Hace diez años, comenzando su camino por el mundo del dibujo y la ilustración, Raquel Riba Rossy se encontró con un personaje del cual no se ha separado y que continuará trabajando durante un buen tiempo más.
Se trata del famoso personaje de cómic ‘Lola Vendetta’, que encarna la crítica social a la invisibilidad de las mujeres, que se dio a conocer a través de las redes sociales y con el tiempo ha saltado al mundo de los libros de cómic, con una saga que ha llegado a su quinta entrega.
Con camiseta a rayas, labios rojos y pelo negro, ‘Lola Vendetta’ critica al conformismo tóxico de la sociedad, cuestionando los parámetros convencionales y reivindica el papel de las mujeres.
‘Lola Vendetta. Katanazo al amor romántico’ es el quinto libro de este personaje y que fue uno de los grandes éxitos de la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
En ella, la protagonista, tras una separación y una pandemia mundial, se ha reencontrado con un gran monstruo de su pasado que no le permite conectar con ella misma. Una historia de abuso que todavía no ha contado, algo que ha cerrado bajo llave, que no ha contado jamás y que la ha ido erosionando.
Un personaje que ha cautivado a miles de personas en Iberoamérica, y que incluso, se ha vuelto una de las principales recomendaciones de psicólogos y psiquiatras a pacientes que han sufrido algún tipo de abuso o violencia.
En su visita a Colombia, Raquel Riba habló sobre la nueva historia con ‘Lola Vendetta’, su historia con este personaje y su camino a seguir en la ilustración.
¿Cómo ha sido el encuentro con sus lectores en Colombia?
Colombia fue el primer país que se interesó por ‘Lola Vendetta’, mucho antes de que se publicara el primer libro. Lo presentaba en Facebook, y allí uno se puede meter y ver las estadísticas y Colombia era una cosa loca.
¿Cómo han sido estos diez años junto a ‘Lola Vendetta’?
En estos diez años han pasado muchas cosas, incluso una pandemia mundial. Nunca pensé que me duraría tanto tiempo un personaje de cómic, pero me vino muy de repente el personaje y estos diez años han pasado como si fuera una mañana de domingo.
Lo cierto es que hemos evolucionado mucho juntas. Mi lugar de reflexión siempre ha sido el dibujo, incluso antes de ‘Lola Vendetta’, pero al tener este personaje, se convirtió en mi lugar de pensamiento.
Ya son cinco libros protagonizados por ‘Lola Vendetta’...
Son cinco con ella, y otros de otra temática. Esto es como vivir, porque desde afuera la gente te ve y piensa que ya estás completo en la vida, con tu carrera, tu familia y demás, pero en realidad nunca terminas de completarte, por las inquietudes que siempre llevas dentro.
‘Lola Vendetta’ es un personaje muy vivo y muy cambiante. No hay ninguna fase de ella que sea mi favorita, una es consecuencia de la otra, y seguirá evolucionando.
¿Muy en contacto con sus lectoras?
Sí, han sido diez años de estar muy en contacto con las lectoras, muchas de ellas vulnerables, sobrevivientes de violencia machista, sobrevivientes de la trata de personas con fines de explotación sexual y otros muchos casos.
Para mí era muy importante indagar en estos temas. A mí cuando se me mete un tema en la cabeza lo tengo que resolver, no sé si son delirios de Sherlock Holmes pero es algo que siempre me pasa, por lo que empecé a investigar mucho sobre todo esto, cuáles son los procesos mentales de una persona que maltrata, y cuales son los procesos mentales del maltratado, para ver cómo se traduce todo esto a su comportamiento y su manera de habitar el mundo.
Lo pude observar bien con las mujeres que trabajaba, hasta que decidí empezar este libro, con mucho miedo a equivocarme, caer en obviedades, en cosas morbosas. Es fácil caer en las típicas imágenes del maltrato, y quedarme en el maltrato psicológico, porque el maltrato físico hace mucho tiempo lo tenemos claro, pero el psicológico es tan ambiguo, tan raro, te hace dudar tanto, porque no es algo que luego se evidencie al mirarse ante el espejo.
¿De qué temas quería hablar en esta nueva entrega de ‘Lola Vendetta’?
Quería hablar precisamente de esos límites que existen entre violencia física y psicológica, porque confunde mucho, en especial a las víctimas. Toda violencia es física, porque si uno pulveriza el cerebro de alguien, eventualmente esa persona enferma físicamente. Aunque no te toquen, acaba con todos los pilares de tu autoestima.
VILLANO VESTIDO DE PRÍNCIPE
Ahí aparece el personaje de ‘Bruno’ en esta nueva entrega de ‘Lola Vendetta’...
Es un personaje que configuramos con los lectores a través de las redes sociales, porque no lo tenía claro cómo sería físicamente, pero sí en su actitud. Por eso, el público votó por lo físico, generando un personaje muy guapo que gustó mucho, porque la gente pensó que habíamos creado al gran amor de la vida de ‘Lola’.
Es lo que nos pasa mucho a las personas, en especial a las mujeres que hemos leído muchas novelas románticas y hemos crecido rodeadas de eso, todas pensaron en ‘el príncipe’, por lo que jugué mucho, le hice creer a la audiencia que Bruno era bueno, se enamoraron de él como le ocurre a Lola, hasta que leyeron el libro y se dieron cuenta.
El que tiene el patrón de personalidad narcisista, el maltratador se muestra una persona genial y la víctima no suele darse cuenta que todo es un teatro. Cuando empieza la escalada de violencia, la víctima no cree que lo esté sucediendo.
¿Había realizado este tipo de trabajos colaborativos?
Es la primera vez que realizo este tipo de colaboraciones para un personaje de un libro, pero sí he tenido otras colaboraciones a la hora de hacer murales, como el que realizamos en Madrid (España), que lo creamos junto a 25 mujeres sobrevivientes de maltrato. Trabajamos el paso a paso desde su salida del lugar del maltrato, hasta su llegada al grupo de sobrevivientes. La idea era crear un mural mostrando que sí se puede salir de esas situaciones, de renacer.
¿Un personaje que utilizan en terapias con víctimas de maltrato?
Es algo que jamás piensas que pueda pasar, cuando crear un personaje o una historia. Cuando hago presentaciones o firmas de libros, muchas de las lectoras me han dicho que ha sido su psicólogo o psiquiatra quienes le han recomendado a Lola, lo cual me hace sentir muy orgullosa de mi trabajo, porque profesionales de la salud mental lo están recomendando.
Cuando una persona está en una situación de maltrato o ha pasado por ello, viene bien ver imágenes claras, porque el pensamiento en ese momento está tan difuso, que necesita ver imágenes donde entienda que eso que le pasó a ella, le puede pasar, o le ha pasado, a muchas más.
Hay que entender, que una víctima de maltrato, cuando se le pregunta, ¿Qué siente? la mayoría de ocasiones no saben cómo explicarlo, pero sí puede identificar e identificar a través de las imágenes.
Un tema bastante delicado…
Nadie se quiere sentir identificada con la víctima de maltrato, es una pereza total. Nadie quiere sentirse o ser víctima de algo, menos, de alguién que escogiste para que entrara en tu vida, porque si eres víctima de un accidente de auto, quizás no sientes culpa alguna. En las relaciones de maltrato tienes esa falsa creencia de que escogiste estar ahí.
Se construye la figura de la víctima evidentemente débil, vulnerable, pero incluso se le ve como floja y poco inteligente, pero olvidamos que el perfil de víctima es cualquiera, y nadie quiere pensar en que se equivocó, que la pudieron engañar, y por ende, te sientes tonta por no haberlo visto.
Es vital tener buenos amigos alrededor…
No se puede salir de esto sola, hay que pedir ayuda. Es difícil ser el amigo o amiga que va a brindar la ayuda, porque te quiere mucho, se puede equivocar, pero se está metiendo en un terreno que duele mucho. Es parte del aprendizaje, porque cuando maltratan a una persona, afecta a todo su entorno.
Es natural ser amigo y no saber reaccionar, porque llevamos poco hablando de estos temas, pero creo que lo importante es que la víctima sienta que es agradable pasar tiempo con ella, porque eso es lo primero que el maltratador quiere hacerle creer, que nadie más va a querer pasar tiempo con ella.
En su obra, el lenguaje también llega a ser un arma de maltrato…
Me parece que frases como ‘El amor todo lo puede’ y ‘Los trapos sucios se lavan en casa’, nos destrozan a las mujeres.
El amor no lo puede todo, lo que sí puede mucho, no todo, es la voluntad de construir en igualdad junto a otra persona, eso sí que lo logra. Además, los trapitos sucios se deben lavar en la plaza central del pueblo, porque si esos trapos sucios que son maltrato se esconden en casa, quién puede ayudar. Hay que romper con el maltrato protegido por el sistema.
¿Continuará?
Si, ya estoy escribiendo el siguiente libro. Cuando planteé este tema del maltrato, me di cuenta que no lo podía abordar en un sólo libro, por lo que falta mucho por vivir para Lola Vendetta.
Con información de Colprensa