¿Viajaría en el tiempo si tuviera la posibilidad de hacerlo? ¿Cambiaría algo o cree que las personas están atadas irremediablemente por el destino? De tanto en tanto aparecen series que permiten explorar estas ideas y ‘Dark’ es una de ellas.

La producción de Netflix, que el sábado pasado estrenó su tercera y última temporada, se destaca por tener una intrincada e innovadora narrativa, en tiempos donde todo parece estar hecho. Su guion es un tejido milimétrico en donde se combinan teorías físicas y ficción, con la esencia de lo humano.

Detrás de este ‘viaje’ en el tiempo y el espacio están Baran bo Odar y Jantje Friese, creadores de la que ha sido calificada por la plataforma como la producción alemana más exitosa realizada hasta la fecha.

También es considerada la mejor serie original de Netflix en el sitio web ‘Rotten Tomatoes’, superando a otros pesos pesados como ‘Stranger Things’ y ‘La Casa de Papel’.

Louis Hofmann, actor que interpreta a ‘Jonas’ o ‘Adam’, es una pieza clave del elaborado sistema que converge en el pequeño poblado de Winden.

Su rol es la puerta de acceso a un laberinto, que más bien parece un periplo sin fin por el amor, el drama, el dolor y el misterio.

El País fue en su búsqueda, y como pocas veces pasa en la serie, coincidió con el artista en la misma época. Desde algún lugar de Alemania habló acerca de su experiencia y compartió algunas reflexiones sobre la vida de los viajeros en el tiempo.

¿Qué pensó sobre ‘Dark’ cuando le presentaron la idea por primera vez?

Leí la sinopsis en el 2016, inicialmente. Me presentaron el proyecto como una serie acerca de cuatro familias y pensé que podría tener un personaje poco relevante.

Dije, bueno, puedes ser parte de esto, de alguna forma. Luego, cuando me llamaron al casting y pude leer el guion pensé: esto es único, no puedo recordar nada similar que haya llegado a mis manos antes. En ese punto dije “tengo que ser parte de esto”.

¿Le interesaban estos temas antes de ‘Dark’?

Realmente no. De hecho aún no me interesan esos temas (risas). Claro que ‘Dark’ me ha puesto a pensar al respecto. Me dan mucho miedo los viajes en el tiempo, creo que nadie debería hacerlo. Y los universos paralelos también me dan mucho miedo (risas).

¿Por qué?

Supongo que es porque no querría cambiar nada. Quiero decir, si tuviera la oportunidad de hacerlo pienso en momentos como los años 50, cuando recién empezábamos a discutir sobre feminismo, conocer cómo empezó todo, darles algunas luces sobre cómo serán las cosas más adelante cuando incluso los hombres hablamos al respecto.

Pero no sé si querría hablar conmigo mismo cuando era más joven, por ejemplo. Creo que la vida sería muy extraña luego de eso.

¿Participaron de alguna forma los actores en la creación de los personajes? ¿O en la escritura de los diálogos?

No. Algunas veces la escritora se acercó a nosotros diciendo: “oigan, ¿tienen alguna idea para las siguientes temporadas?”. Obviamente era una especie de juego, porque realmente no había lugar para la improvisación.

Ellos habían pensado en todo, con mucho detalle, y estaba todo escrito con muchísima precisión. Cada palabra significa algo, para los actores era imposible cambiar algo, simplemente ponemos todo nuestro corazón en los personajes y en las manos de todos los escritores. Jantje (Friese) hizo un trabajo brillante.

¿Qué fue lo mejor de interpretar a Jonas?

No sé por qué, pero creo que tal vez me gusta mucho estar triste (risas). Sí, simplemente me sentí muy cómodo siendo Jonas, no sé por qué.

Uno de los principales rasgos del personaje es la tristeza que siempre está en sus ojos, porque tiene que ver desaparecer a todos los que ama. Lo disfruté mucho.

¿Qué tanto de Jonas y todo ese existencialismo quedó en su propia vida?

No, no lo veo así. Creo que él y yo tenemos una sensibilidad similar. Y supongo que también compartimos la facilidad para la empatía, lo que permite entender emociones de otras personas.

Fueron tres años interpretando a Jonas, definitivamente se abrieron algunas ‘cajas de secretos’ en mí y mis propias emociones salieron a flote en ocasiones. Incluso luego de terminar los rodajes hubo momentos en los que sabía que Jonas estaba aún conmigo, de alguna forma.

Por eso era muy importante para mí darle un cierre a todo, con el final de la tercera temporada.

¿Cuál fue la parte más de difícil de interpretar a Jonas?

Diría que una de las escenas más difíciles para mí fue el encuentro de Jonas y Michael Kahnwald, en la cocina de la casa. Creo que es el episodio seis de la temporada dos.

La versión final tiene cortes, pero lo grabamos en secuencia, es una escena larga con muchos diálogos y claro, todo el arco emocional entre ellos. Fue una de las tomas más complejas para mí.

¿Cómo fue decir adiós al personaje? ¿Podría hablarnos de esa despedida de todos al mundo de Winden?

Compartimos momentos maravillosos y nos divertimos muchísimo. Crecimos juntos y éramos una familia. La gente de producción, el elenco, todos son personas encantadoras, por eso despedirse de este mundo, de ellos, fue muy triste.

Se sintió como si dos personas que se aman mucho se estuvieran despidiendo porque saben que no se volverán a ver. Se sintió como una ruptura para mí (risas).

Si lo pienso ahora, es fantástico tener ese cierre y terminar este proyecto, dejar que el personaje se vaya en medio de tantas emociones. Aunque hoy, por ejemplo, lo pienso todo y me siento triste.

¿Se siente tranquilo con el resultado final de la serie?

Sí, muchísimo. Desde que lo leí me conmovió, pero además me parece que es completamente lógico, y espero que los seguidores de la serie se sientan tan satisfechos como yo. Pienso que la mejor manera de describirlo es que le hace justicia a la historia.

Sin incluir a Jonas, ¿cuál es el personaje que más le gusta y por qué?

Me gusta mucho Helge, el adulto, porque es un personaje realmente miserable (risas).

También me encanta Egon, en la década de los 50, y Noah, por supuesto, porque es simplemente rudo.

Pero bueno, son demasiados personajes geniales, que tienen actores increíbles detrás. Es imposible no admirarlos a todos y es muy difícil escoger.

¿Cuál cree que es la clave de la serie para alcanzar ser un éxito a nivel mundial?

Lograron mezclar de manera muy ingeniosa todos estos asuntos intelectuales y muy complejos, con una historia épica. Las imágenes que crearon son irreales. No sé si ya hubo antes otra serie que lograra involucrar tan intensamente a quien la ve. Es única, realmente.

Siempre estás profundamente conectado, tratando de imaginar qué puede pasar, cómo van a resolverlo, o por qué, es extremadamente divertida. Cuando una serie tan oscura como esta se vuelve divertida, tienes una combinación perfecta.

Winden

La escuela a la que asiste Jonas, el bosque donde se pierde Mikkel, la iglesia de Noah, la estación de Policía donde trabaja Ulrich y la casa de los Kahnwald, son lugares que existen fuera de la serie, en -y cerca- a Berlín, Alemania, y que de hecho se han vuelto populares entre los fanáticos de ‘Dark’ que han empezado a subir a redes sociales contenidos desde estos sitios.