Santiago Cruz está pasando por uno de los mejores momentos de su carrera, con un público consolidado, una familia amorosa y mucha música aún por componer y cantar.
Atrás quedaron los años oscuros del alcohol y las drogas, y hoy el ibaguereño se abraza a un presente brillante, en el que llegó hasta a hacer un arreglo para la canción salsera ‘Busca por dentro’, uno de los himnos del Grupo Niche.
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¿Le gusta la salsa?
Me encanta la salsa. De hecho, tengo una ilusión de algún día en algún momento de la vida hacer un disco y versionar canciones mías en salsa, algo así. Ojalá se nos dé la oportunidad.
¿Qué significa ‘Busca por dentro’ para usted?
Esas primeras fiestas y primeras bailadas con la chica o chico que le gusta a alguien. Niche tiene esa particularidad con nosotros, sobre todo con los de determinada generación. Además, esa canción estaba en un disco muy potente que fue ‘Cielo de tambores’, un disco tremendamente exitoso de Niche, con canciones legendarias, entonces fue un momento muy afortunado del grupo cuando salió esta canción.
¿Se sintió intimidado al tener que cantar una canción tan recordada en la voz de Charlie Cardona?
No sé si intimidado es la palabra, pero sí traté de ser muy respetuoso entendiendo mis limitaciones. Digamos que uno se intimida si le da por ir a jugar a la misma cancha que Charlie, quien tiene una voz privilegiada con un registro muy alto, al cual yo no llego. En los pregones en la parte de “Abrázame y entrégate a mí” se va por allá bien alto y eso es un lugar al que yo no pretendo ir.
En lugar de tratar de ir a jugar en la cancha de Charlie, del maestro Varela o del Grupo Niche, decidí traer la canción a mi cancha. Además, cuando se hace un homenaje hay una motivación por estar a la altura de la canción, del compositor y de la iniciativa ‘Somos la música de esta tierra’.
¿Sigue ‘Solo hasta hoy’?
Yo no diría solo hasta hoy, sino solo por hoy (risas), que al final es una frase que los que hemos vivido procesos de adicción y rehabilitación conocemos muy bien qué es el solo por hoy, concentrarnos en el aquí y el ahora y es un principio que en este año que hemos vivido, a todos nos ha tocado aplicarlo, casi que a la brava, porque la incertidumbre nos ha llevado a que no sabemos qué va a pasar mañana, ni la semana o el mes que viene y nos toca concentrarnos en el aquí y el ahora.
Sobre la pandemia, ‘Vendrán tiempos mejores’ fue compuesta para su esposa, pero queda perfecta para todos en este momento…
Lo que pasa es que es una canción que habla sobre sentir y sobreponerse al duelo y creo que todos estamos viviendo algún tipo de duelo, ya sea material o en los peores casos, de luto por la perdida de un ser querido. Los números de muertes diarias por el Covid en Colombia son alarmantes, lo que pasa es que tristemente vivimos en un país donde nos acostumbramos a la muerte. Nos hablan de más de 200 personas muertas a diario, y parece que nos acostumbramos a ello.
¿Cree que la música puede llegar a las personas más que cualquier palabra o acción?
Yo no sé si más fácil, pero sí soy un convencido del poder de la palabra y cuando la palabra se hace canción, creo que su poder se amplifica. Por eso yo siempre he buscado tener mucho respeto con el qué se dice y el cómo se dice.
¿Qué le saca de positivo a la pandemia?
Todas las oportunidades de examinarnos son positivas, por más de que lleven mucho dolor. Creo que esta es una gran oportunidad para revisarnos como personas, como comunidad.
Si salimos de esto habiéndonos revisado y replanteando algo, así sea como personas, para que tenga un impacto positivo en nuestras vidas, creo que sería bueno para todos en este momento. Lo triste sería salir a lo mismo que antes o a una espiral de destrucción, después de haber vivido lo que hemos vivido.
¿Cree que ir contra la corriente tiene valor y es de valientes?
