaus: La actriz que interpreta a Sarita Elizondo en Pasión de Gavilanes, y que tenía emprendimiento de accesorios antes de la pandemia, vende tapabocas.

-Paola Rey: La actriz que hace el papel de Jimena Elizondo en Pasión de Gavilanes, vende alcohol sanitizante y productos indispensables para la limpieza e higiene.

-Diego Trujillo: Actor que participa en la sala virtual www.teatronacional.co, con Qué Desgracia tan Infinita, Los Sábados de Stand Up Comedy, en la noche.

-Cecilia Navia: La actriz junto a Carolina Cuervo y otras colegas más, está los jueves con ‘Tratado de Culinaria para Mujeres Tristes’, en sala virtual del Teatro Nacional.

-Teatro en casa: Cada función se realiza en tiempo real con actores en vivo y se emite por Zoom. Dirige Alejandra Borrero y participan actores como Patrick Delmas.