Por: Tatiana Ospina, reportera de El País

El Cuerpo en Llamas es la serie del momento. Se estrenó el pasado 8 de septiembre en Netflix y desde entonces se posiciona entre las principales producciones que todo amante de los thrillers y de las series, en general, debe ver.

La miniserie protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, logra mantener al televidente pegado a la pantalla. Los géneros se quedan cortos para clasificarla, conjuga la pasión de una historia de amor, con la maldad y sevicia de un crimen y el suspenso de los thrillers, durante los ocho capítulos de su primera temporada.

Laura Sarmiento, guionista de la serie, y Jorge Torregrossa y Laura Mañá, los directores, se inspiraron en un caso real ocurrido en Barcelona, España, en mayo de 2017, cuando integrantes de la Guardia Urbana de la ciudad, y supuestos amantes, fueron acusados de perpetrar un crimen contra Pedro Rodríguez, agente policial y pareja de Rosa Peral.

Detalladamente se cuentan los elementos del crimen que en España se convirtió en un escándalo público y develó una red de manipulaciones, abusos y violencias ocurridos dentro de la institución más significativa para la autoridad de España, la Guardia Urbana.

Con un look que se aproxima a la apariencia física de Rosa Peral, Úrsula Corberó recordada por su papel de Tokio en la La Casa de Papel logró representar las emociones de la protagonista, quien pasa de la alegría al enojo, del entusiasmo al aburrimiento y asimismo, logra llevar, tanto a sus parejas como a los televidentes, del encanto a la decepción.

La serie El Cuerpo en Llamas es una de las más vistas de la plataforma Netflix en Colombia. | Foto: El País

Rosa, en llamas

Para la psicóloga Gloria Hurtado o Gloria H: “Rosa es una artista, representa papeles. Los hombres se comportan poderosos y fuertes y ella hace lo que le da la gana con ellos”.

En su descripción, la psicóloga define a Rosa como una psicópata, narcisista, que cree que el mundo gira en torno a ella. Asegura que la mujer está enferma. “El no sentir emociones y usar a las personas es muy delicado. No creo que le dieran la condena más grande por ser mujer, se la dieron por ser manipuladora”.

Por su parte, el abogado penalista Alejandro Penilla analiza el caso jurídicamente, y asegura que “a nosotros no nos interesa si la señora Rosa se acostó con una, dos, tres, cuatro, cinco o diez personas, eso es su problema. Lo que se investiga es un homicidio y, por lo tanto, la prueba debe estar dirigida a demostrar los elementos del mismo. Más allá de las circunstancias personales de quien haya ejecutado la conducta”.

Rosa Peral, la mujer en la que se inspiró El Cuerpo en Llamas, exitosa serie española. | Foto: El País

La inviolable institución

Como se ha dicho anteriormente, esta serie se desarrolla en un ambiente institucional y policial, las conductas de los personajes están impregnadas con el ADN de la autoridad. Tal y como lo expresa Gloria H., queda en evidencia como “esos hombres que manejan las normas son capaces de violarlas todas, a nombre de una emoción o una pasión”.

Narra cómo funciona ese mundo y cómo se comportan los seres humanos tras los uniformes. De este modo, hay señales de violación a la intimidad sexual, abuso de poder y se cuela la misoginia, entre líneas.

“Es una mujer muy bonita que entra a un mundo masculino, que es el de la Policía, y compite con ellos, los desafía, los encanta, los usa desde el primero”, precisa Gloria.

Por su parte, la columnista y periodista con énfasis en temas de género, Paola Gómez Perafán, asegura que “hay un tratamiento sexista en torno a ella porque ‘la infiel’ y ‘la asesina’ es una mujer, lo que no hubiera ocurrido de ser hombre”.

Mientras, Penilla detalla que en el tratamiento del caso, “cuando la institución es juez y parte y adelanta esos juicios disciplinarios, se permiten defensas basadas en contra de todos los postulados de violencia de género y se revictimiza a las mujeres en esos casos”.