Si es ir en contra de la corriente solo por ir, no sé si tendría mucho sentido; pero si es ir contra la corriente, con la premisa de mantenerse fiel a tus convicciones, creo que sí tiene mucho valor. En la música, pareciera que solamente hay una dirección y yo siempre he procurado hacer la música que me nace hacer, no necesariamente lo que esté vendiendo en ese momento.
Mi disco más exitoso y el que cambió mi vida, ‘Cruce de caminos’, era un álbum contra la corriente del mercado del momento, pero era fiel a lo que yo quería ser y así he procurado mantener cada uno de mis pasos.
Esperemos que en algún momento lo que yo procuro decir vuelva a estar en sintonía con la corriente. Creo que es muy importante tener voz propia, ahora que pareciera que hubiera una premisa en la música que es ‘querer destacarse haciendo lo mismo que todo el mundo’, lo que me parece una contradicción enorme.
¿Decidió hacer algún comentario sobre la vida de Maradona, de la misma forma en que lo hizo con Diomedes el día de su muerte?
Es muy fácil caer en insensibilidades en esta época de redes sociales, nadie está exento de algo así. Yo caí en ese momento y me explotó en la cara y terminé complicando mucho más las cosas al verme acorralado por la jauría digital.
Pero digamos que aprendí la lección, en el sentido de que entendí rápidamente, en aquel momento de lo de Diomedes, que había sido un comentario completamente inoportuno e insensible para la grandísima cantidad de seguidores que tiene todavía Diomedes Díaz. Por más de que el mensaje nunca implicara una celebración de su muerte, sí hablaba de una sola esquina de la historia de su vida y no correspondía mencionarla en aquel momento.
Si bien la vida de Maradona también tendrá muchas de esas esquinas, al final es simplemente una parte de una historia y siempre llegaremos al debate de si hay que separar la persona del artista, del deportista, de la figura pública. Es un debate en que todos tendremos distintas posiciones.
¿Qué premios le faltan por ganar? O los premios ya no importan.
Me encantaría ganarme un Grammy, he estado nominado cuatro veces y no me ha tocado ganármelo. Los premios claro que son chéveres, aunque no creo que condicionen la carrera de un artista, muchísimo menos de una persona.
No creo que uno sea mejor o peor músico por ganar o no un Grammy. Pero, que si uno se quiere ganar uno, claro que sí, buenísimo, que maravilla, me encantaría; pero al final de cuentas, el que se lo gana y el que no al día siguiente tendrá que levantarse, comer, preparar la siguiente canción, el siguiente concierto y seguir trabajando con lo que tenga.
Música honesta
“El disco ya está escrito, grabado y listo. Actualmente lo estamos mostrando por etapas, porque básicamente así es la dinámica ahora, y el año que viene lo mostraremos completo”, contó Santiago Cruz, quien también reconoció que tenía la fortuna de contar con dos caleños en su banda: el guitarrista Patricio Duque y la corista y guitarrista, “gran cantante y gran persona”, Sabi Satizábal.
Isabella Satizábal, conocida en el mundo de la música como Sabi Satizábal, conoció a Santiago Cruz gracias a un profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, que en ese momento era el guitarrista del cantante.
Santiago admitió que no extraña nada de sus inicios en el mundo de la música. Igualmente cree que todos deberían reconectarse con su otra polaridad (masculina/femenina)
“Justo cuando me gradué se abrió la posibilidad de que entrara una chica a trabajar en la banda de Santiago y Richard (el profesor) me recomendó y ahí empezó el proceso de entrar a trabajar con él, que fue una experiencia increíble”, cuenta la caleña, quien recuerda que desde que lo conoció siempre sintió que Santiago era una persona “maravillosa, súper gentil y súper cálida. Recuerdo que me saludó con un abrazo y me dijo bienvenida. La primera impresión que tuve de él es que era muy buena gente”.
A las dos semanas de empezar a trabajar con Santiago Cruz y su banda tuvieron concierto en Manizales y en Cali, en la Plaza de Toros, y después de eso Sabi decidió quedarse.
