La nueva serie de Netflix que cuenta la vida de Griselda Blanco, una mujer que desde muy niña inició su carrera delictiva hasta llegar a convertirse en una de las más temidas en el mundo del narcotráfico donde era conocida como La Viuda negra y La reina de la Cocaína.

Como se sabe, la actriz Sofía Vergara es la encargada de interpretar a esta mujer, en uno de los papeles más controversiales que ha tenido que realizar hasta el momento en su carrera artística.

Griselda Blanco junto a su primer esposo y sus tres hijos | Foto: narcosfamosos.com

Incluso, la producción ya fue demandada por uno de los hijos de Blanco.

Como se sabe, Griselda también tuvo una cercana relación con el narcotraficante Pablo Escobar.

Pero sería a través de su segundo esposo, Alberto Bravo, contrabandista en los Estados Unidos, con quien arrancaría sus negocios con la cocaína, hasta convertirse en una leyenda del crimen organizado.

Blanco, aseguran los autores del libro, habría comenzado en el negocio siendo ‘una mula’, pues para ese momento las mujeres no eran objeto de requisas en los aeropuertos, pero solo cuando se convirtió en la esposa del narcotraficante Bravo, el negocio prosperó.

GRISELDA BLANCO LA VIUDA NEGRA | Foto: Revista Semana

Al parecer, ella fue la de la idea de camuflar la cocaína en la ropa de ‘las mulas’. Fue así como crearon una empresa de fabricación de lencería femenina que utilizaron como fachada.

Según lo registró El Tiempo en el 2012, la pareja “había construido un cartel que movía cientos de kilos de cocaína en Estados Unidos y empleaba a cerca de 1.500 traficantes en el país colombiano”.

¿Cuál era la relación de Griselda Blanco con Pablo Escobar?

Esta habría iniciado en la década de los 70 en Miami, donde ambos se reunieron.

Blanco ya era reconocida en la distribución de la droga, mientras que Escobar era “un pequeño jalador de carros de Medellín que buscaba entrar en el negocio”.

No obstante, Blanco y Escobar operaban de manera independiente.

En 1970 'la Reina de la Cocaína' viajó a EE.UU, donde abrió campo al ingreso de la cocaína y desató una guerra en Miami contra sus competidores. Fue deportada en 2004 y asesinada en Medellín en septiembre de 2012.

Según documentó El Tiempo, “Blanco fue capturada en los años 90 por el gobierno americano por narcotráfico y, posteriormente, fue condenada por una Corte Federal de Estados Unidos a 60 años de prisión”.

De igual forma, Pablo Escobar fue asesinado en 1997 a los 44 años, mientras que Griselda Blanco fue asesinada en 2012 cuando tenía 69 años.