En una era donde las redes sociales han dominado la forma en que interactúan las personas, ha comenzado a aflorar una tendencia: las nuevas generaciones están eligiendo cada vez más alejarse del exhibicionismo digital.

Beatriz E. Guzmán Monroy, Psicóloga Clínica Organizacional de la Universidad del Valle, y magister en Psicología de la Universidad de San Buenaventura Cali, explica que son varios factores los que fundamentalmente han incidido en este comportamiento.

“Hay cuatro efectos negativos a tener en cuenta hoy en día, porque son las razones por las cuales la gente se ha alejado de las redes sociales. El primero de ellos tiene que ver con la adicción a estas, por lo que cada vez más se toma consciencia de la enorme pérdida de tiempo que representa estar conectados. Lo segundo, es la condición mental, pues una de cada cinco personas puede tener trastornos emocionales asociados a la utilización de redes, esto debido al exceso de noticias devastadoras. Le sigue, la baja autoestima, pues al haber poco capital psicológico, los jóvenes batallan con las imágenes perfectas y los ideales de vida”, destaca la experta.

No obstante, refiere una última razón con varios detonantes. “El último elemento tiene que ver con el ciberbullying, el acoso, la persecución o el stalkeo que se sufren las personas cuando se exponen en redes, por lo que cada vez son más los que prefieren evitar lo nocivo y tóxico de estas”.

El minimalismo digital es un movimiento creciente que aboga por una relación más intenc ional y consciente con la tecnología. Este enfoque sigue ganando adeptos. | Foto: El País

Otra de las razones por las que muchos prefieren mantener sus vidas fuera del alcance del escrutinio público, es la de blindar sus relaciones interpersonales.

Paula Dávila, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, explica que este nuevo fenómeno es la respuesta al desequilibrio de años anteriores, cuando hubo una sobrexposición digital en todos los ámbitos. “Antes era muy común que las redes sociales se utilizaran para validar una relación, lo que por supuesto añadía una presión adicional a cualquier proceso de vínculo. Hoy, hay más consciencia sobre el tema, ya que se sabe lo que implica exponer, por ejemplo, una relación de pareja: más juicios, más opiniones, más dificultades incluso, a la hora de una ruptura, donde hay toda una connotación emocional alrededor”, sostiene Dávila.

Y añade, “gracias a esos errores, las nuevas generaciones están tratando de administrar mejor sus redes, para solucionar de manera muy práctica y concreta, esas dificultades”.

Víctor Solano, consultor en comunicación y reputación digital, asegura que esta tendencia es cada vez más visible especialmente en Instagram, Facebook y X, donde los usuarios pueden configurar sus cuentas para tener perfiles privados. Sin embargo, aunque muchos han comenzado a optar por no publicar, otros en cambio, lo hacen para un grupo mucho más selecto.

“Las personas sí quieren seguir publicando contenido sobre su vida privada, pero quieren que estos sean vistos solamente por aquellos que ya están en sus círculos de confianza (amigos y familiares reales). Todo esto tiene como objetivo que personas desconocidas entren a hacer críticas sobre los contenidos publicados o que, peor aún, tomen esos contenidos para remezclarlos, hurtarlos, e incluso usarlos para suplantación”.

Al reducir su actividad en las redes sociales, las nuevas generaciones buscan liberarse de estas expectativas sociales y centrarse en su bienestar emocional y mental. | Foto: El País

Recomendaciones para redes

Mucho más conscientes de los riesgos asociados a compartir demasiada información en línea, hay quienes prefieren mantener sus vidas personales fuera del alcance del escrutinio público y proteger su privacidad. No obstante, Víctor Solano entrega algunas recomendaciones para aquellos que han cerrado su círculo social, pero piensan en seguir interactuando en redes de manera más selectiva.

“Para quienes quieran continuar su actividad en redes, lo importante es tratar de no publicar información relevante como la fachada de la casa o fotos del vehículo. Si salen fotos del vehículo que no se vean las placas. En lo posible, evitar la ostentación. Y por supuesto, no compartir en el muro o en post de instagram, u otra red, datos personales como el número de celular, la cédula, la dirección de correo, etc. Finalmente, y muy importante, evitar en lo posible que salgan menores de edad en las publicaciones”.