Pokemon es una de las series animadas más exitosas de la historia de la televisión mundial. Ha conquistado a varias generaciones y sus creadores han conseguido alargar su buena acogida con diferentes proyectos y aplicaciones. La serie tiene más de 1000 episodios. Sin embargo, algunos de ellos no se han librado de polémicas y algunos incluso han tenido que ser eliminados al ser considerados inapropiados para el público.
Aunque cada país cuenta con sus propias regulaciones que les permite censurar algunos programas o episodios, cuatro capítulos de Pokemon son prohibidos a nivel mundial.
El primero de ellos es ¡Batalla en la isla temblorosa! Dojoach VS Namazun. En este episodio Ash Ketchum, después de ganar en el gimnasio de ciudad Moosdeep y en camino hacia el gimnasio de ciudad Sootopolis, viaja hacia la isla Jojo, pero se encuentran en un lugar donde se está produciendo un terremoto, el cual lo provocó Whiscash. También conocen a un entrenador llamado Chōta. El episodio sería emitido en Japón el 4 de noviembre del 2004, pero su trama se asemejaba al terremoto de Chūetsu del 23 de octubre de 2004, en el unas 4.800 personas resultaron heridas.
Otro terremoto fue la causa por la que los episodios ¡Roketto-dan VS Purazuma-dan! y Roketto-dan VS Purazuma-dan!, que debían estrenarse en marzo del 2011 en Japón, fueron aplazados hasta ser censurados y eliminados de la rotación.
Sin embargo, hay un capítulo que enluta el éxito del programa por el impacto que tuvo entre los niños de la época, que no se despegaban del programa en 1997. Se trata del episodio 38, emitido en Japón el 16 de diciembre de aquel año, titulado ‘Dennō Senshi Porygon’ o ‘Soldado eléctrico Porygon’.
Fue escrito por Junki Takegami y fue dirigido por Kiyotaka Isako. La trama seguía a Ash y sus amigos en una aventura digital para reparar un sistema de transferencia de Poke-bolas dañado por el Equipo Rocket. Después de ver este episodio, 685 niños fueron hospitalizados.
¿Cuál fue el motivo?
Los productores de la serie emplearon para este capítulo una técnica visual novedosa durante una secuencia de acción, llamada ‘paka paka’, que consistía en intercalar flashes azules y rojos a una velocidad vertiginosa en la pantalla. Esto resultó en más de 12 luces por segundo parpadeando ante los ojos de los espectadores.
Muchos televidentes, en su mayoría niños, debido a los efectos visuales estroboscópicos, sufrieron convulsiones y anomalías cerebrales por lo que sus padres debieron buscar ayuda médica.
El capítulo Soldado eléctrico Porygon fue emitido solo una vez y se canceló en otras 30 televisoras programadas. Este suceso, que recibió amplia cobertura global, fue denominado Pokemon Shock y generó una histeria colectiva en Japón. Los síntomas experimentados iban desde mareos, náuseas, vómitos, pérdida de vista o conocimiento, y, en algunos casos, convulsiones.
En 1999, el investigador estadounidense Benjamin Radford realizó un análisis sobre lo ocurrido, dividiendo los casos en dos categorías: los ocurridos el 16 de diciembre y los que se presentaron en días posteriores.
Mientras que los primeros pacientes mostraron sensibilidad a la luz, se llegó a la conclusión de que el resto experimentó síntomas relacionados con una histeria colectiva, que llevo a muchos padres a llevar a sus hijos a las salas de emergencias.
Radford enfatizó que no se trataba de una simulación por parte de los afectados ni de una invención. Los síntomas eran reales, pero surgieron como resultado de la exposición a otros individuos que ya estaban experimentando malestares similares. En última instancia, se llegó a la conclusión de que el episodio había generado un temor significativo entre las familias japonesas.
Aunque la fotosensibilidad fue un factor determinante en la gravedad de los síntomas, también se descubrió que las condiciones del entorno en el que se veía el episodio desempeñaban un papel crucial. Niños que veían el episodio en condiciones de poca luz, muy cerca del televisor y con una atención excesiva, eran más propensos a sufrir problemas.
A nivel internacional, el impacto del ‘Pokemon Shock’, afectó las negociaciones para exportar el contenido del programa a cadenas televisivas extranjeras, ya que temían que episodios similares ocurrieran en otros países.