En la búsqueda de armonía y equilibrio en sus vidas, muchas personas recurren al antiguo arte chino del Feng Shui para organizar y diseñar sus hogares de manera que fluya la energía positiva. Esta práctica se fundamenta en la idea de que la disposición de los elementos en un espacio puede influir en la calidad de vida de quienes lo habitan. En esta ocasión, se explorarán cuatro elementos que el Feng Shui sugiere evitar en el hogar, ya que se cree que pueden atraer conflictos y desgracias si no se gestionan adecuadamente.
1. Espejos enfrentados: Reflejos de discordia
En el ámbito del Feng Shui, se consideran los espejos como poderosas herramientas para manipular la energía, porque tienen la capacidad de amplificarla o desviarla. No obstante, el uso inadecuado de los espejos puede dar lugar a la generación de conflicto y desequilibrio en el hogar. Uno de los tabúes ampliamente reconocidos consiste en situar dos espejos enfrentados, ya que se sostiene que esto puede propiciar un “choque” de energías capaz de desencadenar discusiones y tensiones en las relaciones familiares.
La creencia subyacente es que la energía se encuentra en constante reflejo entre los espejos, lo cual engendra una sensación de inestabilidad y agitación. Asimismo, se considera perjudicial la ubicación de espejos que reflejan puertas o ventanas, debido a que esto puede resultar en la “expulsión” de la energía desde la vivienda, llevándose consigo la prosperidad y la armonía.
2. Muebles con esquinas afiladas: Cortando la paz
El diseño de los muebles en el hogar también desempeña un rol crucial en el contexto del Feng Shui. Los muebles con esquinas afiladas son considerados como elementos desfavorables, ya que sus ángulos puntiagudos son percibidos como manifestaciones de energía agresiva o negativa. Estos objetos tienen el potencial de causar incomodidad visual y de acuerdo con los principios del Feng Shui, pueden instigar tensiones entre los ocupantes del hogar.
Al visualizar una habitación, uno podría encontrarse con una mesa que presenta bordes puntiagudos que parecen dirigirse directamente hacia uno. Esta imagen puede inducir una sensación de amenaza o incomodidad, lo cual a su vez podría contribuir a la aparición de conflictos y malentendidos dentro de las relaciones familiares. En su lugar, se recomienda optar por muebles caracterizados por líneas suaves y curvas, ya que estos elementos promueven un flujo de energía más armónico y establecen un ambiente que es percibido como relajado y acogedor.
3. Desorden y obstrucciones: Bloqueando el camino hacia la fortuna
El desorden en el hogar no solamente afecta la estética y funcionalidad del espacio, sino que también puede tener un impacto en la energía que fluye a través de este. De acuerdo con los principios del Feng Shui, la acumulación de objetos innecesarios o el mantenimiento de áreas desorganizadas puede ocasionar una obstrucción en el flujo de energía positiva y, en su lugar, atraer influencias negativas. Un ambiente desorganizado se relaciona con una mente caótica y agitada, lo cual podría contribuir a la aparición de conflictos y malentendidos en las relaciones entre los miembros de la familia.
La energía positiva tiende a ser suprimida por el desorden, lo que potencialmente puede generar una sensación de estancamiento en la vida de los habitantes de la residencia. Mantener el hogar en un estado ordenado y libre de obstrucciones no solo favorece el flujo apropiado de energía, sino que también puede abrir camino hacia la manifestación de prosperidad y buena fortuna.
4. Objetos rotos: La energía fragmentada
Desde la perspectiva del Feng Shui, se sostiene que los objetos rotos o dañados dentro de un hogar pueden ejercer una influencia negativa sobre la energía presente en el espacio. Estos objetos quebrados tienen la capacidad de transmitir una impresión de decadencia y descuido, lo cual puede derivar en un declive comparable en la calidad de vida de los residentes.
Elementos como espejos rotos que han sido reparados con silicón, vasos astillados, tazas desprovistas de asas, platos que han sufrido quebrantos e inclusive pantallas de dispositivos móviles dañadas, son considerados portadores de una energía fragmentada, la cual se cree que puede atraer desgracias y generar conflictos.
En lugar de conservar estos objetos dañados en el interior del hogar, se aconseja tomar la decisión de deshacerse de ellos de manera adecuada. En su lugar, se puede optar por reemplazarlos con elementos en condiciones óptimas que promuevan la emanación de una energía positiva y coherente en el espacio.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.