La preocupación por el futuro del cine colombiano, por los estragos que ha generado la pandemia en el último año, con la mayor parte de las salas de cine cerradas y algunas abiertas con un aforo reducido, aumentó en los últimos días al conocerse el plan de reforma tributaria.
Dentro de dicha reforma se incluyeron los cambios al recaudo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), donde los recursos ya no saldrían de la contribución parafiscal (que se recogía, sobre todo, a través de taquilla de cine), sino que provendrán del presupuesto nacional.
Por cada boleta de cine vendida en las salas de cine del país, un porcentaje va al FDC, para así poder hacer los largometrajes y cortometrajes. El Fondo para el Desarrollo Cinematográfico es el instrumento de financiación creado por la Ley 814 de 2003, como una manera de lograr que la mayoría de los recursos generados por el cine vuelvan a invertirse en el mismo sector.
A través de él, se financia anualmente de manera no reembolsable a diversos proyectos cinematográficos colombianos en todas las etapas de su realización, desde la escritura propia del proyecto, hasta la post-producción y temas de promoción y distribución.
Además, destina recursos para la formación de técnicos, creativos, realizadores, así como la formación de públicos, sin dejar de lado la conservación del patrimonio audiovisual colombiano, labor que trabaja en conjunto con la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.
Lea también: Cambio Radical dice que tampoco apoyará la reforma tributaria en el Congreso
En 2004, en su primer año de operaciones, se destinaron más de 505 millones de pesos, mientras que en 2019 la cifra superó los 33.000 millones de pesos.
Ahora, en la Reforma Tributaria 2021 se propone la derogación, a partir del primero de enero de 2024, de los artículos 5, 6, 7, 8, los numerales 1 y 6 del artículo 10, los artículos 13, 14 y 15 de la Ley 814 de 2003, y las demás disposiciones que resulten contrarias.
En contraposición, se anunció que el cine recibirá los recursos del presupuesto nacional, los cuales no podrán ser inferiores a la suma que se recaudó en la vigencia fiscal 2019 por concepto de la contribución parafiscal denominada ‘Cuota para Desarrollo Cinematográfico’, y dicha suma será ajustada anualmente, con la inflación.
En principio, la idea suena bien, se partiría de 33.257 millones de pesos, que fue el recaudo del Fondo en 2019, si se tiene en cuenta que cálculos de las grandes exhibidoras de cine en el mundo difícilmente lograrán llegar a las cifras de la taquilla de cine que lograban antes de la pandemia, y la tendencia podría ser a la baja en los próximos diez años.
Para el Representante a la Cámara José Daniel López, uno de los principales riesgos de este cambio radica en la pérdida de la autonomía. “En administración pública, no es igual tener una renta propia como es la contribución parafiscal que ingresa directamente, a tener que depender del Presupuesto General de la Nación y esperar a que sea efectivo todo el lobby para que sea posible la asignación presupuestal”, comentó.
Por su parte Clara María Ochoa, productora de cine colombiana y directora CMO Producciones, considera que “en medio de la pandemia es buena la noticia que el gobierno destine un dinero del presupuesto a financiar el fondo de cine (que estaba desfinanciado por causa del cierre de los teatros) y los llamados CINA (Certificado de Inversión Audiovisual Colombia), que han traído tanta inversión al país. Aplaudir el Interés de la permanencia del dinero para el cine nacional y el llamar a reconocer la importancia de la permanencia de los CINA es el mensaje a una economía naranja que ha dado buenos resultados”.
Vea además: Reforma tributaria podría dejar a unas 100 mil familias sin acceso a vivienda de interés social
Por otro lado, algunos miembros del sector audiovisual recuerdan que antes de la Ley 814 de 2003, la producción de largometrajes en Colombia no superaba las dos películas al año. Hasta que en 2019 se llegó a las 30 películas, sin contar el aumento del formato de cortometrajes, que suelen ser indispensables en la formación y crecimiento de los realizadores audiovisuales del país.
Pero con la Reforma Tributaria se pondría en riesgo la producción de cortometrajes, ya que dentro de dicha ley se establece un descuento al mencionado aporte parafiscal para las salas de cine que los proyectan antes de arrancar la exhibición de la película en cartelera.
No obstante, el Gobierno cree que es necesario este cambio, pues de los 33,2 mil millones de pesos con los que contó el Fondo en 2019, por la pandemia y el cierre de las salas de cine del país desde mediados de marzo de 2020 y una lenta apertura parcial en el último trimestre del año, el FDC logró 5,9 mil millones de pesos. De hecho, antes del Covid, la industria de la exhibición cinematográfica calculaba una caída del 15 % en asistencia. Y para este 2021, pese al anuncio de Cine Colombia de la apertura de sus salas, se proyecta que no se logrará más de 3,3 mil millones pesos.
La prolongación de la pandemia, los cambios de la industria y la transformación de los hábitos de consumo audiovisual que se aceleraron por el Covid, el panorama no es el mejor. Ante esto, el Ministerio de Cultura acaba de hacer, por primera vez, una adición al Fondo de 5.000 millones de pesos para solventar parte el colapso de la taquilla que lo alimenta.
No deje de leer: Reforma tributaria: los puntos claves de la propuesta que tiene debatiendo al país
A través de la Asamblea Nacional Audiovisual, el gremio cinematográfico colombiano alertó sobre los puntos en que -ellos estiman- la reforma tributaria atentaría contra el desarrollo del cine en Colombia.
“Nos preocupa tremendamente la derogación de nuestras leyes de cine, la ley 814 y la ley 1556, que se convirtieron en los pilares que han hecho posible el cine en Colombia y en general a todo el aspecto audiovisual. Muchos directores, yo incluida, hemos podido sacar nuestros proyectos adelante gracias al FDC tal cual como lo conocemos. Con esta reforma tributaria se borran prácticamente veinte años de fortalecimiento al sector audiovisual de procesos formativos”, comentó Ana Sofía Osorio Ruiz, guionista, directora y productora, miembro de la Junta Directiva de AVC (Asociación audiovisual del Valle del Cauca).
Además, retiraría del país la inversión extranjera en producción audiovisual que está generando empleos en todas las áreas de la creación, donde se afecta además la transferencia de conocimiento y el fortalecimiento del oficio, advierten los cineastas.
En cifras
30
películas, sin contar el aumento del formato de cortometrajes, se produjeron en el país en 2019.
82 %
cayó en el 2020 la taquilla de cine, la principal fuente de ingreso del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico.