Después de 25 años en la escena del rock nacional, La Derecha, una de las bandas más representativas del país se despide de los escenarios rindiendo tributo a uno de los grandes de este género a nivel mundial: Bob Dylan.

La banda, liderada por Mario Duarte, quien interpretó hace ya 20 años a Nicolás Mora en ‘Betty, la fea’, comenzará su gira de despedida ‘Últimas funciones’ en Nueva York este viernes, para luego seguir a Manizales, Ibagué, Medellín, Tunja, Bogotá, entre otras ciudades, en las que espera, dice Duarte, que esté Cali a finales de este año.

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Para esta gira de despedida, la banda, conformada también por Juan Carlos Rivas y Camilo Daza, compuso ‘Dylan por nosotros’, un sencillo que incluye en su letra la versión libre de algunos versos de una canción de Bob Dylan, adaptados por Duarte, además de ser producida por Pedro Rovetto, bajista de Superlitio.

Ustedes se separaron a finales de la década del 90 y volvieron en el 2010 ¿Qué hace que esta vez sea definitiva la despedida?

Estamos viviendo otras cosas en nuestras vidas. Debemos dejar la experiencia de La Derecha hasta aquí. La banda está sonando muy bien. Hay despedidas que uno debe darse, y esta es una de ellas.

¿Qué le han dejado 25 años de La Derecha?

Muy buenos momentos, grandes amigos, grandes amores, también momentos complejos y difíciles, en los que estaba lleno de dudas y me preguntaba: qué sentido tiene todo esto. Para mí el rock ha sido como un amigo con el que he vivido todos estos años, ahora no es que vamos a dejar de serlo, simplemente ya no vamos a vivir juntos. Ya el inquilinato nos dijo: es suficiente.

¿Cómo fue trabajar con Pedro Rovetto?

Bacanísimo. Él fue el que nos dijo que quería trabajar con nosotros y terminamos haciendo un buen tema juntos, que es nuestra canción de despedida. Pedro es un grande. Lo quiero mucho.

¿A qué le atribuye la vigencia de La Derecha, después de 25 años de carrera musical?

Se debe al hecho de que siempre hemos compuesto canciones. El hecho de que hayamos seguido en la cabeza de la gente y en el corazón de algunos chicos por ahí es que siempre ha habido una canción para poner en el carro, los audífonos, en el celular...

¿Tiene proyectos como solista?

No creo. Mis proyectos como solista es dirigir mis obras y algunos proyectos audiovisuales que tengo en la cabeza. También quiero seguir actuando y estar en los escenarios que la vida me permita.

Usted debutó como solista en el 2000 con Golpe de Ala, ¿cómo fue esa experiencia?

Fue muy particular porque casualmente una de las ciudades donde Golpe de Ala fue un éxito fue precisamente en Cali, en ninguna otra parte le dieron tanta importancia a ese disco como allá. Fue un disco que hice los días libres que me dejaba la actuación en televisión y lo hice para divertirme y hacer una especie de exorcismo porque La Derecha ya no estaba.

Su gira de despedida comienza en Nueva York. En algún momento usted comentó que ‘¡Ay, qué dolor!’, uno de los temas más famosos de La Derecha, era una especie de himno para la comunidad colombiana en Queens. ¿Comenzar en esa ciudad su gira es algo fortuito o es pensando precisamente en ese público?

Sí. Hace bastante queríamos tocar allá, pero no se había dado. Ahora es ideal empezar allá, en ese lugar en el que siempre quisimos tocar.

Usted ha comentado que ‘¡Ay qué dolor!’ representaba el mito que es Nueva York para usted. ¿Esto sigue siendo así?

Ya no es así. Cuando la escribí tenía 25 años y para mí el gran sueño era estar allá. Lo que sentía en ese momento por Nueva York, creo que ya nunca lo voy a volver a sentir. Esa canción ya no me pertenece a mí sino al que la esté viviendo, del que desee vivir en Nueva York.

Ahora está dirigiendo el musical ‘Cuando seas grande’, ¿cómo ha sido esa experiencia?

El teatro se ha vuelto una de mis pasiones, de forma muy natural llegué a dirigir en teatro, le he metido la ficha a este proyecto, al cual le está yendo realmente bien. Es posible que vayamos a Cali a presentarlo.

¿Cómo ha sido verse nuevamente después de 20 años en ‘Betty, la fea’?

Betty es como un sol que sigue brillando. Me llena de orgullo y satisfacción ver cómo la gente sigue queriendo a nuestros personajes y ver cómo Nicolás Mora sigue haciéndolos reír.

En una entrevista que dio hace ya un par de años usted comentaba que Nicolás Mora le generaba un rechazo fuertísimo, ¿se ha reconciliado con él?

Hubo un momento en el que fue difícil para mí, pero creo que esos son los dramas de los actores. De todas maneras nuestro trabajo como actores es interpretar y el actor necesita vivir los personajes. Yo creo que es como una tragedia un poco extraña, casi espiritual, que un actor no pueda salir de un personaje, que esté como atrapado en él. Era un reto para mí que me vieran como algo distinto a Nicolás y eso ha sido bonito, verme trascender de ese personaje. Ahora lo veo y me encanta y me parece que fue una delicia haberlo interpretado.

¿En algún momento pensó que después de 20 años Betty sería nuevamente el éxito televisivo que aún es?

Nunca. Como actor solo voy y hago lo que tengo que hacer y luego me entero del impacto. No sé qué va a pasar con ‘Ultimas funciones’, por ejemplo, y eso es lo bonito de todo esto.