“Lo que más me gusta de trabajar con Santiago y con su banda es que puedo ser cien por ciento yo. Desde el principio fue una camaradería increíble y siento que todo se debe a Santiago, porque él es una persona que se preocupa por su banda, que siendo él el protagonista, siendo él el artista, siempre nos tiene muy cerca, se preocupa por nosotros. No somos su banda, los que estamos detrás de él, somos sus amigos, su equipo y para mí eso ha sido una de las cosas más lindas que me han pasado en la vida y las que más agradezco de poder trabajar con él. Él es como un maestro para mí”, confiesa Sabi.
La caleña reconoce que su tiempo trabajando con Santiago no solamente le ha enseñado cómo funciona la industria de la música y del mundo profesional, sino que a través de ver cómo es él con su entorno, su banda, sus seguidores y sus mánagers, ella ha aprendido a ser también así con su equipo y a tiene la meta de ser como él.
“Es una persona absolutamente maravillosa, generosa, sensible, que se preocupa por los demás. Al trabajar con él siento como si estuviera en casa, me siento en un lugar seguro, siempre me invita de la manera más amorosa a ser mejor, es maravilloso”, dice ella.
Esa percepción sobre Santiago es muy similar a la que tiene Ricardo Muñoz, pianista y actual director de la banda del artista, que lo conoce desde hace más de 11 años y lo considera como un hermano mayor, “y creo que él me considera un hermano menor. Para él siempre seré ‘el niño’”.
Muñoz conoció a Santiago mucho antes de ser llamado para reemplazar al reemplazo de su pianista. Era amante de su música y lo había tenido frente a frente en diversas oportunidades en algunos conciertos, “pero él no lo recordaba”, reconoce Muñoz entre risas.
Para él, trabajar con Santiago es “como el sueño que todos tienen cuando quieren convertirse en músico de conciertos: tenemos un equipo genial, la banda es una delicia, antes de la pandemia siempre teníamos conciertos enormes y la gente era muy feliz. Por el lado personal, Santiago es un gran cantante, un enorme compositor y como líder de equipo es increíble, siempre está pendiente de que todos estemos bien, que la energía del grupo esté positiva, no permite que haya chismes o problemas que no se resuelvan, en pos de que su equipo funcione”.
Muñoz considera que lo que hace de Santiago un gran artista, es que es un tipo muy coherente y generoso.
“Él siempre ha defendido su imaginario de la música y sus canciones. Siempre ha hecho lo que él quiere hacer, lo que a él le nace. Nunca se ha metido en las corrientes que han ido saliendo, ni ha hace una colaboración con alguien solo para pegar. Es un chico simple, y creo que eso, a lo largo de los años, le da mucha credibilidad, porque más allá de que te guste o no su música, sabes que es un artista consagrado, un artista grande que no está inventando ni probando”.
Por su parte, Sabi siente que la música de Santiago es “honesta, real y siempre tiene un mensaje importante detrás. Siempre tiene algo que decir y también debo confesar que a raíz de conocerlo a él, he amado más su música, porque una cosa es escuchar la música de alguien y que te guste como suena, que te gusten las letras, y otra es tener la oportunidad de conocer a Santiago y saber el ser humano que hay detrás de las canciones. Saber de dónde vienen esas canciones ha hecho que ame aún más su música”.
A pesar de la pandemia, la banda sigue produciendo música y haciendo conciertos en vivo, pero a Muñoz le hace falta el abrazo antes de empezar el concierto y Sabi extraña las innumerables reuniones que hacían al año. Pero seguro ese tiempo pronto volverá.
Hombre de familia
María Paz Mateus y Santiago Cruz se conocieron en un momento en que su amor era imposible, porque ambos tenían pareja. Pero un año más tarde se pudieron juntar y a medida que se fueron conociendo, Paz quedó encantada con la energía, sinceridad, honestidad y autenticidad del artista. Pero, lo que hizo que la flecha del amor acertara en su corazón, fue la canción ‘No te necesito’.
“Tuve la oportunidad de oír su canción antes de que la grabara y ahí caí redonda, porque él me pareció una persona muy evolucionada emocionalmente. Yo también estaba en un proceso de crecimiento personal y había dejado de oír música por todas esas ideas y creencias del amor: que no puedo vivir sin ti y que sin ti me muero, y cuando llega ‘No te necesito’, llega la honestidad máxima y que él la hubiera escrito fue increíble, fue lo que hizo que definitivamente abriera mi corazón a que pasara lo que viniera con él”.
