Al cumplir 70 años de vida hay demasiadas historias por contar, y más al tener terciado en el pecho un acordeón que con sus notas le han marcado el destino. Eso le sucedió a Egidio Rafael Cuadrado Hinojosa, el Rey Vallenato en el año 1985, quien no sabía por dónde comenzar a narrar su trayectoria musical que inició desde muy niño en su natal Villanueva, al sur de La Guajira.

“Para contar todos los episodios de mi vida el tiempo se queda corto, pero intentaré acordarme de los testimonios de vida, triunfos, fe y esperanzas”.

Egidio es un luchador noble, sencillo y con una extraordinaria sabiduría musical que lo ha llevado a sobresalir hasta traspasar fronteras, teniendo un inmenso mensaje vallenato que suena en un acordeón acompañado de un canto.

Sin más preámbulos, aseveró: “Cuando tenía seis años me llamó la atención la música vallenata porque en casa mi hermano Hugues tocaba el acordeón. En vista de esas ganas de aprender a tocar, mi mamá Cristina Hinojosa me compró un acordeón y esa fue mi más grande felicidad. El acordeón nunca lo he soltado”.

La primera canción que Egidio aprendió a tocar fue ‘Así soy yo’, de Aniceto Molina. Desde muy joven se metió de lleno en el mundo vallenato acompañando a distintos cantantes y participando en el Festival de la Leyenda Vallenata del año 1973, certamen donde alcanzó la corona de Rey Aficionado. Al poco tiempo realizó diversas grabaciones hasta llegar a la serie ‘Escalona’, y al grupo musical ‘La Provincia’ con Carlos Vives, donde desde hace 30 años marca la pauta musical.

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En 1979 partió desde su tierra hacia Bogotá para buscar otros horizontes y lo logró. De un momento a otro aparecieron algunas lágrimas. Ya más sereno, dijo: “La muerte de mi mamá fue demasiado dura para mí. Ella era el eje de todo, la que me apoyaba en mis deseos de ser un gran acordeonero. Me sentía solo y triste. Esa fue una de las razones para partir”.

Egidio, desde Bogotá, comenzó una nueva historia conociendo a través del maestro Rafael Escalona, quien vivía con su hermana Dinaluz, a prestantes personalidades de la política, la economía, la cultura, el deporte y el periodismo.

“Gracias a Dios, lo de Bogotá fue definitivo para mi carrera musical y también para mis pretensiones de ser Rey Vallenato, honor que alcancé hace 38 años, teniendo como acompañantes en la caja a mi hermano Heberth Cuadrado (Q.E.P.D.) y en la guacharaca a Efraín ‘El Toto’ López”.
Logró el triunfo con el paseo ‘El mejoral’ y el merengue ‘La vieja Sara’, de la autoría de Rafael Escalona, el son ‘Amparito’ de Lorenzo Morales y la puya ‘La puya puyá’, de su autoría.

“Supe aprovechar mi reinado y visité al presidente Belisario Betancur, quien era mi amigo. Ese día me prometió la gestión ante las embajadas para que fuera el vocero de Colombia llevando la música vallenata a muchos lugares del mundo. En total, estuve en 20 países”, contó.

“Ese mismo año en que me coroné Rey Vallenato en una parranda conocí a Carlos Vives, en aquel entonces el famoso ‘Gallito’ Ramírez. Esa tarde él cantó conmigo tres canciones. ‘La casa en el aire’, de Rafael Escalona; ‘Ausencia’, de Santander Durán Escalona, y ‘El cantor de Fonseca’, de Carlos Huertas. Puedo decir que desde aquella parranda arrancó todo lo que nos llevó años después a estar en la maravillosa serie de televisión ‘Escalona’. Además, ser el acordeonero del grupo ‘La Provincia’ que llega a 30 años, siendo todo un suceso donde se presenta. Fue un gran honor alcanzar también el Premio Grammy Latino”.

“Carlos Vives para mí es todo. Un hermano y un amigo de verdad. El que siempre ha estado a mi lado en las buenas, y también cuando estuve muy mal de salud por el Covid. Es lo mejor que me ha pasado en el campo musical y personal”, dice Egidio.

A propósito de Vives, contó una anécdota en Madrid. “Íbamos a comenzar el concierto, y de un momento a otro me entretuve hablando con una bella joven. Estaba tan entretenido que Mayté Montero comenzó con su gaita a hacer la introducción de la canción ‘La gota fría’. Cuando me correspondía entrar con el acordeón no estaba en mi puesto, y es cuando escucho a Carlos decir: “Compadre Egidio, ¡a trabajar!”. Salí corriendo, mientras Mayté comenzaba nuevamente la introducción”.

Cuadrado tiene un hogar feliz con su esposa Fanny Maldonado y sus dos hijos José Félix y Katerine. Además, que no está en sus planes el retiro, “El arte de acordeonero no tiene retiro rápido, eso les sucede es a los deportistas. Me siento bien y más ahora que llega el lanzamiento de la producción musical ‘Escalona, nunca se había grabado así’, que se lanzará el próximo 19 de abril”.

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Egidio es el hijo de Agustín Cuadrado y Cristina Hinojosa, el mismo que nunca deja su sombrero vueltiao, su mochila arhuaca y sus 12 acordeones. El que en sus ratos de tranquilidad los disfruta en su finca de Villeta, Cundinamarca, escuchando canciones de Juan Gabriel, Julio Iglesias y Claudia de Colombia, agradeció la entrevista donde reveló detalles inéditos en medio de los albores del sentimiento, donde una lágrima o una sonrisa posibilitaron que un canto vallenato irrigara su noble corazón, diciéndole al mundo que la vida tiene el mayor sentido cuando suena el acordeón de un Rey Vallenato.