Plantea que, “en una institución tradicionalmente de varones, como la Policía, se presenta revictimización porque no saben qué manejo dar a la víctima —la mayoría, mujeres— a quien no se les observan todas las garantías, y se utilizan pruebas sobre su vida íntima o su comportamiento como sustento de los cargos”.

A su vez, Gómez asevera que no hay revictimización debido a que ella no es la víctima, “la víctima es la persona asesinada. No ha podido ella probar que no lo mató, así hable hasta el cansancio”.

¿Hay violación a la intimidad?

El abogado Penilla continúa explicando que el derecho penal privilegia al acto y no al autor. Es decir, que, según él, más allá de las condiciones personales, lo que interesa es el acto.

De este modo, considera que “tanto en la serie como en la vida real, hubo detalles sobre sus relaciones personales y formas de comportamiento que en realidad no debían, y no deben, tenerse en cuenta dentro del ordenamiento penal”.

La familia

Sin embargo, para la psicóloga Gloria H. es determinante el que Rosa “puede pasar del victimismo a la frialdad más grande, no tiene emociones”, por eso la define como una psicópata. Pero, ¿cómo se creó ese ‘monstruo’?

La profesional psicología asegura que es producto de la educación y que no nace de la noche a la mañana. “Siempre le acolitan lo que hace”, justifica.

Además, menciona que la figura paterna juega un papel crucial en la formación de su personalidad, “el papá la educa como una reina, en algún momento la llama así y dice que le haría un trono. El papá miente por ella”, por ejemplo.

También, hay que analizar su rol de madre y su influencia en la vida de Sofía, que en la serie es hija única, pero, como la realidad supera a la ficción, en la vida real tiene una hermana.

“Pobre de su hija”, lamenta la psicóloga, “nunca le podrían dar la custodia a una persona tan enferma. Darle la custodia es construirle a la niña un problema tenaz, porque ese es el modelo donde ella va a aprender a ser mujer”.

La verdadera Rosa Peral protagoniza un documental en Netflix sobre su caso. | Foto: El País

El éxito de la serie

De acuerdo con la periodista Paola Gómez, la producción “es una explotación morbosa de un ‘crimen taquillero’ que genera audiencia. Si fuera hombre la persona acusada, claro, no sería tan taquillero”.

Sin embargo, recalca que “el caso despierta morbo por como se dieron los hechos, por el triángulo amoroso, por la vida de pareja de Rosa Peral y por ser de esas historias que, al reunir tantos elementos de interés sexual, son potenciadas por los canales de streaming, porque serán exitosas”.

Y es que, el caso, además de la miniserie, inspiró el documental Cintas de Rosa Peral y varios episodios del programa español Crims. Esta semana es la segunda serie más vista en España y continúa posicionándose a nivel global.

Al respecto, Penilla asegura que esto es lo que no se debe permitir en los juicios, pues “estos ‘procesos escándalo’ se valen de todo para satisfacer la necesidad mediática de publicar o hacer valer el proceso. Tanto la Fiscalía como la Defensa salen a los medios e intentan ganar los procesos mediáticamente, con pruebas o circunstancias que en un proceso penal juicioso y de fondo no podrían usarse porque superan la barrera de lo íntimo y lo permitido”.

Según él, es prohibido usar ciertos elementos de la vida íntima, debido a que se considera una violación a derechos, como la intimidad.

En general, son muchos los comentarios que han surgido para descubrir ¿quién mató a Pedro? Así que lo mejor será seguirle la pista a Rosa Peral.

Frase

“Los hombres que llegaron a su vida parecían unos huevones de siete suelas que caían deslumbrados ante el encanto de ella”

Gloria Hurtado, psicóloga.

La cifra

4,1

millones de visualizaciones acumuló la serie en la primera semana, pese a que su estreno se quiso censurar y la defensa de Rosa Peral solicitó una compensación económica por derechos de autor.