María dice que ama bailar salsa con Santiago, que ama bailar con él todo tipo de música y que le encanta cuando él se anima a bailar con ella, porque ella sabe que lo hace por darle gusto a ella.
Según Muñoz, Santiago Cruz es un comediante escondido. Le gusta hacer chistes y algunas bromas antes de cada show y también estando en el escenario
“Bailar salsa no lo hacemos tan frecuente como quisiéramos, obviamente la vida familiar nos ha consumido un poco, tuvimos nuestros hijos muy pegaditos y yo tenía dos de mi primer matrimonio, entonces por la logística familiar no nos damos los espacios tan frecuentemente como quisiéramos, pero bailamos delicioso”, cuenta Paz.
También comenta que la vida con un músico le ha parecido fantástica, que le encanta la música que él ha traído a su vida y le fascina ver la conexión que él tiene con ese arte sonoro, que para ella es como una conexión divina con la creatividad, que le permite canalizar todo a través de melodías y letras.
“Expresarse a través de la música me parece un don bellísimo, que admiro y honro profundamente. Sobre todo para mí las canciones de Santi son una terapia de sanación emocional, por eso me parecen tan luminosas e importantes, porque sé que él a través de sus letras y su música permite que otros conecten y drenen esas emociones que no han podido expresar”, comenta.
Claro que en sus vidas no han faltado los días de nostalgia, en que Santiago no puede acompañar a su familia por una gira, un concierto o una grabación, pero “él siempre trata de estar, porque es una persona muy familiar”. Y ahora en la pandemia agradecen por poder pasar tiempo juntos en familia como nunca antes.
Según cuenta María, Santiago es un papá increíble. “Yo digo que es un papá gallina. Ama estar con los niños, los carga para donde sea, ama compartir con ellos y está siempre pendiente. Tiene una conexión muy especial con cada uno, siempre está conectado con sus necesidades emocionales y busca proveerlos, con amor, de herramientas emocionales para educarlos y llenarlos de cosas lindas, para que puedan afrontar la vida con éxito, felicidad, armonía y de la manera más fluida y bella posible”.
Para poder llevarlos siempre con él, Santiago decidió tatuárselos en el pecho. De su hija Violeta tiene la huellita de su mano derecha, de cuando tenía tres meses de nacida, y cuando nació Salvador quiso que el tatuaje fuera algo diferente a una mano, para “darle a cada uno su espacio”.
El artista decidió esperar a que su hijo pudiese escribir su nombre con su propia letra, así fuera un garabato, pero un día del padre, Salvador le regaló un dibujo con una versión suya de como se veía su papá, y un amigo muy cercano que vio el dibujo le dijo “Ahí tienes tu tatuaje”. Fue donde el tatuador y ahora, junto a la huella de la mano de su hija, reposa el retrato en marcador que hizo su hijo de él.
Preguntas rápidas
¿Qué canción canta cuando está triste?
‘Tan joven y tan viejo’, de Joaquín Sabina.
¿Cuál pone cuando está muy feliz?
‘Como si fueras a morir mañana’, de Leiva.
¿Cuál es su café preferido?
Colombianos me encanta el San Alberto. Me gusta la prensa francesa y el expreso.
¿A qué hora le gusta tomar el café y con quien?
En la mañana con mi esposa, es lo primero que tomamos en la mañana.
¿A quién le diría ‘Baja la guardia’?
A todos en Colombia, estamos muy agresivos y los ánimos están muy crispados.
¿Dónde ha sido su mejor concierto?
Fue el 7 de marzo del 2019 en el Jorge Eliecer Gaitán. Muy especial, todo fue perfecto.
¿Con quién le falta cantar?
Alejandro Sanz, Rubén Blades, Jorge Drexler, Andrés Calamaro, Fito Paez, la lista es muy larga.
¿Con quién le faltó cantar y ya no es posible?
Mercedes Sosa.
¿Es de los que se desvela componiendo o madruga a componer?
Compongo en horario de oficina.
Puede perder la fe en todo, menos en qué.
Menos en mí mismo.