El respeto es un pilar fundamental en la construcción de entornos saludables y agradables para todos. Además, si se practica, puede generar espacios enriquecedores y pacíficos que permiten cultivar relaciones interpersonales sanas y fuertes, ya sea en la casa, las escuelas, universidades, espacios de trabajo, etc., según indica el sitio web de la Fundación Educamos en Familia.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) asegura: “Respetar, pensar y actuar positivamente sobre los demás, preocuparse por el impacto de nuestras acciones en los demás, ser inclusivos y aceptar a los demás por lo que son, incluso cuando son diferentes”.

El respeto es fundamental para la vida. | Foto: Getty Images

Es así como mantener el respeto en todos los lugares —incluido el espacio laboral— resulta ser ideal para tener un ambiente agradable, que genere confianza y seguridad.

En cuanto a los espacios de trabajo, establecer el respeto como prioridad permite tener un ambiente agradable, en donde se pueden reconocer las virtudes de cada persona, así como sus fortalezas y debilidades, lo que permite tomar mejores decisiones a la hora de delegar actividades.

Es imprescindible dejar a un lado los gritos, las ofensas y las ironías, evitando que los abusos se conviertan en los medios más efectivos para imponer criterios, indica el sitio web de Industrials Solutions colombia S.A.

Para generar confianza, y obtener un espacio de trabajo ameno y placentero, Aurora Michavila, experta en comunicación, reconocida conferencista y autora del libro Supercomunicadores: Habla claro, defiende tus ideas y sé siempre tú, brinda herramientas útiles para poder responder de la mejor manera ante una falta de respeto en el ambiente laboral.

De acuerdo con Michavila, un aspecto clave es responder de manera respetuosa ante el comentario ofensivo recibido, con el fin de hacer ver a la otra persona que ha cometido un error.

Hablar con respeto es vital. | Foto: Getty Images

Pensar antes de contestar

Pensar antes de actuar es un consejo que los padres les dan a sus hijos en varias ocasiones; sin embargo, a veces ese consejo tan útil se borra de la mente y en momentos de tensión se llegan a decir palabras hirientes, que empeoran la situación.

Para evitar cometer un error, es mejor tomar un tiempo para pensar en las consecuencias que puede traer las palabras que se digan; además, asegurarse de la intención con la que se ha dicho lo que se ha dicho es crucial. Para ello, no está de más preguntar.

Usar una frase para reafirmar lo que se ha dicho obligará al interlocutor a razonar su respuesta y da la oportunidad a que la otra persona se dé cuenta del error.

Es necesario poder escuchar asertivamente cuando se tiene una conversación. | Foto: Getty Images

Escuchar asertivamente

Tener una escucha asertiva es un factor vital a la hora de responder ante un insulto, indica la psicóloga Iria Reguera. En muchas ocasiones, las personas actúan de determinada manera cuando les ha ocurrido algún suceso que les causó molestia y disgusto.

Ante esto, se puede reaccionar de una manera diferente a lo que espera la persona que generó la falta de respeto, con dos sencillas palabras, preguntando: ¿Estás bien? De esta forma, se le hará saber a la contraparte, que ha actuado mal.

Según Aurora Michavila, añadir a la frase: “Veo que eso te molesta, pero necesito que me ayudes a entenderte para solucionarlo”, reflejará que se busca entender a esa persona y generará empatía.

Así mismo, se puede decir con más claridad: “No creo que hayas hecho de manera intencionada, pero estás usando un lenguaje hiriente”; “entiendo que tengas una opinión diferente, pero me gustaría que hablemos de esto de manera respetuosa, para no confundir lo que de verdad estamos discutiendo”.

Con el fin de no aumentar el enojo, y evitar que se complique la situación, es muy importante mantener un tono de voz calmado y respetuoso, usando las palabras adecuadas. En dado caso que sea necesario establecer límites, lo aconsejable es dejar claro que no se va a participar en una conversación que no aplique el respeto.

Decir “no estoy dispuesto a participar en una conversación con insultos. Si queremos resolver el conflicto necesito que ambos tengamos un tono respetuoso”, seguramente será eficaz para poder expresar el punto de vista que se tiene y responder de una manera educada y respetuosa, ante un insulto.